Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
07 Ene 13
Lucas 4,14-22ª
Hoy se cumple esta Escritura
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.
Cuantas veces escuchamos hablar a alguien o bien leemos lo que dijo, que resulta ser algo que realmente nos interpreta, pues dice exactamente lo que pensamos, palabras e ideas que nos parece que hubieran salido de nuestra mente, pero no, las dijo fulano y, como él es de tal o cual tendencia, su opinión puede tener alguna intención que, nos imaginamos, es algo torcida. Desgraciadamente, siempre vemos en los demás actitudes que no tienen y tal vez no han tenido nunca, son solo ideas nuestras que, sin razón aparente, menoscaban al otro. Recordemos que el arcoiris tiene varios colores y estos un sinnúmero de matices. Entonces por qué todo debe ser o blanco o negro.
Igualmente esta lectura nos recuerda lo discriminatorios que somos. Hacemos grandes diferencias en nuestra manera de ser según con quien estemos actuando. Me parece que todos merecen recibir de nuestra parte la misma acogida, el mismo calor. No debemos cambiar nuestro modo de ser según a quien nos estemos dirigiendo. Me pregunto, ¿por qué tendríamos que pagar menos a un trabajador extranjero que a un nacional cuando hacen el mismo trabajo? ¿No tienen acaso, nacionales y extranjeros las mismas necesidades? Por qué tendríamos que negarles el descuento de salud, cuando ellos también requieren de atención médica?
Han pensado en alguna oportunidad, ¿cuando un mendigo se nos acerca y nos importuna insistiéndonos en solicitarnos una moneda o un pedazo de pan, que puede ser el mismo Cristo encarnado en esa persona el que nos está probando? Por ello sería positivo tomar en cuenta lo que nuestro santo Alberto Hurtado nos recomienda “¿Como procedería Cristo en nuestro lugar?”
Las comunidades a la que Lucas dirige su Evangelio estaban formadas por gente pobre y, en buena medida, por ricos. Familias enteras de la clase media y alta que habían recibido el bautismo. El hecho de la presencia de pobres y de ricos en una misma comunidad generaba tensiones y levantaba interrogantes: ¿cómo puede ser cristiano el rico? Lucas subraya mucho el peligro de las riquezas.
En nuestros ambientes, cambiadas radicalmente las circunstancias del mundo, puede verse en esta práctica un hecho de paternalismo por parte de quien da limosna. Pero, desde luego, no era este al caso de Lucas. Lucas está pidiendo a los cristianos de su comunidad una pobreza exigente, pero no inalcanzable y utópica; Utiliza el principio de acomodación a las circunstancias, si bien la validez de los principios sigue inalterable.
En este pasaje no se describen los hechos tal como sucedían en la práctica, sino un ideal de vida que Lucas propone a la comunidad; nos da a entender que el compartir los bienes y tender a la igualdad es un alto ideal al que hay que aspirar. Con esto Lucas en su Evangelio, ponían las bases de un cambio fundamental en la sociedad de su tiempo como en el nuestro.
El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado apara anunciar el evangelio a los pobres. ¿Estamos cumpliendo nuestra misión?
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