Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
20 Ago 12
Juan 1, 45-51
«Aquí tienes a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”
Felipe encontró a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a Aquél de quien escribió Moisés en la Ley, y también los Profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José.” Y Natanael le dijo: “¿Puede algo bueno salir de Nazaret?” “Ven, y ve,” le dijo Felipe.
Jesús vio venir a Natanael y dijo de él: “Ahí tienen a un verdadero Israelita en quien no hay engaño.” Natanael Le preguntó: “¿Cómo es que me conoces?”. Jesús le respondió: “Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.”49 “Rabí, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel,” respondió Natanael.
Jesús le contestó: “¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que éstas verás.” También le dijo: “En verdad les digo que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.”
Hay varias formas de elegirse un texto para comentar. En general, solemos hacerlo por el tema, por una situación que nos toca más el corazón, por uno que desafíe nuestra fe y comprensión, etc. Debo confesar que esta vez lo he elegido por la fecha. El mes de agosto es un mes especial para mí: nacieron mi padre, mi abuela materna y mi hermana del medio. Ayer mi padre cumpliría su centenario, mi hermana – Maria Antonia – era del 22, día de la Virgen Reina, mi abuela materna el 23 – día de Santa Davina, mártir, después “ahogada” por Santa Rosa de Lima.
¡Con qué conmoción me encontré con un texto sobre un hombre de verdad en quien no hay engaño! Este era mi padre. Un don de Dios, significado del nombre Natanael.
Empezar por Moisés y la Ley, lo más importante de la Sagrada Escritura de los judíos, integra Jesús con la historia y la esperanza del pueblo. La duda de Natanael nos remite a Lucas 4, 23-30, cuando Jesús dice que nadie es profeta en su tierra y acosado se va de Nazaret.
Es notable que Natanael haga una profesión de fe tan impresionante sólo porque Jesús lo vio debajo de la higuera. El mismo Jesús se sorprende. La alusión a la higuera es de gran significado para Natanael, pero enigmática hasta ahora aún para los más estudiosos. Puede ser referencia a Oséas 9,10; y también aparece en diversas parábolas y dichos de Jesús para simbolizar la (in)fidelidad de Israel.
Jesús se presenta de forma enigmática para algunos y clara para los creyentes y fieles a Dios: no se presenta como Natanael lo llama, Hijo de Dios, sino con la expresión de Daniel, Hijo del Hombre, el que une el Reino de Dios y el mundo creado, con la metáfora de los ángeles que suben y bajan, representando el movimiento de la Encarnación, Dios que “baja” a la vida de los hombres y la subida de Jesús al Reino de los cielos que él abre para siempre, tornándolo asequible.
Creo que todos y todas podemos y somos en realidad dones de Dios. Que seamos fieles a esa misión de anunciar la “apertura” de los cielos, la reconciliación, la nueva Alianza.
Que seamos dones de Dios a los/las que más necesitan conocerlo y quererlo, que seamos como ángeles que suben y bajan para servir a los demás, cuidando y protegiendo, alimentando y acunando, como hacía mi padre Héctor, verdadero hombre sin engaño, verdadero don de Dios.
Amén
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