Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
22 Ago 15
Juan 1, 45 – 51
Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño
Felipe se encontró con Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la Ley y también los profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret.» Natanael le replicó: «¿Puede salir algo bueno de Nazaret?» Felipe le contestó: «Ven y verás.» Cuando Jesús vio venir a Natanael, dijo de él: «Ahí viene un verdadero israelita: éste no sabría engañar.» Natanael le preguntó: «¿Cómo me conoces?» Jesús le respondió: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas bajo la higuera, yo te vi.» Natanael exclamó: «Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» Jesús le dijo: «Tú crees porque te dije que te vi bajo la higuera. Pero verás cosas aún mayores que éstas. En verdad les digo que ustedes verán los cielos abiertos y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.»
Juan, el Evangelista, es el discípulo más cercano al Señor. Fue llamado al inicio de la Misión mientras pescaban con su hermano Santiago, Pedro y Andrés. En la vida de Jesús, Juan aparece muy presente. Desde el momento de su elección, es testigo de milagros, sorprendido ante su Mensaje “nadie ha hablado como este hombre… de dónde le viene esa sabiduría… acaso no es el hijo del carpintero”. Hasta llegar al pie de la Cruz, junto a María la Madre de Jesús (a quien no abandona)…y al final, la mañana de la Resurrección… entró al sepulcro vacío… “Vio y Creyó”. En una de sus cartas escribe: “Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado y tocado con nuestras manos acerca del Verbo de Vida, todo eso se lo damos a conocer.”
Su Evangelio lo escribe tardíamente, en los 90. Guarda con singular precisión los recuerdos del momento en que ha sido elegido, junto a los primeros llamados…”a quienes le seguían, Jesús les preguntó, ¿qué buscan? – Maestro, dónde vives, respondieron. Vengan y lo verán. Fueron y vieron donde vivía. Era como a las 4 de la tarde y se quedaron con Él, el resto del día”. Encuentro entrañable, significativo, natural y profundamente humano. El inolvidable relato tiene para él un toque de nostalgia. El texto de hoy que lo continúa, es parte de ese maravilloso primer capítulo de su Evangelio (no dejen de leer, al menos desde el versículo 35)
Considero que el relato, manifiesta y expresa el estilo de Dios para llamar a los hombres a su amistad y comprometerles a irse con Él en la Misión. Así ocurrió con los primeros llamados, al inicio de la Historia… ¿Hombre, dónde estás? A un Adán, perplejo y confundido. Abraham y Moisés, el primero, a la entrada de su tienda, Moisés sorprendido por una zarza que ardía sin consumirse. Así ha ocurrido con los llamados de Dios a lo largo de la historia. También en el texto de hoy: Natanael le contesta, de que me conoces…Jesús le responde, “te vi debajo de la higuera”. Mateo, en su oficina de tributos, La Samaritana, sentada junto al pozo: “Dame de beber… Si conocieras el don de Dios”. Nicodemo, en un diálogo nocturno… “En verdad te digo, nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo”. La adúltera, “mujer, ¿dónde están los que te condenaban?… Yo tampoco te condeno, no vuelvas a pecar”. El joven rico, “Maestro bueno, qué debo hacer…. Entonces Jesús, mirándole sintió cariño por él. Una cosa te falta, le dijo. Anda vende lo que tienes y dalo a los pobres…Después, Ven y Sígueme”
En todos, el llamado y la búsqueda tienen rasgos comunes. El Señor los busca y llama, allí en su realidad propia, en sintonía con su necesidad y expectativa, con su grandeza y su pequeñez. Una búsqueda plena de humanidad y amistad divina, profundamente respetuosa. El mismo Juan dice por ahí de su profunda humanidad (como a la pasada)…”pero Jesús no necesitaba que le informaran de la gente, porque Él sabía lo que hay en el hombre”. Nos conoce y sabe lo que nos pasa. También en todos, el llamado tiene un Encargo, una Misión y una Tarea. Irse con Él… El que me sigue. Vayan y hagan Discípulos. Enseñen lo que han recibido. El llamado es a seguirle a Él. Irse con Él.
El Papa Francisco, intenta arduamente, repetir estas disposiciones y gestos, y encarnarlos al interior de la Iglesia. Por ello también “sueña con una Iglesia en salida”, que busca al hombre y que incluso pueda llegar a “equivocarse” en ese afán.
El mundo de la Familia, del Trabajo y de la Empresa, de la Educación y de la Clase Política, de los Comunicadores, Artistas y Científicos, todos están llamados a aprender de este estilo de vincularse y relación humana, de cohesión social y compromiso… hacia adentro y hacia afuera.
No son técnicas de liderazgo y emprendimiento, son más bien, una mirada distinta a los hombres y a la sociedad, para eso…”hay que nacer de nuevo”… y preguntarle a Jesús, Maestro, ¿dónde vives?
Hermoso este evangelio y además grandioso, si pudiéramos ponerlo en práctica sería maravilloso ,viviríamos en completa fraternidad.
Al seguir a JESUS nacemos de nuevo y vivimos amándonos unos a otros, sin egoísmos, sin mezquindades, sin orgullo, al contrario, poniéndonos al servicio de los demás, dando la mano a quien la necesite.
Si ponemos en práctica lo que JESÜS nos enseña, seremos inmensamente felices y sin darnos cuenta estaremos viviendo el Reino de DIOS
Juan :
Muchas gracias por tu comentario: Tal como tu dices es indispensable «NACER DE NUEVO» para seguir a
Cristo.
En otras palabras debemos dejar ese hombre viejo que
llevamos cada uno y transformarnos.
Percy
En todos esos casos, esos testimonios, esas personas hablaron directamente con el Señor, le miraron a los ojos y se que hablándole con sinceridad poniéndonos en conexión del alma el Señor nos habla, pero no lo vemos, somos ciegos, pero nos da luces para la ceguera, se nos manifiesta con cariño, con predilección para sacarnos de esas cegueras, pero el mundo nos invade y nos aleja de él, es una lucha constante, pero no deja de darnos señales no nos abandona,…… pero la gracia sería verlo……. y ver a su Madre ……..aunque a veces creo sentir su aroma….