Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
01 Ago 11
Juan 11,17-27
“Creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”
A su llegada, Jesús se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a tres kilómetros de distancia, y muchos judíos habían ido a casa de Marta y de María, a darles el pésame por la muerte de su hermano. Cuando Marta supo que Jesús llegaba, fue a su encuentro; pero María se quedó en la casa. “Señor”, le dijo Marta a Jesús,. Pero yo sé que aun ahora Dios te dará todo lo que le pidas”. “Tu hermano resucitará”, le dijo Jesús. “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final”, respondió Marta. Entonces Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?” “Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo”.
El evangelio de Juan es el único que nos presenta a Marta como mujer de fe. Juan teje un diálogo entre Jesús y Marta: la mujer comienza reprochándole suavemente: “si hubieras estado aquí…” y al mismo tiempo reafirma su fe: “…yo sé que Dios te dará todo lo que le pidas”. La respuesta de Jesús es clara: “…tu hermano resucitará”.
Jesús sigue conduciendo a Marta progresivamente a una madurez en la fe. En este diálogo con Marta, Jesús la lleva a un encuentro personal con Él. Un encuentro de fe… un encuentro directo que hace que Marta llegue a declarar: “…yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios…”. Juan se aparta de los evangelios sinópticos y pone en boca de una mujer la confesión de fe que la tradición apostólica atribuye a Pedro (ver Marcos 8, 27-30 y paralelos).
En el contexto palestino, este diálogo teológico entre Jesús y una mujer es insólito. En los círculos rabínicos se debatía ampliamente la posibilidad de que las mujeres recibieran algún tipo de educación y de hecho no podían leer la Torá debido a su periódico “estado de impureza” por la menstruación. La principal esfera de las mujeres era el hogar, donde la hospitalidad era su tarea especial. Y de hecho así presenta a Marta el evangelista Lucas (Lc 10, 38-42).
En todos los Evangelios, vemos que Jesús desafía los preceptos patriarcales profundamente establecidos en Palestina. Su actitud hacia las mujeres es radicalmente inclusiva y esta experiencia de igualdad condujo a las primeras discípulas de Jesús a considerar absolutamente natural el ser líderes en las primeras comunidades cristianas.
Lo malo es que a medida que el cristianismo comenzó a ser aceptado en el mundo greco romano, patriarcal por naturaleza, la visión inclusiva original de Jesús, y con ella el liderazgo femenino, se fue perdiendo. Y actualmente, nuestra iglesia, y muchas otras iglesias, ponen a la mujer en inferioridad de condiciones con respecto a los varones.
Desde esta reflexión me pregunto, ¿será ahora el momento propicio, el “kairos”, para hacer realidad lo que Jesús con sus acciones manifestó? Creo que todavía estamos a tiempo para cambiar e implementar en la iglesia un discipulado de iguales.
Apreciada Corina Varela Gacía:
Interesante tu reflexión.
No te olvides de la hermosísima carta a las Mujeres del Papa Beato Juan Pablo II del año 1995. La Iglesia ha avanzado bastante en el aprecio a la Mujer.
Que el Señor te bendiga.
P. Mario Borello G.
Apreciada Corina García Varela:
Todavía me surgió otro aporte a tu hermosa reflexión.
Piensa como en Chile tenemos la fiesta de Santa Teresa de los Andes y la memoria de la Beata Laura Vicuña: dos chilenas consideradas por la Iglesia como cristianas excepcionales. Piensa cuántos santuarios están dedicados a la Virgen María: ella es una mujer muy apreciada por los cristianos. También se puede tomar en cuenta cuantas mujeres están en el Santoral de la Iglesia, desde siglos y que especialmente los días de la semana se le celebra la misa en su honor. Hay santas que la Iglesia ha declarado Doctoras de la Iglesia. Hay muchas Santas mujeres que son fundadoras de congregaciones religiosas.
También se puede tomar en cuenta un hecho importante: la gran mayoría de los catequistas son mujeres. Ellas hacen crecer la fe del Pueblo de Dios (la Iglesia) con su labor pastoral.
Son unos aportes a la reflexión, que es bueno tener presente.
Recibe un saludo cariñoso.
P. Mario Borello G.
Que interesante pasaje en el cual nunca me había percatado que hay una segunda persona que recibe por revelación la naturaleza de Jesús. Algo que tanto le fue celebrado a Pedro.
El Señor Jesús no presentó sus credenciales para convencer a SUS DISCIPULOS que era el Hijo de Dios. Sino que esperó que el Espíritu se los revelara.
Las diferencias con el ejemplo y notorio caso de Pedro es la circunstancia que se da este dialogo.
Si pensamos en Jesús como Dios hecho hombre, comprimido a un espacio y tiempo como el nuestro: el jamás había sufrido una pérdida de un ser querido. Había sabido de muchas muertes y sacrificios de abnegados siervos de Dios (preexistencia) pero nunca había muerto un AMIGO, (salvo Abraham y éste de vejez). Fue golpeado por el dolor de los deudos y se compungió su corazón. La cita no detalla la historia completa, solo hasta la revelación de Marta. El pasaje nos muestra que más se gana manteniendo una intimidad con el Señor, que con una carrera eclesiástica.
Muchos profesionales de la religión han enseñado y hablado por años a multitudes acerca de lo que leyeron, estudiaron y les contaron de Dios. Pero ¿quién le conoce realmente? ¿Quien se encierra en su pieza, transformándola en cámara secreta, con el Padre?
Dios no nos pide más. Ni conventos, ni monasterios, ni abadías, ni catedrales. Solo tu cuarto, aunque las paredes sean de cartón, se transforma en una fortaleza blindada (Mateo 6:5,6). La intimidad personal, diaria, es lo que nos acerca a Dios. No los años de Estudio (que complementan, pero distraen) ni si quiera caminar al lado de Jesús, pregúntenle a Pedro.
Vamos delante de los Sabios y ERUDITOS, SI ESTAMOS EN SU PRESENCIA CADA DÍA.
LA IGLESIA ORIGINAL SE REUNIA POR LAS CASAS.
¡Volvamos al principio!
Marta, mujer de Betània, conforma junto a sus hermanos una de las personas que compartiò fraternalmente con Jesùs, sin embargo ella lo reconoce como «Dios hecho hombre», ella confìa en Êl, ella cree en Êl, y ella se lo manifiesta. Cristo, nos pide eso; reconozcàmolo, sirvàmoslo, amèmoslo; ofrescàmole incondicionalidad y consecuencia a su palabra.
No se me ocurre otra manera màs perfecta, el que Dios se haya transformado en hombre, para mostrarnos el camino de como llegar a Êl, de darnos a conocer su «palabra», y en esto nos muestra su bondad infinita y su magnificencia.
Tambièn Jesûs nos deja «una vìa de comunicaciòn directa con Êl», es la oraciòn, la cual podemos realizar libremente, y elegir como, donde, y cuando hacerlo; para esto nos entrega plena libertad; exponerle a Èl en una confidencial reflexiòn, las necesidades de nuestros espìritus, la intimidad de nuestros sentimientos, y por que no tambièn nuestros requerimientos. Èl siempre nos oirà. Ademàs considero que la «oraciòn» es una necesidad de la humanidad.
Creo sin embargo, que son importantes la conformaciòn de «comunidades», el compartir nuestra fe. Jesùs siempre està, cuando dos o màs se reunen en su nombre.
Para mì es importante formar parte de la Igesia Catòlica, soy y quiero ser «una pequeña piedra en manos del Alfarero de los Cielos»(como dijo el Sr Lira en uno de sus comentarios). Pero aùn asì pienso que mi Iglesia, necesita «aires renovaderes», en lo que concierne al rol de la mujer en esta, y que ella(Iglesia) no es todo lo consecuente que quisieramos con la vida de Jesùs al respecto.
En cuanto a «Carta a las mujeres», que escribe SS. Juan Pablo II, del 29 de Junio de 1995, con motivo de la IV Conferencia Mundial de la mujer, èl expresa sus agradecimientos, a los distintos roles que han cumplido las mujeres a travès de la historia. Me parece tambièn que es un maravilloso reconocimiento a lo que la mujer ha hecho por la humanidad, lo que considero justo, considerado, y oportuno, dada la ocaciòn en la que fuè leìdo. Pero no me parece que haga grandes aportes con el desarrollo de la mujer en la Iglesia, ni mucho menos en una participaciòn real en las desiciones de esta, menos aùn en su jerarquìa.
A lo largo de nuestra historia la Jerarquía y la Congregación para la Doctrina de la Fe de nuestra Iglesia católica se ha ocupado -sistemáticamente como una labor “divina”- de la búsqueda de la “Verdad” en escudriñar en la tradición, en la relectura del Nuevo Testamento, en la teología y en el pensamientos de santos de la Iglesia, para encontrar argumentos o fundamentos que la han llevado a sentenciar como dogma que la mujer está –definitivamente- excluida del orden sacerdotal.
En mi opinión, ello es un hecho, que aunque muchos traten de maquillarlo con el cariño que la Iglesia acoge a la mujer y le entrega labores de asistencia y apoyo, en una verdad. A modo de ejemplo, copio dos citas:
“El sacerdote actúa ‘en la persona de Cristo’. Puesto que Jesús era un varón, sólo un sacerdote varón puede representar a Cristo en la Eucaristía.” Inter Insigniores § 24-28
“Un sacramento es un signo … y el sacerdote es el signo de Cristo. Puesto que no es posible para el sexo femenino denotar el grado en su eminencia, porque la mujer está en un estado de sujeción, de ahí se sigue que ella no puede recibir el sacramento del Orden ….” Summa Theologica Suppl. qu. 39 art. 1.
Así deberia haber sido siempre, que mejor que una mujer para ayudar a guiar, tenemos amor maternal que podemos dar a todos no solamente a nuestros hijos, la mujer es más espiritual, más luchadora y protectora, no abandona a sus seres queridos. Y actualmente, que se ha visto tanta perversidad en sacerdotes, nos demuestra que la enseñanza de Jesús, será mejor protegida y entregada por las mujeres.
Este pasaje es muy interesante ya que en éste se expresa cómo funcionaba la condición de Jesús hacia las mujeres de su época. La mujer siempre a jugado un papel desenpeñosa en la raza humana y a servido como sostén en muchas ocasiones.
Recordando que eso de que la mujer no podía leer la tora, esa era una de la ley seremoniales y ya para la venida de cristo eso quedo abolido recordando que el que limpia es cristo y no una simple ley.
Y voy en conjunto con lo demás comentarios sobre la posición de la mujer y ya es hora que le demos su puesto ya que fue ejemplo del gran maestro. Dios te bendiga.