Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
05 May 18
Juan 15, 18-21
“No son del mundo sino que yo los he escogido sacándolos del mundo”
Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no son del mundo, sino que yo los escogí de entre el mundo, por eso el mundo los odia. Acuérdense de la palabra que yo les dije: ‘Un siervo no es mayor que su señor.’ Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si guardaron mi palabra, también guardarán la de ustedes. Pero todo eso les harán por causa de mi nombre, porque no conocen a aquél que me envió.
El texto que nos presenta hoy el evangelista Juan, pertenece al discurso de despedida de la última cena. En él, Jesús preparara a los discípulos para el rechazo y la persecución. Desde el principio, Jesús tuvo la experiencia de no ser aceptado por los poderosos. La oposición que vivió lo llevó a la muerte… y muchos de sus seguidores han vivido persecuciones y oposiciones similares.
El “mundo”, en la lectura de hoy, no significa el mundo físico, sino que el mundo de la gente que erróneamente ha convertido en su Dios al dinero, el éxito o el poder… En un mundo organizado desde los intereses egoístas de personas y grupos, quien procura vivir siguiendo a Jesús puede terminar crucificado. Este fue el destino de Jesús.
Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes… el que sigue a Jesús, poco a poco va ganando el odio de quienes se han instalado en este mundo y no están dispuestos a ceder un centímetro de su poder, comodidad y ambición. Esas personas y grupos están preparados para usar incluso la fuerza para ganar sus objetivos.
El cristiano que sigue a Jesús está llamado a vivir al revés de la sociedad de consumo… a nadar contra corriente. Ser cristiano significa apoyar la justicia, y al injusto no le gustará y apoyar la verdad pondrá furiosos a quienes viven de la mentira. El reino de Dios es un reino de justicia y de verdad.
El Papa Francisco nos recuerda que: “Hay una incompatibilidad entre el modo de concebir el poder según los criterios mundanos y el servicio humilde que debería caracterizar a la autoridad según la enseñanza y el ejemplo de Jesús. Incompatibilidad entre las ambiciones, el carrerismo y el seguimiento de Cristo; incompatibilidad entre los honores, el éxito, la fama, los triunfos terrenos y la lógica de Cristo crucificado.” (Homilía de S.S. Francisco, 18 de octubre de 2015).
También es claro que, como el siervo no es más que su señor, el discípulo de Cristo también será perseguido y si han acogido las palabras de Jesús también acogerán las suyas, todo por causa de Cristo. Y esta identificación con Jesús, a lo largo de los siglos, dio fuerza a muchos hombres y mujeres que llegaron hasta el martirio por seguir su camino.
Hay algo más que parece de gran importancia en esta lectura y es el hecho que Jesús nos elige. Esta idea debe ser objeto de mucha meditación, ya generalmente decimos que debemos optar por el seguimiento de Jesús. Que Jesús nos elija, es un enfoque novedoso.
Todos estamos llamados a seguir a Jesús, sin embargo, hay quienes están invitados a un compromiso mayor, elegidos por el mismo Jesús para ello. Cada quien es llamado según sus aptitudes y capacidades… todos estamos llamados a ser santos, a ser perfectos. La última exhortación apostólica del Papa Francisco “Gaudete et exsultate” trata justamente sobre el llamado a la santidad en el mundo actual.
《Por supuesto, el mundo se transforma por la santidad. Cuando el mundo era aún pequeño, sin gran complejidad, y aún libre del enfrentamiento con los problemas de un orden universal, la santidad tenía un rostro más simple. Pero el mundo está sometido a un proceso de apertura y unificación cada vez más complejo en lo que es la globalización y sus problemas concomitantes.
Por eso, no hay duda de que la santidad también tiene que encontrar nuevas formas. Y estas formas no deberían excluir la exploración de soluciones objetivas y técnicas a las dificultades de la humanidad.
La creatividad, por la cual el hombre de hoy tiene éxito y se supera a sí mismo, lleva la presencia de Cristo sobre el mundo.
Llegará el día en que se revelará esta presencia, pero por ahora debe permanecer oculta. Su deber es de amor para el mundo. Su amor ya no puede permanecer en un nivel individual; sino que debe mostrarse en un nivel de acción comunitaria y cambio histórico.》