Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
16 Dic 17
Juan 19, 25/27
Ahí tienes a tu madre
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
Ramón Ángel Jara, sacerdote y poeta chileno nos dice en su “Boceto de una Madre“ [i] algo que siempre me ha impresionado mucho y que, me parece, se ajusta bastante a esta reflexión y comienza así “Hay una mujer que tiene algo de Dios y algo de Ángel por la solicitud de sus cuidados. . .
Porque, ciertamente podemos concordar que, la madre es el regalo más grande que hemos recibido. Se dice que madre hay una sola, así al menos repite el dicho pero, aquello no nos calza ya que tenemos por madre aquella que nos concibió, nos amamantó y nos guío por el buen camino para que no tropezáramos sino también que nos condujéramos por el recto sendero para lograr una vida plena y feliz. Esa mujer que luchó, sacando fuerzas desde su debilidad a fin de que surgiéramos y lográramos levantarnos. Pero, sin siquiera pedirlo, tenemos otra mamá, aquella que nos compartió Jesús, su hijo. Esa es la Santísima Virgen María.
Si, madre es una palabra sacra, tal vez la palabra más santa en todo el vocabulario. Fue Cristo el que en sus últimos instantes en la cruz, antes de expirar, dijera al discípulo amado y también, por su intermedio a todos nosotros y a toda la humanidad que su madre lo era también nuestra. Parece increíble, pero es cierto, compartimos toda la misma madre. Es por lo tanto lógico, que somos todos hermanos.
Cuantas cosas podríamos decir de nuestras madres, de sus sacrificios, su entrega, su trabajo sin descanso. También de sus momentos de dolor y aflicción, pero ella siempre con la frente en alto mirando al futuro con esperanza.
María fue siempre una madre presente, pero, cuando Jesús tenía solo 12 años dijo a su madre que él tenía por misión preocuparse de los asuntos de su padre. Me imagino el dolor que debe haber causado a esa madre esas palabras tan duras de su hijo, pero ella prefirió callar, porque sabía que Jesús tenía la razón. Debía cumplir su objetivo.
Pienso que el mayor regalo que nos dejó Jesús es, sin lugar a dudas, el poder sentirnos hijos de la mejor de las madres de todas, MARIA
Recomiendo leer el Boceto del Retrato de una madre de Ramón Ángel Jara incluido.
[i] Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados; una mujer que, siendo joven tiene la reflexión de una anciana, y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud; la mujer que si es ignorante descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños; una mujer que siendo rica, daría con gusto su tesoro para no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud; una mujer que siendo débil se reviste a veces con la bravura del león; una mujer que mientras vive no la sabemos estimar porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero que después de muerta, daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus latidos. De esa mujer no me exija el nombre si no quieres que empape de lágrimas vuestro álbum, porque yo la vi pasar en mi camino. Cuando crezcan vuestros hijos, léanles esta página, y ellos, cubriendo de besos vuestra frente, os dirán que un humilde viajero, en pago del suntuoso hospedaje recibido, ha dejado aquí para vosotros y para ellos, un boceto del Retrato de su madre.
Percy,
Gracias por tu reflexión trae a mi mente que la maternidad (y claro la paternidad) como la imagen cercana amorosa de dios está allí donde, cuándo, cómo, por qué pero está allí,…en las mujeres de distintas realidades y en nuestra buena madre María
Nunca habrán palabras bonitas para ofrecer a la Madre de Dios la Ternura de toda ternura…como ella…las madres nuestras madres han orado sobre nosotros con oraciones que son caricias poderosas para lavarnos, liberarnos del mal. Como Agustín vamos peregrinando los que no las tenemos de cuerpo presente…….a través de ese cariño desmedido el mundo se salvará…..En estos días de inicio e novena pongamos nuestros corazones, miradas y ruegos por las futuras madres, las militantes y las que están rogando por sus hijos con la pureza y ternura junto a la Madre de todos, en especial por las madres de las autoridades, políticos y los que planean maldades