Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
05 Nov 16
Juan 2, 13-22
Haciendo un látigo con cuerda, echó a todos fuera del Templo
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos.
Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas;
y dijo a los que vendían palomas: «Quitad esto de aquí. No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado.»
Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: El celo por tu Casa me devorará.
Los judíos entonces le replicaron diciéndole: «Qué señal nos muestras para obrar así?»
Jesús les respondió: «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.»
Los judíos le contestaron: «Cuarenta y seis años se han tardado en construir este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días? Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo.
Cuando resucitó, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús. Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas, sentados detrás de sus mesas. Hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos fuera del Templo junto con las ovejas y bueyes; derribó las mesas de los cambistas y desparramó el dinero por el suelo. A los que vendían palomas les dijo: «Saquen eso de aquí y no conviertan la Casa de mi Padre en un mercado.» Sus discípulos se acordaron de lo que dice la Escritura: «Me devora el celo por tu Casa.» Los judíos intervinieron: «Qué señal milagrosa nos muestras para justificar lo que haces?» Jesús respondió: «Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días.» Ellos contestaron: «Han demorado ya cuarenta y seis años en la construcción de este templo, y ¿tú piensas reconstruirlo en tres días?» En realidad, Jesús hablaba de ese Templo que es su cuerpo. Solamente cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron de que lo había dicho y creyeron tanto en la Escritura como en lo que Jesús dijo.
Juan Apóstol y Evangelista, fue testigo privilegiado de la vida de Jesús. Su primer encuentro en la ribera del Jordán, junto a Pedro y Santiago, marcaron toda su trayectoria vital. Fue con ellos, testigo de su Transfiguración y compañero de su agonía, así como el único de los Apóstoles que vio morir al Maestro y el primer testigo de su Resurrección. “Se asomó al sepulcro vacío, vio y creyó”. Leer sus relatos tiene un sabor diferente y trae una honda penetración espiritual de los hechos y dichos mencionados. En el texto de hoy, la referencia al Templo. En otro pasaje el Agua Viva, del pozo de Jacob. El Buen Pastor que da la vida por su rebaño. La Vid y los Sarmientos, una nueva relación del hombre con su Dios. Por último, su reiterada mención al Amor y la Misericordia como señales elocuentes del testimonio cristiano para una mejor vida de la humanidad. Seguramente, la tardía fecha de sus escritos, año 90, le permitió seleccionar y relatar con “poética profundidad” hechos y palabras de Jesús como protagonista con un enfoque muy personal.
Hoy, es el Templo el contenido de su Mensaje… ”saquen eso de aquí y no hagan de la Casa de mi Padre un lugar de negocios” Para el Pueblo Judío, el Templo era un lugar sagrado, había sido construido por Salomón, contenía el Arca de la Alianza y el Candelabro de los siete brazos. Era su orgullo como Pueblo elegido y un espacio sagrado… “morada donde Dios residía físicamente” Los enemigos de Israel centraban en sus contiendas la destrucción del Templo como señal de humillación y derrota de la soberbia del pueblo judío. Los mismos Profetas cuestionaban esa falsa seguridad de Israel que les hacía sentirse exentos de toda desgracia al poseer el Templo de Dios. “aquí estamos seguros,” decían. El Profeta Jeremías (cap. 7) les dice, para que se ubiquen… ”Escuchen hombres de Judá. No vayan diciendo… Tenemos el Templo del Señor. Aquí está Dios en su morada. De nada les sirve si no mejoran su proceder y hacen justicia a todos. Dejen de oprimir al extranjero, al huérfano y a la viuda. No manchen este lugar con gente asesinada” El factor coherencia, tema reiterado de los Profetas se hace presente. El relato de Juan, muestra la ira de Jesús… “ porque el celo de tu Casa me devora”, al encontrar el Templo convertido en el lugar donde se han establecido el afán de poder y la corrupción. En esa mezcla a veces patética, de religiosidad, dinero, poder y corrupción. La Psicología habla de la “disonancia cognitiva” como la tensión o incomodidad interna, cuando nuestras creencias o emociones no están en armonía con lo que hacemos. Agrega, que buscamos recuperarla, iba a decir tranquilizarnos, con razones y nuevas creencias que la justifiquen. Así, el honor de la Patria, evitar males mayores y hasta… la Gloria de Dios.
Últimamente, por razones profesionales, en el contacto con personas y grupos, me han sorprendido dos situaciones. Cuando surge el tema de la Fe, el extraordinario impacto que ha tenido para la religiosidad de las personas y la permanencia en su adhesión, las situaciones de pedofilia de algunos de sus ministros, junto a la lenta reacción de sus superiores. En otro ámbito muy distinto, en una encuesta de opinión se preguntaba, en el contexto de nuestras recientes elecciones, cuál sería el mejor y más necesario aporte de los candidatos a alcaldes y concejales. La respuesta repetida: honorabilidad y transparencia, así de simple. En ámbitos distintos una sola exigencia: coherencia entre el decir y el hacer. El tema del Templo y la ira del Señor son referentes. Es transversal y atraviesa instituciones, empresas, la función política, roles y alcanza hasta la vida cotidiana. Coherencia y verdad. Jesús Maestro, enseña “Que vuestro lenguaje sea sí cuando es si y no cuando es no, porque lo que se añada lo dicta el demonio” Nuestro Papa Francisco, arriesgadamente está moviendo el timón de la Iglesia en ésa dirección: trasnparencia, verdad, honorabilidad y consecuencia…en el Nombre de Jesús y su Evangelio. Señala el camino.
Muy bueno este evangelio, toca uno de muchos de mis pecados siempre estoy criticando a mis hermanos cristianos, que predican pero no practican, es decir no son coherentes , entre el decir y el hacer, porque? no lo sé, pero no es lo que CRISTO nos ha enseñado.Hay que observar en misa, cuesta que den la paz, porque?, salen de misa y es otra la imagen que muestran. De ninguna manera muestran ese sello de cristiano que debiéramos llevar en nuestro proceder, no es para muchos coherente el evangelio que escuchan los Domingos con la vida cotidiana, porque ?.
En la elección presidencial que acaba de realizarse en otro país, los ciudadanos nos han dado una gran lección ,no mas a los políticos porque nos han defraudado no fhan sido coherentes con lo que dicen y después hacen,