Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
06 Jun 14
Juan 21, 15-19
Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.
Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos.» Le preguntó por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Pedro volvió a contestar: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Cuida de mis ovejas.» Insistió Jesús por tercera vez: «Simón Pedro, hijo de Juan, ¿me quieres?» Pedro se puso triste al ver que Jesús le preguntaba por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.» Entonces Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.» En verdad, cuando eras joven, tú mismo te ponías el cinturón e ibas a donde querías. Pero cuando llegues a viejo, abrirás los brazos y otro te amarrará la cintura y te llevará a donde no quieras.» Jesús lo dijo para que Pedro comprendiera en qué forma iba a morir y dar gloria a Dios. Y añadió: «Sígueme.»
Juan, el Apóstol y Evangelista comparte con Pedro y Santiago su hermano, el grupo de discípulos de la primera hora y el círculo más íntimo de Jesús. Su Evangelio fue escrito en los años 90. Juan era el más joven de todos, por ello guarda una fiel memoria de hechos y palabras de Jesús, como también de los lugares donde ocurrieron. El tema del Amor, es una melodía de fondo en todos sus escritos (el cuarto Evangelio y tres Epístolas) En todos ellos presenta a un Dios diferente: es Amor, e invitaa sostener con Él, un tipo de vinculación distinta…”el que no tiene Amor, no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor” A Dios no se le teme…se le ama. Así de simple.
Hay que reconocer el impacto y rechazo de los judíos, la mayoría de influencia farisaica, a estas palabras y a todo el planteamiento de Jesús. En palabras simples…”hay que tener Amor para conocer a Dios y el que dice que ama a Dios y no ama a su hermano…. Miente”.No es la Ley, lo importante no es la Tradición, ni es el Camino. Esto explica el rechazo que provocaron sus palabras, las piedras, los intentos por acabar con Él, su andar escondido, el abandono de muchos de ellos…y finalmente la muerte en la Cruz.
Como otras veces, vale la pena leer, pausadamente, todo el capítulo. Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. Se trata de la tercera aparición de Jesús. Ahora, en el Lago de Tiberíades (Mar de Galilea). Están allí, Pedro, el que lo había negado tres veces “antes que cante el gallo”. Tomás, “el que creía que no creía”, Natanael, un varón sin doblez”. Juan, “el discípulo amado” y Santiago, “el violento hijo del trueno”. Todos ellos salen a pescar sin éxito. Jesús los divisa desde la playa. No saben que es ÉL. Les grita que “echen las redes a la derecha de la barca”, lo hacen “y no podían sacar las redes por la gran cantidad de peces.” Jesús los espera con un desayuno de pescadores y allí conversa con Pedro, íntimamente…”Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Dos veces más le repite la misma pregunta… Pedro le reitera una misma respuesta…. “Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes que te amo. Jesús, al fin le dice, confiándole una Misiòn… Apacienta mis ovejas“
Leo el Evangelio de la Alegríadel Papa Francisco…” la propuesta del Evangelio no es solo la de una relación personal con Dios…La propuesta es el Reino de Dios; se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos. Entonces, tanto el anuncio como la experiencia cristiana, tienden a provocar consecuencias sociales.”… Hay que releer entre líneas.
Modestamente, digo con él…no es solo amar a Dios…es también comprometerse en una Misión…la construcción del Reino, con todas las consecuencias sociales y políticas…. Aquí y ahora. “Me amas……. Apacienta” Era muy difícil que lo aceptaron los judíos (fariseos en su mayoría) y los poderosos de la época.
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