Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
04 May 19
Juan 3, 31-36
“El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano.”
El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre él.
Hace pocos días el mundo cristiano celebró la Pascua de Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Para muchos, el momento más importante del Año Litúrgico, pues este hecho es el centro de nuestra fe,… “que Jesús resucitó de entre los muertos”. Para cada cristiano este día debiera tener un significado especial junto a Pentecostés, que se celebra 50 días después. Es decir, mientras escribo estas líneas estamos en la época del año en que deberíamos reflexionar sobre la resurrección de Jesucristo y la venida del Espíritu Santo. ¿Qué significa esto para cada uno de nosotros?
Creencia. Fe. Esperanza… son las palabras que nos evoca el pasaje del Evangelio de Juan, calando en lo más profundo de nuestras convicciones religiosas. ¿Aceptamos el testimonio de Jesús y por tanto creemos en que Dios es veraz? ¿Sentimos que el Espíritu Santo está en nosotros y creemos en el Hijo de Dios y por tanto tenemos puesta nuestra esperanza en la vida eterna? Estas preguntas están entre las más complejas de contestar con relación a nuestra fe cristiana y por qué no, a la vida misma. Habrá quienes aceptan al “Jesús” en cuanto a ser humano, habrá quienes aceptan al “Espíritu Santo” en cuanto a ser la Tercera Persona de la Divina Trinidad, habrá quienes no lo hagan. Sin embargo, el impacto de la vida de Jesús y la creencia que él es el Cristo ha configurado la historia de la humanidad, particularmente del mundo occidental y estoy seguro sigue haciéndolo.
Todos nuestro valores ético-morales están de una forma u otra influenciados por la existencia de un Dios encarnado en Jesús, “El que viene de arriba… el que viene del cielo,…”. Por esto, nuestra fe no es solamente algo abstracto, personal e íntimo; sino más bien es algo concreto, social y público. Las palabras del evangelista son tanto más vigentes ahora que en aquel entonces, cuando dice que “El Padre ama al Hijo, y ha puesto todo en su mano”, es para mí justamente el hecho incuestionable que la existencia de Jesucristo representa por sí misma, el hecho histórico y social más trascendente de la cultura occidental. Claramente, y sin mediar la interpretación de la divinidad de Jesús, el hecho de que creamos en Dios incuestionablemente nos hace pensar que todo ha sido puesto en sus manos. Nuestra conceptualización del bien y del mal, nuestra sed de justicia y sistema legal, nuestra pasión por la vida, el amor al prójimo, la lucha por el respeto a la igualdad de derechos, nuestra búsqueda de un mundo mejor y un largo etcétera se vincula con la figura de Jesucristo.
“Todo ha sido puesto en sus manos…” es la manera más directa de aceptar que nuestro mundo es lo que es, con sus éxitos y sus fracasos, con sus avances tecnológicos y su pobreza extrema, con alegrías y fracasos, gracias a la venida de Jesucristo. Yo soy un convencido que, de no haber existido ese evento histórico-teológico, la humanidad hoy sería totalmente distinta, configurada con otros valores y construida sobre otros cimientos. Nadie jamás podrá decir cómo habría sido, pero con seguridad que sería distinta nuestra realidad. Y, por cierto, también estoy seguro de que cada día más y más la humanidad evoluciona hacia un mundo mejor, en gran medida gracias a Jesucristo junto con la venida del Espíritu Santo.
No se si la humanidad está en el camino correcto, lo que se es que todo esta diseñado por sus manos, irremediablemente no enfrentaremos a su triunfo y al fracaso de quienes le niegan, la Vida Es jesucristo:…todo ha sido puesto en sus manos… todo lo demás es muerte