Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
08 Abr 13
Juan 3, 31-36
«El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su manos».
El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica la veracidad de Dios. El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre Él.
Hermanos y hermanas en la fe, Aleluya aleluya el ¡Jesús de la historia se quedó con nosotros! ¡No ha muerto! Vive tan cerca que está dentro de mí dentro de nosotros.
Con mucho temor empecé esta reflexión de Juan, siempre me costó compenetrarme con sus escritos; pero este texto me enamora, tiene la profundidad del evangelista, aquí me muestra la humildad de Juan Evangelista (“nadie puede atribuirse nada»; «hace suya la verdad misma de Dios») para con el profeta Jesús…y la grandeza de Jesús hoy el Cristo resucitado para quedarse con cada uno, pero ¿quedarse dónde? y ¿para qué?
Sin lugar a dudas quedarse en el corazón humano, hacerse carne en nuestra carne para manifestar su AMOR incondicional a través del Hijo….este Jesús que vino a llenar «por completo el corazón humano», a ser uno más entre nosotros.
¿Para qué? Desde la mirada de fe escucho la vos de mi conciencia que me lleva a buscar los caminos de Cristo, y con la simpleza de los corazones sencillos hacer la opción del servicio, de la entrega de mi persona misma para donar mi tiempo y por qué no todo aquello que puedo y quiero compartir, habilidades, capacidades, conocimiento, escucha y consuelo, privilegios, bienes y poder, si el poder también se puede compartir si me abandono y confío.
Pero sin duda el pasaje que resuena en mi meditación es en el que Juan traduce lo que percibió y asimiló de la persona de Jesús como lo esencial: «Jesús es amado por su Padre motivo por el cual le pone todas las cosas en sus manos». Si en el trascurso de mi vida puedo experimentar este amor, convencida estoy que lo demás llega por añadidura.
Pastoralmente hemos escuchado demasiado argumentos, demasiado palabras y fundamentos que solo alimentan mi razón y dejan en el «vacío la búsqueda de la experiencia;» la búsqueda del encuentro profundo con mi ser interior. Es allí donde «siento y descubro mi filiación con el Padre y es allí donde el «»motor del Espíritu» actúa y empuja a realizar el llamado. » Dios Padre pone todas las cosas en sus manos» en mi mano, en nuestras manos, confía y respeta con amor mi colaboración para caminar, hacer, construir el mundo de hermanos que El espera y desea para toda la humanidad.
¡Ese Su espíritu de amor y bondad regala Cristo resucitado a cada ser humano tan necesitado de llenar el vacío interior!
Quiero despedirme invocando al Espíritu Santo, Espíritu del amor del Padre con el Hijo nos dé su gracia y coraje para lanzarnos a la aventura de amar según Cristo.
Amén.
Gloria querida, tu reflexión me ha conmocionado, ha llegado fondo a mi corazón y no para reflexionar como pensamientos intelectuales, sino como experiencias de vida, que son muchas cada día. Que varias veces podamos quedarnos silenciosos por segundos y SENTIR lo que tú has compartido con nosotras/as.
Te quiere y admira tu amiga
Davina
El Padre ama a Hijo, como el Padre ama a todos los hombres. Dios a través de Cristo nos hace asumir el compromiso con el amor. Lejos de ser algo superficial es el “motor de vida” que distingue a los hombres de bien.
Siempre me cuestiono, ¿Por qué es tan difícil vivir en el amor, o mejor dicho vivir en Dios, con Dios y para Dios, y dejarle manejar las directrices de nuestras vidas?; entiendo nuestras limitaciones humanas, nuestros continuos “ ires y venires” en las decisiones que cada día y en cada detalle, debemos renovar este compromiso.
Pero donde aún se hace más fuerte este cuestionamiento, es ante el dolor y sufrimiento. Al respecto, no puedo dejar a pensar en la peor tortura de Cristo Nuestro Señor, horas antes de su crucifixión, su miedo al dolor, cuando en Getsemaní habla con el Padre, su angustia y desconsuelo se hacen inmensos, entonces, teme… y duda. Para nosotros también este es un punto complicado. Por ejemplo, hoy nos vemos amenazado por una guerra en Korea, me aterroriza pensar la cantidad de sufrimientos, muertes y destrucción que esta traería a nuestro planeta, entonces ¿no es humano preguntarse, Dios lo permitirá? Cuantos podemos creer, confiar y decir como Jesús en esas horas de máxima aflicción: “Abbá para ti todo es posible; aparta de mí esta copa. Pero no. No se haga lo que yo quiero, sino lo que quieras tú” (Marcos 14, 36).
Cristo en cada episodio de su vida, nos entrega el modo de cómo alcanzar las “puertas del cielo”, nos da la posibilidad de imitar sus humanas decisiones para poder llegar al Padre, en este segmento del evangelio está clarísimo: “EL QUE ACEPTA SU TESTIMONIO CERTIFICA LA VERACIDAD DE DIOS”
No es mejor cristiano el que sigue fervorosamente ritos, pompas y ceremonias, sino el que emula por propia decisión la vida de Cristo, es aquel que basa su vida en el modelo del Amor.
desde lo mas intimo de corazon, deseamos vivir y trasmitir el modelo de Cristo, su proyecto y sus planes. cuesta mucho ir contra la corriente, contra las estrucutras tal cual estan,,hoy dia se habla menos de este cambio de paradigmas…y siento que hay volver a poner en el centro de las discusiones y del actuar humano. por que el ser persona esta degradado por multiples motivos y solo desde el compromiso y entrega desde el amor, lograremos algo que tal vez no podamos VER nosotros pero es un legado a otras generaciones… sigamos sembrando que la semilla del bien dara sus frutos de bondad, servicio, solidaridad, amor, compromiso, entrega,fraternidad….