Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
20 Abr 09
Juan 3, 5a.7b-15
Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu.» Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede suceder eso?» Le contestó Jesús: «Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro testimonio. Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.»
Nicodemo es el nombre de un rico fariseo que aparece en el Nuevo Testamento, importante por ser el protagonista de un profundo diálogo con Jesucristo.
En la Biblia, al igual que ocurre con Lázaro, Nicodemo no pertenece a la tradición de los evangelios sinópticos y es solo mencionado por Juan, que le dedica más de la mitad de este capítulo. Nicodemo es por lo tanto un personaje transversal en el sentido que está siempre presente, pero sin asumir un protagonismo destacado. La primera vez que aparece mencionado es para encontrarse con Jesús, de noche, intrigado por los milagros que hace Jesús.
Si nos dijeran lo que le dijo Jesús a Nicodemo nos parecería irrisorio, algo imposible, pero, para Dios no hay nada imposible. Nacer de nuevo es simplemente abrirnos a la libertad que nos ofrece Jesús a vivir la vida a fondo abriendo nuestros sentidos a la realidad que se nos da.
Nicodemo y así todos los fariseos de esa época, eran incapaces de comprender esa experiencia de libertad que les proponía Jesús. Estaban demasiado atados a las reglas de la época. No veían más allá de la ley y su cumplimiento.
Hace muchos años, cuando tenía 16 años. Cursaba entonces los últimos años de la enseñanza media. Mi idea era, y en mis cortos años siempre había sido que, al terminar el colegio, entraría a la universidad para estudiar arquitectura. Todo iba muy bien, hasta que en una mañana de Diciembre, a raíz de un lamentable accidente automovilístico, todos esos proyectos se vinieron al suelo. Tuve un TEC cerrado que termino en una hemiplejía, el lado izquierdo del cuerpo paralizado. Una vez que salí del hospital, debí por un tiempo movilizarme en silla de ruedas. Luego vino un sinfín de tratamientos que, lograron estabilizarme e ir teniendo pequeños logros, primero pude volver a hablar, luego dar mis primeros pasos y finalmente terminar mi educación secundaria. Es decir, después de estar un mes inconciente con la nueva técnica de esa época – la hibernación, volví a nacer. Como que se me fue poco a poco abriendo un sendero que me ha llevado a tener una vida, no falta de problemas pero plena y feliz. Por todo esto no me cansaré nunca de agradecerle al Señor.
El cielo no hay que buscarlo fuera, sino que es una realidad que empieza a palparse dentro de cada cual desde el mismo momento en que uno entra en la conciencia grande y honda de que Dios está con cada uno y uno está con Dios.
“Si realmente se desea descubrir algo, hay que abandonar la actitud del hombre que lo mira todo de lejos; si se quiere conocer a alguien, hay que seguir sus huellas, no cuando el sol ya las ha borrado, sino cuando aun son profundas en la nieve”. Jan Dobracynski. Carta XI. Cartas de Nicodemo.
que bien quedo la pagina!!!!
realmente es evangelizar, llevar el evangelio, aplicar a nuestras vidas y nada….cae en todo tipo de terreno y ya esta…hemos sembrado!!!
Percy gracias por tu reflexion..estupenda!
Felicidades a los esforzados productores de este blog que nos acercará cada vez más, entre nosotros y en nuestro caminar hacia el Reino de Dios… Un reino aquí y ahora, como tan lindamente nos expone con su experiencia personal Percy… Extendamos est Reino a todos los hermanos.
Gracias, felicidades y adelante!!!
Percy: Hermosisimo tu comentario. Es cierto nadie puede hablar de lo que no vive sino tiene esa conciencia profunda en el Señor.