Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
15 Mar 10
Juan 4, 43-54
“Jesús sana al hijo de un funcionario”
Pasados los dos días, Jesús partió de Samaria para Galilea. Él había afirmado que un profeta no es reconocido en su propia tierra. Sin embargo los galileos lo recibieron muy bien al llegar, porque habían visto todo lo que Jesús había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues ellos también habían ido a la fiesta.
Jesús volvió a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real en Cafarnaún que tenía un hijo enfermo. Al saber que Jesús había vuelto de Judea a Galilea, salió a su encuentro para pedirle que fuera a sanar a su hijo, que se estaba muriendo. Jesús le dio esta respuesta: “Si ustedes no ven señales y prodigios, no creen”. El funcionario le dijo: “Señor, ten la bondad de venir antes de que muera mi hijo” Jesús le contestó: “Puedes volver, tu hijo está vivo”.
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Al llegar a la bajada de los cerros, se topó con sus sirvientes que venían a decirle que su hijo estaba sano.
Les preguntó a qué hora se había mejorado el niño y le contestaron: “Ayer, a la una de la tarde, se le quitó la fiebre”. El padre comprobó que a esa misma hora Jesús le había dicho: “Tu hijo está vivo”. Y creyó él y todos los de su casa. Esta es la segunda señal milagrosa que hizo Jesús. Acababa de volver de Judea a Galilea.
En este evangelio se narra un hecho sobresaliente: La curación del hijo de un funcionario real por la fe con que éste le pide a Jesús.
Alrededor de este hecho podemos resaltar varias actitudes de los diferentes grupos humanos con los que venía tratando Jesús; los samaritanos considerados pecadores por los judíos, sin embargo son ellos quienes escucharon a Jesús y creyeron en Él, el funcionario real también despreciado por los judíos, quien no sólo le pide con fe sino que cree en Su palabra cuando le dice que vuelva porque su hijo está sano y obedientemente regresa y encuentra bien a su hijo por lo que no sólo él cree sino todos los de su casa.
Y en ese entorno, Jesús les reprocha a los judíos, que sólo creen “cuando hay milagros y prodigios”. Con esto Jesús nos hace un llamado a creer en su Palabra y en su presencia en el mundo por voluntad del Padre.
Por otro lado, es claro el mensaje de que todos los seres humanos somos amados por Dios Padre y creador y que quienes lo buscamos y pedimos con fe, somos acogidos y escuchados en nuestras necesidades, tribulaciones y peticiones.
Aprendamos a reconocer los signos que nos llaman a una conversión, a un crecimiento en la fe y a una vida coherente con lo que ocurre a nuestro alrededor; asumamos nuestras responsabilidades de hombres y mujeres a quienes se nos confió una maravillosa creación que no hemos sabido cuidar; oremos y actuemos con eficiencia en el cuidado de lo que aún nos queda.
Vamos a restaurar, resembrar y revalorar no sólo lo material sino lo trascendente, lo espiritual, empezando por nosotros mismos para proyectar la belleza y el amor que heredamos de nuestro Padre.
Hermoso comentario de Ketty Arce, gracias. Comentario centrado en uno de los tantos pasajes en que Jesús señala que todos somos amados por el Padre. Creo que en Juan en este evangelio también nos plantea el siempre complicado problema de la fe: “Si ustedes no ven señales y prodigios, no creen”, muy atingente siempre, más cuando nos ocurren desgracias personales, familiares o sociales (terremoto) y muchas veces con ingenuidad nos preguntamos ¿entonces donde está Dios? , en nuestra frágil fe, perdida, recuperada y vuelta a perder reclamamos señales prodigiosas, Jesús nos llama la atención sobre este hecho.
Siempre en el amor de nuestro Señor.
Manuel Muñoz
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino –nos dice este Evangelio. Y, en la reflexión que nos hace Ketty Arce al respecto, nos señala: Aprendamos a reconocer los signos que nos llaman a una conversión, a un crecimiento en la fe y a una vida coherente con lo que ocurre a nuestro alrededor
El tema de la fe es algo en lo que no podemos dejar de pensar, buscar, asumirla y reforzarla en el día el día. Por cierto es un don, pero hay que pedirla y buscarla para ser verdaderos cristianos, ella nos alienta y empujar a ser discípulos de Cristo, pues el cristianismo es Cristo vivo en cada uno de nosotros
En memoria de los 30 años del martirio del arzobispo de San Salvador, monseñor Óscar Romero, asesinado un 24 de Marzo de 1980 cuando oficiaba una misa, creo oportuno citar lo que él dijo en su homilía del 06.11.1977:
Hermanos: ¡Cómo quisiera yo grabar en el corazón de cada uno de ustedes esta gran idea: El cristianismo no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir, leyes de prohibiciones! Así resulta muy repugnante. El cristianismo es una persona, que amó tanto, que me reclama mi amor. El cristianismo es Cristo.
Gracias Ketty, por esa reflexión al Evangelio, que nos anima a buscar más de Dios por fe, que por señales y prodigios. Si tenemos fe, los milagros vendrán mas temprano que tarde. Un día alguien me regalo unas semillas, me dijo que eran de clavel. Sembré unas cuantas semillas el primer ano durante el verano y las plantitas que salieron, murieron a causa del invierno. El próximo ano sembré el resto un poco más temprano, y pude ver como las plantitas sobrevivieron el invierno, y dieron unas flores maravillosas después de dos anos. Yo sabia que las semillas estaban buenas y que darían fruto, pero había que tener paciencia y esperar. De igual manera, hace unos cuatro anos, mí querida hija se enfermo, ya para terminar su escuela superior. Aunque la enfermedad de mi hija era fisica, los medicos no le hallaban la causa y solucion. Busque en el Señor la respuesta y El me llevo a Mateo 6:33 “Buscad primero el reino de Dios y su justicia, que todo lo demás será hecho por añadidura.” Me pregunte donde puedo encontrar el Reino de Dios en la tierra? El Señor me mostró una iglesia. Por el mensaje de la Biblia, comprendí que había algo en lo espiritual que necesitaba ser llenado, y así comenzamos por fe, mi familia y yo, a congregarnos fielmente en una iglesia y a pedir al cielo por aquella situación desesperada. Que Dios tuviera misericordia de nosotros y que nos hiciera el milagro de sanidad en la muchacha. Igual que con las plantas, hubo que esperar, pero hoy después de cuatro anos, doy la Gloria y la Honra al Señor, pues mi hija no solamente ha sido completamente curada, sino que ha aprendido a conocer más de Dios y a tener fe por ella misma. Saludos,
José, Nueva York, USA