Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
11 Mar 13
Juan 5, 31-47
Si yo hago de testigo en mi favor, mi testimonio no tendrá valor. Pero Otro está dando testimonio de mí, y yo sé que es verdadero cuando da testimonio de mí. Ustedes mandaron interrogar a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Yo les recuerdo esto para bien de ustedes, para que se salven, porque personalmente yo no me hago recomendar por hombres. Juan era una antorcha que ardía e iluminaba, y ustedes por un tiempo se sintieron a gusto con su luz. Pero yo tengo un testimonio que vale más que el de Juan: son las obras que el Padre me encomendó realizar. Estas obras que yo hago hablan por mí y muestran que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me ha enviado también da testimonio de mí. Ustedes nunca han oído su voz ni visto su rostro; [y tampoco tienen su palabra, pues no creen al que él ha enviado. Ustedes escudriñan las Escrituras pensando que encontrarán en ellas la vida eterna, y justamente ellas dan testimonio de mí. Sin embargo ustedes no quieren venir a mí para tener vida. Yo no busco la alabanza de los hombres. Sé sin embargo que el amor de Dios no está en ustedes, porque he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me reciben. Si algún otro viene en su propio nombre, a ése sí lo acogerán. Mientras hacen caso de las alabanzas que se dan unos a otros y no buscan la gloria que viene del Único Dios, ¿cómo podrán creer? No piensen que seré yo quien los acuse ante el Padre. Es Moisés quien los acusa, aquel mismo en quien ustedes confían. Si creyeran a Moisés, me creerían también a mí, porque él escribió de mí. Pero si ustedes no creen lo que escribió Moisés, ¿cómo van a creer lo que les digo yo?»
Juan escribió un Evangelio y tres cartas. Año 90. Era el más jóven de los Apóstoles, hermano de Santiago. Con Pedro y Santiago conforman el círculo más íntimo de Jesús. Muchas veces aparece con ellos tres (“los llevó aparte”, en la Transfiguración y en la Oración del Huerto.) La intimidad con Jesús le da un sentido especial a todos sus escritos. Es el primero, con Pablo, que habla de “amar a Jesús”. Respetarlo, creerle … no basta. Anuncia una forma distinta de vincularse con Dios. Vean su Primera Carta, (cap. 1), su relación con Él, es algo íntimo, una experiencia humana, vital. “Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, puesto que lo hemos mirado y tocado con nuestras manos…a Él, lo anunciamos”. No se trata del conocimiento de una nueva ley o de un programa. Se trata de la relación con una Persona que hay que “oír, seguir y … con Quien hay que permanecer” Miren lo que dice en esa misma Carta (cap.4). “El que no tiene amor, no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor”, Es un Dios diferente, (demasiado humano) que nos invita a amarlo, a seguirlo, a permanecer en su Amor. Todo aparecía muy extraño al discurso del Judaísmo contemporáneo a Jesús. Es comprensible su perplejidad, como también el impacto de su Persona entre los judíos…”Nadie ha hablado como este hombre” Dios, para ellos, era alguien distante y terrible. Así era la imagen que de Él tenían, hasta en los prodigios favorables para Israel. Ahora, la revelación de Jesús muestra un Dios distinto. El rostro humano de Dios. Los textos abundan. “Como el Padre me ha amado, así también Yo les he amado, permanezcan en Mi Amor”. “Pedro ,tú ¿ me amas más que estos?” “Nadie tiene amor más grande que aquel que da la Vida por sus amigos, ustedes son mis amigos”. ¿Un Dios amigo de los hombres? Pablo, tendrá una experiencia similar, invita a que…”Caminen en el Amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros”, y desde la cárcel en Jerusalén, les escribe a los filipenses…”Solo Dios sabe cuánto les quiero a todos ustedes, con el tierno amor de Jesucristo”.
Este es Juan y su Mensaje. Contrasta leer el cap. 5. con lo dicho más arriba. Los judíos fariseos “le tienen mala” a Jesús. Ha curado a un paralítico en la piscina Betesda en Jerusalén. (Hace un tiempo, la ví igual al relato, con sus 5 pórticos Jesús ha profanado su día sagrado. Ha optado por el desvalido por sobre la norma. Jesús que “sabía lo que hay en el hombre” los desenmascara. No les importa el sábado, están defendiendo su poder, su gloria, sus intereses y su seguridad. “Yo los conozco a ustedes y sé que no aman a Dios. ¿Cómo pueden creer ustedes si aceptan los honores de los otros y no aceptan los honores que vienen del Dios único?
Hoy subsisten “paralíticos y sábados” …todos tenemos algo de unos y otros. Los paralíticos de nuestro tiempo, están en todos los que sufren alguna forma de discriminación, en los que no logran comprender el sentido de la vida, en los que son dañados por la codicia y avaricia de los poderosos … y el silencio de los buenos. Los “sábados”, cuidado… todos tenemos algo de “sábado”. Algo “se nos ha pegado” cuando aparecen (y aparecemos) apegados a la riqueza injusta, cuidando el poder de la institución y la seguridad de las inversiones, sobrevalorando las condiciones del mercado y el futuro de la economía por sobre “todo el hombre y todos los hombres “.En nuestro país, también hay instituciones y grupos humanos que tienen algo de “sábado”. Las Iglesias cuando sobrevaloran el poder por encima de la Misión. Las Empresas (Banca, Instituciones de Educación, Salud, Comercio y otras), cuando es la codicia y la ganancia injusta la que domina su forma de contribución a la sociedad. Los que ejercen el poder político, en todos sus niveles, es “sábado” cuando no es el servicio a sus próximos, el que orienta y lidera sus pasos y compromisos. La sociedad toda, cuando permite “que quede gente atrás”. Jesús nos lo repite…”el sábado se ha hecho para el hombre … y no el hombre para el sábado”.
Nota. Este comentario lo escribí al inicio de Febrero, antes de la dimisión de Benedicto. Al releerlo hoy, pienso que también (lo digo modestamente ) le “viene bien” a los Cardenales en Roma.
Deja una respuesta