Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
11 Oct 10
Lucas 11, 29-32
«A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás”
«Habiéndose reunido la gente, comenzó a decir: ‘Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás”.
El texto de Lucas me recuerda un chiste. Un hombre se ahogaba y pidió ayuda a Dios, que Este le enviara un signo de su salvación. Pasó por él un árbol caído, no lo tomó, pasó un bote, tampoco, hasta que un helicóptero vino para rescatar a las víctimas y él dijo: No lo necesito, Dios me va a enviar el signo de mi salvación. Cuando ya se indignaba contra Dios le dijo: ¿Por qué no me has ayudado? Dios le contestó: Te he enviado tres fuertes signos de que te quiero y que quiero tu salvación, pero tú no pudiste reconocerlos.
Además, todavía estoy viviendo por el corazón y el espíritu las experiencias profundas del XIII Encuentro Latinoamericano de nuestro movimiento – Renovación Cristiana – Miamsi – que se realizó en Uruguay del 3 al 8 de septiembre de este año, bajo el gran tema “Signos de los tiempos”.
Los ninivitas, que no conocían a Yahweh, escuchan a Jonás y se convierten. La reina de Sabá (del Mediodía) hace un inconfortable viaje sólo para escuchar y conocer la sabiduría de Salomón, rey de Israel, siervo de Yahweh. Jonás fue signo de salvación para los idólatras de Nínive y la reina de Sabá para sus súbditos. ¿Y los contemporáneos de Jesús? ¿Y los que le seguían día a día, y escuchaban sus prédicas sobre el Reino de Dios, rezaban con él al Padre Nuestro, eran testigos de curas, de su compasión por los enfermos, los más frágiles y desamparados?
¿Qué piedras internas formaban el muro de la duda? ¿Qué prejuicios les impedían de reconocer a Jesús como él mismo se llamaba, Hijo del hombre? Si leían al profeta Isaías, lo que creemos que sí, ¿por qué no reconocerlo como Siervo Sufriente?
Los seguidores de Jonás y los súbditos de la reina de Sabá no podrán entender a los contemporáneos de Jesús, se sorprenderán y los condenarán, lo que no quiere decir que Dios condene, gracias a Su inmensa misericordia.
Nosotros nos sorprendemos y nos indignamos con determinadas actitudes de sacerdotes y obispos, hacemos pesadas críticas a muchos de los fieles de la Iglesia Católica de Tradición Romana. Sin embargo, ¿creemos en Dios como los ninivitas pasaron a hacer después de escuchar a Jonás, un rebelde también que huye de Dios y de su misión, creemos en la sabiduría de Dios como la reina por los labios de Salomón?
¿Nuestra fe depende de signos que nos agraden, que nos respondan a nuestras peticiones y necesidades? Cuando nos pasa algo triste, desagradable ¿seguimos reconociendo la presencia de Dios en nuestra vida, en nuestra historia? ¿Le solicitamos a Dios a cada paso un signo para que sigamos creyendo y viviendo según lo que nos ha enseñado Jesús, el Cristo?
Nos preocupamos demasiado con los/as demás, con la jerarquía, el magisterio, etc, con sus faltas y omisiones. Eso hacían los fariseos con Jesús y sus discípulos/as. Por supuesto que la santa indignación, como sentía el Maestro, por las injusticias, prejuicios, maldades, etc es un mandamiento para los cristianos. Pero no juzgar a los hermanos y hermanas. Tampoco juzgar a nosotros mismos, sino discernir, como dice la canción entre lo bueno y lo malo, arrepentirse, y sí rezar, rezar y pedir misericordia, paz interior, fe, esperanza y caridad. Actuar por la luz del Espíritu.
¡Señor, aumente nuestra fe! Amén.
Deja una respuesta