Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
12 Oct 09
Lucas 11, 29-32
«A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás»
La gente se aglomeraba alrededor de Jesús y él se puso a decir: “Ésta es una generación malvada; pide una señal, pero no se le dará una señal diferente a la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los ninivitas, así el Hijo del hombre lo será para esta generación. La reina del sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde el extremo de la tierra a escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más importante que Salomón. Los habitantes de Nínive se levantarán el día del juicio contra esta generación y la condenarán, porque ellos hicieron penitencia por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más importante que Jonás.
Es bueno saber quien es Lucas. Es un médico judío, de Antioquía, allí Pablo lo descubrió. Fué su “médico querido” y el amigo fiel. En los tiempos que todos lo abandonan, dirá” solo Lucas está conmigo”. Hay estudiosos que dicen que perteneció al “grupo de los 72”, fueron personas como los apóstoles, que lo conocieron y anduvieron con Él, pero con menor cercanía e intimidad. Su Evangelio, el tercero, fue escrito alrededor del año 75. Si leen los tres primeros capítulos descubrirán que antes de escribirlo, entrevistó a muchas personas, para narrar lo que había pasado, desde los orígenes y ordenadamente. Todo indica que la Virgen fué una de aquellas personas. Por eso que a la infancia de Jesús y a la Virgen le dedica algunas páginas. Además, escribió los Hechos de los Apóstoles, un relato, casi periodístico, de los primeros años de la vida de la Iglesia, y las misiones de Pablo. Como era su discípulo, mucho de él hay en su Evangelio.
Aquí hay Alguien Más que Jonás y Salomón. Jonás, un Profeta elegido y enviado a llamar a la conversión. Salomón, un Rey nominado para actuar con Justicia y Sabiduría. Jesús de Nazareth, el Hijo de Dios Vivo, es Alguien Más que Jonás y Salomón. Jesús, el Hijo de Dios Vivo, es ese Más que todo lo que nos rodea en cuanto a cosas y bienes, en cuanto proyectos y anhelos, en cuanto a miedos y esperanzas, en cuanto a debilidades y fortalezas. Para el creyente es Jesús, El es el único referente. Hace un tiempo, en un enorme peñasco en el camino a la costa, alguien escribió… Jesús es la respuesta.
Lo original de la Fe Cristiana es que se afirma en una persona, y el camino al que invita es el Seguimiento a una persona: Jesús de Nazareth. Los primeros cristianos eran llamados “ateos” porque no eran religiosos. Él no anunciaba una nueva doctrina, no invitaba a asumir un nuevo código moral, invitaba a seguirle a Él. “Oyeron que se les dijo, mas Yo les digo…” “Vengan a Mí todos los que están cansados…” “El que pierde su vida por Mí causa, la salvará…” “El que cree en Mí aunque muera, vivirá…”. Las palabras “Yo soy” (los estudiosos dicen que son genuinamente dichas por Él) “Yo soy el Buen Pastor…” “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida…” “ Yo he venido para que tengan Vida…”
Qué falta le hace a las Iglesias cristianas, y mucho a la católica, hablar “de Él” o “en el Nombre del Señor… Los evangélicos en esto nos enseñan, repiten mucho… En el nombre de Jesús. Echo de menos en el accionar pastoral, decir o escribir el Mensaje “a causa de Jesús y su Evangelio… hablamos en el nombre de Jesús…”. Digo esto porque a menudo, la fundamentación de los mensajes que escuchamos, leemos, o incluso decimos son normas morales, o basadas en una suerte de manual de buenas costumbres. Me gusta el lenguaje de Pablo al inicio de todas sus cartas… “Pablo, apóstol de Jesucristo… Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre), sino por Jesucristo… Así, las recomendaciones sobre la sexualidad, la familia, la economía o el trabajo humano no pueden basarse en el derecho natural, o la ética de Aristóteles… son a causa de Jesús y su Evangelio. Él es el único referente.
Va un poco en la línea del Pade Hurtado. El invitaba a preguntarse… ¿qué haría Cristo en mi lugar? Me gusta un canto de la Misa… No fijéis los ojos en nadie más que Él… porque sólo Él nos sostendrá…
Hoy conversando con un matrimonio cristiano de otra iglesia (Protestante) me felicitaron por esta reflexión de J. Zerón. Me dijeron que nuestra Iglesia Católica se ha centrado en exceso en la teología, en los Santos y en la moral, olvidando que el centro es Jesús, el referente al cual todos los cristianos debemos seguir. Jesús no fundó una religión y su fenomenal teología, ella la han ido haciendo los hombres, como asimismo, su grandiosa organización llena de leyes, dogmas, jerarquías, etc. Jesús fue sencillo y muy directo: nos mostró un camino en el cuál él es el referente. Debemos volver a él.
Es una lectura del evangelio que nunca habia comprendido, la dejaba pasar al igual que muchas otras. Ahora con la reflexión de Juan Zeron he podido comprobar la riqueza del evangelio y la importancia que tiene Jesus en nuestras vidas. Felicitaciones y eternamente agradecida.
TESTIFICAR EN CUALQUIER LUGAR.
La sencillez y sinceridad al exponer nuestra experiencia como cristianos
(llamado de Dios, conversión, cambios y decisiones, pruebas y milagros) dará
credibilidad y fuerza a su testimonio. No es necesario que usted se prepare
con palabras especiales ni que lo adorne con demasiados textos bíblicos.
Simplemente se trata de que usted «testifique» de lo importante y real que ha
sido Dios en su vida. Los cristianos, ha dicho un evangelista, «tenemos
razones sólidas para creer que Jesús es el Hijo de Dios.»
¿Está usted testificando en todo lugar?
Continuacion:
Es inevitable que hablemos acerca de Jesucristo, ya que estamos más que
impactados, profundamente agradecidos de Él pues nos salvó de eterna
condenación y nos sacó de una oscura y necia manera de vivir, pensar, sentir y
actuar; «porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.» (Hechos
4:20; 16:31)
Testificando en todo lugar: en plazas, hogares, escuelas filosóficas, templos,
sinagogas, cárceles, barcos, caminos, etc., es que los apóstoles y hermanos de
la primera Iglesia, pudieron convertir un imperio: «Ellos dijeron: Cree en el
Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.» (Hechos 16:31)
Final:
¿De dónde obtuvieron tanta fuerza, energía, optimismo, fe, amor y valentía
para testificar acerca de lo que Cristo hacía en sus vidas? Esa fuerza no era
de ellos, era un poder superior, la virtud del Espíritu Santo que les
impulsaba a hablar de Dios a cuanta persona encontraban. Aún más, Dios utilizó
las persecuciones y la diáspora judía para que sus testimonios llegaran lo más
lejos posible de Jerusalén. Así se cumplió y se cumple hoy, la profecía del
Señor: «pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta
lo último de la tierra» (Hechos 1:8)
¿Está usted testificando en todo lugar?