Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
14 Oct 17
Lucas 11:15-26
Si yo echo los demonios con el dedo de Dios,entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros
Pero algunos de ellos dijeron: «Por Belcebú, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios.»
Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo.
Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae.
Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino? porque decís que yo expulso los demonios por Belcebú.
Si yo expulso los demonios por Belcebú, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces.
Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos.»
«El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.
«Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: «Me volveré a mi casa, de donde salí.»
Y al llegar la encuentra barrida y en orden.
Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio.»
De este capítulo de Lucas, les comento El Señorío de Jesús frente al Demonio. Siempre me ha llamado la atención … me fortalece su manejo.
La relación de Jesús con el demonio es un tema especial en los Evangelios. De esa relación destaco en el Señor, su capacidad y “su manejo”, y un cierto “dominio con señorío” sobre el: aquí el relato lo muestra en un contexto de debate, tranquilo, pero opositor. En otras ocasiones lo desenmascara lo enfrenta y expulsa. Alguna vez se burla, enviándole a una piara de cerdos. Le llama “padre de la mentira”, porque engaña en la búsqueda de caminos de Vida y Verdad.
Recordemos el conocido relato de las tentaciones en el desierto, con sus preguntas y respuestas. Allí se le opone y rechaza como un obstáculo para su Misión y Anuncio del Reino”. Hay más, un día que Jesús les dice a sus discípulos que debe ir a Jerusalén, donde le condenarán a muerte, pero después resucitará. Pedro lo lleva aparte y lo reprende. Jesús, molesto, le grita…” Déjame pasar Satanás y seguir mi camino. Estás pensando como los hombres y no como Dios”.
El demonio, en sus distintas versiones: Satanás, el Diablo, Luzbel (porque se disfraza de ángel de luz) no hace otra cosa que “engañar”, nos “miente” mostrándonos como bienes y satisfacciones a nuestras ansias de Bien, Verdad y Belleza (las más trascendentes expectativas humanas) bienes y objetos que nos dejan vacíos, sin calmar la sed de Agua Viva. “He venido para que tengan Vida y Vida abundante” Más aún, amenaza la base de nuestras creencias: la Fe en Jesucristo. Creer que solo El salva…que solo Él es el Camino…que es la Vida y la Verdad. Creerle, cuando nos dice que es posible un mundo, anticipo de los nuevos cielos y la nueva tierra, donde reine la Justicia y la Misericordia…” pan, respeto y alegría” … lo cantan en las Iglesias. Ahora bien, el poder del demonio no solo actúa sobre cada hombre individualmente, su influjo se extiende a los grupos, comunidades países y la sociedad toda. Así se hablará del “los afanes de este mundo”, “la carne”, “He venido para enjuiciar a este mundo”, “las riquezas mal acumuladas”. Para no extenderme les copio de la carta de Pablo a los Efesios, escrita desde la cárcel…” Háganse fuertes en el Señor para resistir las maniobras del diablo, porque nuestra lucha no es contra fuerzas humanas, sino contra los poderes que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras. Nos enfrentamos a los espíritus y las fuerzas sobrenaturales del mal…Tomen la Verdad como cinturón, la Justicia como coraza, y como calzado, el celo por propagar el Evangelio de la Paz, tengan siempre a mano el escudo de la Fe y así podrán resistir las flechas incendiarias del demonio” (cap.6.) El diablo es más que “un tema para asustar a los niños”. Lo escribo con temor y cautela. ¿Porque tantas iniciativas y proyectos humanos honestos y trascendentes a cuanto al bien, fracasan, se desvían de su limpio propósito…? y ninguna ciencia humana alcanza a explicar su fracaso? Pienso en las crisis familiares…si se querían. La droga en aquel joven, si “tenía todo un futuro”. El fenómeno de la corrupción…transversal en todos los ámbitos de la vida humana. La mediocridad funcionaria de algunos servidores públicos, la venalidad de algunos de la clase dirigente y empresarios, la incapacidad de llegar a acuerdos en favor de la paz en los líderes mundiales…y podríamos estar de acuerdo, con la sinceridad de Pablo…”a veces hago el mal que no quiero y dejo de hacer el bien que quiero” Seguramente todos ellos y nosotros mismos, quisimos hacerlo todo bien, servir, compartir, vivir en paz…pero (recordando la parábola del trigo y la cizaña”)…”mientras dormía, en mis campos de trigo, un enemigo malo sembró la cizaña” Retomo a Pablo…que nos invita “a ser vigilantes y fuertes en el Señor. Tengan a mano el escudo de la Fe”… para creer que solo El Salva, “Tengan Fe, Yo he venido al mundo”
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