Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
31 Oct 11
Lucas 16, 1-8
«Los que pertenecen a este mundo son más habiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz»
Jesús dijo también a sus discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador, y le vinieron a decir que estaba malgastando sus bienes. Lo mandó llamar y le dijo: « ¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no continuarás en ese cargo.» El administrador se dijo: « ¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me despide de mi empleo? Para trabajar la tierra no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me quiten el cargo, tenga gente que me reciba en su casa.» Llamó uno por uno a los que tenían deudas con su patrón, y dijo al primero: « ¿Cuánto debes a mi patrón?» Le contestó: «Cien barriles de aceite.» Le dijo el administrador: «Toma tu recibo, siéntate y escribe en seguida cincuenta.» Después dijo a otro: «Y tú, ¿cuánto le debes?» Contestó: «Cuatrocientos quintales de trigo.» Entonces le dijo: «Toma tu recibo y escribe trescientos.» El patrón admiró la manera tan inteligente de actuar de ese administrador que lo estafaba. Pues es cierto que los ciudadanos de este mundo sacan más provecho de sus relaciones sociales que los hijos de la luz.
Pablo lo descubrió en su viaje a Antioquia…”médico querido y amigo fiel”. Es posible que haya pertenecido al grupo de “los 72” , eran personas vinculadas a Jesús, con menor cercanía que los apóstoles. Su Evangelio fue escrito alrededor del año 75. Como buen médico averiguó, investigó con diligencia y entrevistó a testigos oculares para escribir ordenadamente todo lo relacionado con Jesús. Además, es autor de los Hechos de los Apóstoles, un relato casi periodístico de los primeros años de la vida de la Iglesia y los viajes misioneros de Pablo. Lucas es buen autor para empezar a leer el Evangelio.
El texto de hoy solo lo escribe y transmite Lucas. Nadie más lo incluye en sus páginas.
La fuerte frase final…”los hijos de las tinieblas, son más sagaces en sus negocios que los hijos de la luz” quisiera que fuese un aguijón que despertara, que hiciera tomar conciencia y sobretodo, movilizara a los discípulos y seguidores de ayer y de hoy… para asumir un estilo y una forma de hacer las cosas …con sagacidad y audacia…por el Reino. Siempre me da vueltas esta frase cuando escucho una prédica sin sustancia, un programa en la TV opaco, infantil, o una salida de la autoridad desubicada, junto a tantas ausencias de una voz Evangélica fuerte, vigorosa, fresca. Lo digo sin soberbia. En la parábola/comparación, Jesús, se “salta” y “hace vista gorda” al arreglo pragmático y “marketero” del mayordomo, dando paso a un elogio de su pericia e inventiva. Lucas, se mete en el interior de Jesús, para expresar “lo que le pasa y lo que siente”, internamente. Tiene el toque y sabor de una queja…”los hijos de las tinieblas son más sagaces que los de la Luz”. Le duele.
Me impresiona, es una queja, lo lamenta, cuestiona que sean así. El tema aquí no es la Fe, es la forma cómo la transmitimos, a menudo, sin la sagacidad, audacia e inventiva de los hijos de las tinieblas,….aquí hago un pequeño homenaje a los que nos envían cada semana un comentario del Evangelio por Internet, una elocuente muestra de sagacidad e inventiva, acorde con los tiempos. También hay otras recomendaciones, diría “civiles”, se refieren a ubicarse, a“ tomar el pulso a lo que está pasando…“ustedes son expertos en vaticinar el tiempo, si lloverá o habrá sol, sin embargo, son ciegos para reconocer los signos de los tiempos” Mateo 16. Otras se refieren a la necesidad de buscar lo sólido, lo profundo, al trabajo a largo plazo…”el hombre sabio en las cosas del Reino, es el que construye su casa sobre roca, y no sobre arena, el evento más fuerte y violento no será capaz de derribarla. Estará firme, fue construida sobre roca.. Lucas 6. No faltará la sugerencia a que, en determinadas circunstancias, sea mejor negociar …si el enemigo viene atacar con 20.000 y tú solo reúnes 10.000, negocia, no te expongas” La invitación a calcular los costos antes de construir, no sea que falte el dinero y quedes en ridículo ante una obra edificada a medias” Lucas 14. La transparencia en todo lo que emprendas… ”que vuestro lenguaje sea sí cuando es sí, y no, cuando debas decir no”. Mateo 5,37.
La prudencia y la previsión en todos los “negocios”. Tan ingenuamente ausente en las vírgenes necias que olvidaron el aceite para alumbrar con sus lámparas. Mateo 25.
Los laicos tenemos aquí, una particular misión, no necesariamente doctrinal, sino funcional, ser tan sagaces en las cosas del Reino como son los hijos de las tinieblas. Me atrevo a visualizar, modesta y provisoriamente, los campos que “gritan “por mayor sagacidad en el anuncio del Evangelio: el mundo de la empresa, de los medios y la TV, el mundo del trabajo y el sindicalismo, la gente joven y la familia, etc. Todo esto se enmarca en la Misión de todos en la Iglesia,…y muy en la raíz y con toda su complejidad, y la real dificultad… “de estar en el mundo, sin ser del mundo…por el Reino”. Juan 17.
Existe un concepto, del cual no desde hace tanto tiempo se tiene conocimiento, aunque su práctica es remota (sólo que con otros nombres). Se trata del “Lobby”, este anglicanismo que significa “antesala”, trata de negociaciones previas en donde se manipulan influencias, conveniencias y beneficios de las partes involucradas, antes de la negociación propiamente tal; es más, existen “lobbistas”, quienes son los más hábiles, astutos, sagaces e influyentes gestores. ¿Tendrán siempre ellos la medida justa y plena conciencia de los “hijos de la luz”?. No quiero decir con esto que sea una mala práctica mientras se realice con prudencia, transparencia y justicia.
Desde niña las principales referencias que tenía de una persona exitosa, eran cuando con esfuerzo y trabajo se consolidaban respetables posiciones económicas. Conocidas eran para mí, las historias de familias de inmigrantes europeos, que tras la primera y segunda guerra mundial, llegaban a nuestros países en busca de un mejor pasar a estas tierras americanas. También el éxodo de familias árabes, de sus muchas veces convulsionados países que venían, en busca de paz y una mejor fortuna, a nuestra América morena. Estos son sólo algunos de los que trajeron sus culturas que se fundieron con nuestras raíces.
Desgraciadamente, no todos han fundado sus capitales en el rigor propio del duro trabajo y tesón, sino que en la “astucia”, en la injusticia social, en la sobreexplotación medioambiental y otras prácticas poco convencionales.
Hoy, el alcanzar un bienestar económico mediante el trabajo duro no es una gran aspiración, sino el “poseer mucho dinero”; tampoco lo es el adquirir conocimientos, si no el como ocuparlo en la producción y adquisición de bienes; y lo que es peor se elije a los amigos y pareja entre quienes “conviene”.
Lo que quiero decir en realidad, es que es lícito que cada persona tenga aspiraciones económicas, producto de una vida de estudio y esfuerzo; lo que no es aceptable es que estas sean basadas en la estafa, en el aprovechamiento de otros, en el no pagar remuneraciones justas, o en la sobreexplotación de nuestra naturaleza.
Vivo en una región de Chile, en que empresas mineras extranjeras invierten grandes capitales en la explotación de minerales, y aunque generalmente en sus inicios la gente y autoridades locales se levantan contra ellas, poco a poco, “extrañamente”, cambian de opinión; y los que defendían la pureza de nuestras aguas, la permanencia de nuestros
glaciales, la belleza de nuestros paisajes, la fertilidad de nuestros valles, la salud de nuestra gente, paulatinamente se hacen defensores de estas compañías. ¿Será la “astucia convincente”, ante la cual somos tan vulnerables?……………. ¿Será producto de un efectivo “lobby”, entre las partes?
Jesús, nos lo advierte, la habilidad, la astucia, la sagacidad de los hijos de las tinieblas es muy grande, por lo tanto, no debemos subestimar estas cualidades del mal, que nos someten a continuas tentaciones, incluso muchas veces nos provee del “éxito” tan valorado en esta sociedad.
Se nos presentan hoy, modelos de “éxito”, que nos confunden, nos seducen, nos entusiasman, pero no nos dejemos engañar, sólo es por unos cuantos días…… (algunos miles ¿tal vez?),……,¡es caduco!….,.el verdadero éxito lo encontraremos en la eternidad,…… NO LO NEGOCIEMOS……….
Hermano, la biblia dice «Y alabó el señor…», no menciona al «patrón», porqué cambias el mensaje?