Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
18 Nov 17
Lucas 17, 26-34
“Quien intente guardar su vida, la perderá”
En los días del Hijo del Hombre sucederá lo mismo que en tiempos de Noé: la gente comía, bebía, y se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca y vino el diluvio que los hizo perecer a todos. Ocurrirá lo mismo que en tiempos de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, plantaba y edificaba. Pero el día que salió Lot de Sodoma, cayó desde el cielo una lluvia de fuego y azufre que los mató a todos. Lo mismo sucederá el día en que se manifieste el Hijo del Hombre. Aquel día, el que esté en la terraza, que no baje a buscar sus cosas al interior de la casa; y el que esté en el campo, que no se vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que intente guardar su vida la perderá, pero el que la entregue, la hará nacer a nueva vida. Yo les declaro que aquella noche, de dos personas que estén durmiendo en una misma cama, una será llevada y la otra dejada; dos mujeres estarán moliendo juntas, pero una será llevada y la otra dejada.» Entonces preguntaron a Jesús: « ¿Dónde sucederá eso, Señor?» él respondió: «Donde esté el cuerpo, allí se juntarán los buitres.»
El tiempo pasa y -en lo esencial- el hombre y la sociedad no cambia. Sobre esta lectura ya hice la reflexión hace cinco años y puedo, perfectamente, decir: repítase y haga así en cada mes de noviembre de cada año. Pero, no puedo dejar que la pereza me exima. Cada vez, podemos encontrar nuevas orientaciones del mensaje de Jesús. Los más de dos mil años pasado, no han logrado los avances deseados. El mundo sigue su rumbo, hay mejorías indudablemente, pero su norte sigue perdido.
Pero antes de seguir, creo conveniente advertir la pedagogía de Jesús de usar gran cantidad de símbolos y modos de hablar, sobre todo cuando enfrentaba las preguntas -muchas veces- capciosas de los fariseos. Recurría a los testimonios de la Historia Sagrada, como en los días de Noé y como en los de Lot.
No debemos quedarnos pegados y asustados, presas de una encrucijada insalvable de castigos y premios, luz y fuego, gozo y sufrimiento del “Fin del Mundo”. Algo que está fuera de nuestra capacidad de control e imaginación.
¿Cuándo? ¿Dónde? Son interrogantes que debemos dejar a un lado. Pensemos en el hoy, en el aquí, en el ahora ¿Qué debo ver, preocuparme y actuar para avanzar en la construcción del reino de Dios? No importa la velocidad, debemos avanzar dejando senderos para que otros nos sigan y vayan haciendo el camino. No se trata de quedarnos sentado al borde del camino a reflexionar y buscar solamente nuestra perfección y paz interior. No somos seres aislados, somos parte de una gran hermandad, en la que unos a otros debemos socorrernos, amarnos y disfrutar la vida. La vida no debe ser un castigo, un sacrifico, sino ser como un árbol que da sombra y frutos.
Hoy en día estamos inmersos en una gran nube o nebulosa que nos dificulta la vista para un verdadero “ver”. La frivolidad, el consumismo desmedido, el utilitarismo, el individualismo, el materialismo, la insensibilidad por lo que le sucede al otro, configura un escenario del relativismo que todo lo justifica y libera al cristiano de hoy que vive en sociedad sin compromiso con Jesús.
Aquí, me detengo, para compartir con ustedes una frase del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry contendida en libro “El Principito”. El principito se encontraba explorando la Tierra y se topó con un zorro. Empezaron a conversar y entraron en confianza. Entonces el zorro pide al principito que lo domestique, y le explica que ser domesticado significa que él será único para él, que serán amigos y se necesitarán. El zorro, se da cuenta de que el principito está listo para oír su secreto, una enseñanza muy importante que hará al principito comprender lo que le ha pasado. Le dice el zorro: “solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”. Es decir, los ojos pueden engañarnos, no así el corazón.
He ahí, lo que hoy quiero compartir con ustedes la lectura de Lucas de esta semana. No se trata de mirar hacia atrás, ni siquiera de mirar hacia adelante, pues estamos “influenciados”, encandilados, y por ello no sentimos ni captamos lo que Jesús quiere que “veamos” para actuar.
No se trata de entrar en un radical cambio de vida, de vivir con lo mínimo y en sacrificios. Dios nos entrega la Tierra y su riqueza para el gozo de todos. Debemos vivir bien y ser felices, pero dentro de una sociedad en la que estamos todos ligados. Lo que a algunos le sobre por la abundancia que a otros falte en forma dramática para su subsistencia. En donde hay injusticia no podemos mirar hacia otro lado. Dios quiere que todos seamos felices. La felicidad no debe estar en un compartimento cerrado. Ello es contrario al mensaje de Jesús. No es el Camino. Por eso nos dice: Quien intente guardar su vida (esa vida egoísta), la perderá; y quien la pierda, la conservará (la amorosa, fraterna).
Recordemos el Evangelio según san Marcos (12, 28) “En aquel tiempo, uno de los letrados se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Esto es lo que tenemos que reflexionar, evaluar y seguir en el hoy. El cuándo y dónde de la muerte, son interrogantes que no deben detenernos en el camino.
Caro Patrício, sempre é bom repetir e frisar que Deus nos criou para a felicidade e não para o sofrimento. Infelizmente o ser humano, parceiro da Criação – nem sempre respeita o projeto divino e produz injustiças e desigualdade que geram conflitos e guerras.Mas na RCB-MIAMSI continuamos firmes no propósito de defender e promover vida para todos, condições materiais e espirituais que garantam o desenvolvimento integral da vida humana
Buena reflexión amigo, sólo que cuando miro através de los ojos del JESÚS,veo un panorama incierto, es cada vez mayor la necesidad de las personas de pasarlo bien, con delirios de grandeza siempre tratando de tener más. El tener es mas fuerte que el ser. Hay muchos y muchas que se amam a si mismos.