Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
04 Ene 20
Lucas 2, 16 -21
Encontraron a María, a José y al Niño
Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Y cuando lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño. Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores. Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón. Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que Él fuera concebido en el seno materno.
El llamado a los pastores anunciando la llegada de Jesús Niño, es una de las escenas mas conmovedoras de la Navidad y es portada de millares de imágenes que se repiten en los pesebres del mundo entero en todos los tiempos. Nos impresiona que la llamada fuera a los mas sencillos y excluidos de la sociedad, sin más conocimiento que el de su pastoreo y de lo básico para el sustento cotidiano. Aún así, ellos entendieron cabalmente el mensaje y “fueron corriendo” con sus escasos productos para honrar a este niño especial y brindarle compañía junto a sus padres en aquellas soledades.
Me pregunto ¿cómo habríamos respondido nosotros a ese llamado? posiblemente con incredulidad, habríamos cuestionado todo, justificando nuestra inacción, llenos de desconfianza, sin salir en medio de la noche desde nuestros cómodos lechos, esperando que otros lo hicieran antes para que nos trajeran información más relevante. Este pensamiento me hace reflexionar en la sabiduría de Dios, de convocar a los sencillos y a los incondicionales para hacer su obra, como es hasta nuestros días. ¿Quiénes son los incondicionales? desgraciadamente por lo general, no somos “los cristianos anestesiados” de hoy, son quienes no tienen ataduras de ningún tipo para acudir al llamado, que no dudan y que aman de verdad a Dios. Para llegar a Jesucristo nos hace falta ser humildes. Quieres hemos tenido la suerte de estar en Tierra Santa, les recuerdo que para entrar a la Basílica de la Natividad donde está custodiada la cueva donde nació el Hijo de Dios, tuvimos que pasar por “la puertade la humildad”,como un gesto transformador de que para llegar a Dios debemos ser sencillos, dejar nuestros curriculum a un lado y llegar hasta Él solo con el corazón dispuesto. Deseo que todos ustedes que aun no han podido hacerlo, puedan llegar hasta la ciudad de Belén, a empaparse de su maravillosa humildad que la acompaña a lo largo de siglos y siglos.
De nada sirve si nos quedamos en la contemplación eterna de esta escena sagrada. La venida de Jesús en un humilde pesebre humano, significó la grandiosa acción del amor pleno de Dios, que nos tendió lazos de amor perdonando la soberbia de nuestros primeros padres , que nacidos santos y justos, cayeron en la ambición de igualarse a Dios. Jesús representa la Nueva Alianza entre Dios y la humanidadcaída, que construye una nueva historia en la vida de Jesús de Nazaret que ha venido por nuestra salvación. En el Antiguo Testamento Dios nos habla a través de “Teofanías” que son apariciones con fuerte irrupción en fenómenos naturales y telúricos y a través de los distintos Profetas que anuncian la venida de Jesús a través de los siglos. Isaías nos dice: “He aquí que una virgen concebirá, y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel” (.Is 7:14).
Miqueas anunció el lugar de nacimiento del Señor: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad» (Mi. 5:2).
Malaquías profetizó a alguien que prepararía el camino del Hijo de Dios: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos» (Mal. 3:1)
Zacarías describió la entrada del Señor en Jerusalén: “Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna» (Zac. 9:9).
A partir del nacimiento del Niño Jesús, Dios nos habla por medio de Jesucristo quien es Camino, Verdad y Vida. El antiguo pueblo hebreo acudía regularmente al templo y ofrecía sacrificios inmolando aminales como muestra de respeto y adoración. Con la venida de Jesús se acabaron los sacrificios porque Él es el“Cordero Pascual”que se entregó por nuestra salvación. No debemos olvidar jamás esta maravillosa manifestación del amor de Jesús que da su vida por nosotros y que constituye nuestra razón de ser y la causa de nuestra alegría.
En medio de un mundo sin Dios aparente, de tanta consternación y tensión mundial y nacional, que sin duda son por demandas de causas justas, no excluyamos la presencia de Jesucristo que nos ayuda a vivir y a proceder con justicia, paz, solidaridad y discernimiento en las horas difíciles de la existencia humana.
Sin embargo la venida de cristo sin la presencia del padre, carece de valor… Somos seguidores de Jesús en el padre Dios, que todo lo puede. Da la impresión que la gracia venida del padre es la vida y la vida en abundancia. Nos envió a su hijo Jesus-Cristo y nace del vientre de María con la misión de dar testimonio de él, para salvación de la humanidad…