Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
05 Dic 15
Lucas 5, 17-26
«Hoy hemos visto cosas admirables»
“Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: «Hombre, tus pecados están perdonados.» Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar: «¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?» Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó: «¿Qué pensáis en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: decir «tus pecados quedan perdonados», o decir «levántate y anda»? Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa.» Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor: «Hoy hemos visto cosas admirables.»
El 25 de octubre, si mi memoria sigue más o menos, Luis Francisco Lira comentó un trozo evangélico sobre la mujer encorvada. Me impactó mucho porque era mi descripción, lástimas que no estaba Van Gogh para hacerme el retrato (no quiero mucha cosa… ¿verdad?). El golpe fue positivo porque me he enderezado y creí que seguiría. No era tan fácil. Enderezada sí, pero paralizada. Elegí adrede este texto de Lucas. Texto riquísimo, incluso en los detalles, pero como todo en la vida debemos optar, elegir, aún con algo de pena. Los personajes son tan fuertes como la situación de romper tejas, bajar camillas, etc… Hay un grupo determinado para un resultado milagroso – los amigos y el paralítico, hay un grupo que quiere probar a Jesús y éste en medio de los dos.
Jesús se sintió tocado por el cariño, la preocupación, el esfuerzo de los amigos del paralítico y después en su vida va a decir, tal vez inspirado por ésos: ¡qué amigo da la vida por el amigo!. Ahí entra un momento, para mí por lo menos, de suma importancia. Jesús no dice “estás curado” sino “tus pecados están perdonados”. Los fariseos y saduceos se escandalizan porque sólo Dios puede perdonar pecados. Y Jesús no se presenta como hijo de Dios sino como Hijo del Hombre, figura que aparece en el profeta Daniel, como un puente entre Dios y los humanos.
¿Por qué era importante perdonar pecados? No sé si se acuerdan de que en otros textos las enfermedades, desgracias, etc. eran ¡consecuencia de los pecados de los padres! Por lo tanto, perdonar pecados significaba curar, sanar generaciones. Para no desilusionar a los amigos especialmente, Jesús dice: “Levántate y anda”. El paralítico tomó su camilla, y se va a su casa glorificando a Dios.
¡Atención! Algo muy importante ha sucedido. Conversión de corazones y mentes. El texto termina con una declaración de que el ASOMBRO se apoderó de TODOS, y glorificaban a DIOS. Nadie se retiró, nadie dudó. TODOS dijeron en unísono: “Hoy hemos visto cosas maravillosas”.
¿Qué amigos tenemos y qué amigos somos? ¿Llamamos la atención de Jesús para salvar al que sufre? Recemos.
Me impulsa a contestar a comentar tu comentario, tantos que sufren y no los vemos, en los hospitales guaguitas sufriendo y sus familias, abuelitos solitarios, hijos desobedientes, esposos que se separan y nosotros en nuestras comodidades no abrimos el corazón no vemos en ellos al Señor que sufre en ellos y ellos comparten sin saber los dolores del Señor
Gracias
Davina, elegiste un muy buen evangelio, tenemos tan cerca a los que necesitan ser escuchados, apoyarlos ,a tender una mano al que lo necesita, pero somos muy buenos para olvidar que nos pide JESÜS, hay que conversar con JESÜS para que nos abra la mente y podamos poner en práctica sus enzeñansas