Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
01 Mar 10
Lucas 6, 36-38
Solidaridad y Perdón
“Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará; se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y rebosante. Porque con la medida que ustedes midan serán medidos ustedes.”
El astro, que está en el centro de nuestro sistema solar, es fuente de energía y da vida con su calor y su luz. De la misma manera, en el mensaje de Jesús hay un centro, un sol, que energiza e ilumina todo el mensaje bíblico y nos ayuda a verlo y comprenderlo: es el AMOR. Debemos leer la Biblia bajo esa luz potente y vivificante. Este Amor, lleno de energía y luz, nos dice “Sean compasivos.. No juzguen.. No condenen.. Perdonen.. Den.” y nos pide reflexionar sobre dos aspectos de este mensaje: la solidaridad y el perdón.
SOLIDARIDAD – “Sean compasivos… Den…” El terremoto de Haití, sus terribles consecuencias y el sufrimiento de millones de hermanas y hermanos haitianos nos han llevado a ser compasivos y dar un poco de lo que tenemos para aliviar en algo tantos sufrimientos.
Tener compasión, además de sentir y comprender, es actuar de acuerdo al mensaje de amor de Jesús. Esto implica conocer la realidad para ayudar a mejorarla. La realidad de Haití nos ha saltado a la cara de tal manera que nos fue imposible ignorarla y hemos mostrado compasión. Sin embargo hay otras realidades más cercanas que fingimos ignorar, como ser la dramática situación de los marginados en nuestras sociedades: los indígenas (mapuches, guaraníes y otros) y las familias de barriadas y favelas para mencionar los más obvios.
Verdadera compasión es ser “apasionados” para que el Amor prevalezca, para cambiar las condiciones infrahumanas en que viven millones de latino-americanos, tanto en Haití como en nuestros países donde, se dice, que se han producido “milagros económicos”, los cuales sólo han profundizado el abismo entre los muy ricos y los muy pobres.
Debemos analizar y reflexionar sobre esta situación, participar y luchar “con pasión” y hacer algo para cambiarla. Jesús vino para “liberar a los oprimidos” (Lc 4, 18) y ha mostrado su compromiso al sanarles, alimentarles, enseñarles y ha denunciado y luchado contra el sistema de opresión política y religiosa que existía en su tiempo. Y nosotros… ¿que hacemos para “liberar a los oprimidos” de las estructuras injustas y de opresión?
PERDÓN – “No juzguen.. No condenen.. Perdonen” Jesús nos da pautas claras de cómo amar: perdonar sin juzgar ni condenar. Y lo más hermoso es que debemos estar conscientes que Dios, por ser AMOR PERFECTO, no nos juzga, no nos condena sino que nos perdona, NOS PERDONA SIEMPRE. Dios es MISERICORDIA INFINITA. Su perdón se brinda una y mil veces, es total e incondicional y es humanizador porque ayuda a restablecer las buenas relaciones con El y con el prójimo.
Jesús nos pide (porque considera que podemos hacerlo) perdonar e imitar, de la mejor manera posible, lo que Dios hace con perfección: perdonar siempre, condenar nunca.
El problema es de nuestro lado: somos rencorosos, nos es difícil perdonar o no queremos hacerlo… y no nos perdonamos a nosotros mismos por nuestras fallas y nuestros errores. No perdonar es mostrarnos incapaces de aceptar el perdón divino. Perdonar es abrirse al perdón de Dios, es “liberarnos a nosotros mismos de un rencor que nos envenena por dentro”. (Biblia Latinoamericana) Dios nunca nos pone del lado de los reprobados: somos nosotros quienes no aceptamos que Dios ya nos ha perdonado… No nos decidimos a vivir llenos de su Amor y libres para aceptar la gracia y el perdón de Dios.
Dios es amor perfecto y su perdón es total, es perfecto. Dios nos ama, nos ama a pesar de nuestras inconsistencias y faltas. Lo único que debemos hacer es ACEPTAR SU AMOR y SU PERDÓN, AMAR y rezar con más convicción y amor el Padrenuestro: “…perdónanos como nosotros perdonamos…”.
Damos nuestras excusas a los más de 4.500 receptores a través de Internet de nuestras Cartillas semanales, por no haber podido enviar oportunamente -por primera vez- la Cartilla de este lunes, que ha preparado nuetro amigo y colaborador de Bolivia, Diego Laneuville, a quien agradecemos su valioso aporte.
Las razones de este no envío, es ya conocida por todos. El fuertísimo terremoto que afectó a gran parte de Chile, afectò también los principales servidores de Internet, con lo cual, los encargados de la distribución, estamos desde el sábado 27.02.2010 sin acceso a Internet.
Gracias a Dios, hemos podido subir la cartilla de esta semana a este Sitio Web, desde la cual, esperamos que nuestros lectores puedan esta vez, leerla en esta otra alternativa, y también, escribrir sus comentarios.
En cuanta a la lectura y reflexión que hoy podemos leer, preparada por Diego Laneuville, de Bolivia, debo hacer presente la referencia expresa que él hace a lo sucecido con el terremoto de Haití, que tantas muertes y dolorosas pérdidas materiales trajo a un país que sufre y ha sufrido por siglos de la extrema pobreza, la discriminación y exclusión, llamando nuestra atención a ser solidarios y tener compasión, en circunstancias que Diego no sabía a que estaba a pocas horas de que una situación similar de catástrofe de la naturaleza azotase a un país vecino, en este caso a Chile, en el que no obstante el progreso económico alcanzado y haber disminuído la pobreza, ella subyacía «escondida» u «olvidada», siendo los sectores más pobres los que más han sufrido el cataclismo y maremoto.
Dios nos ha hecho a los chilenos «abrir los ojos» y junto con sufrir todos -sin distención- el terror indescriptible de un terremoto de dos minutos eternos de duración, llamarnos a ser menos vanidosos, egoístas, y más compasivos, abiertos y solidarios.
Gracias Diego por su reflexión sobre el amor de Dios, y de como podemos manifestarlo a los demás en la compasión y el perdón. En esta era de las computadoras y el Internet que proyectan a cada momento imágenes del mundo, hemos visto en ellas la devastación de Haití, y el amor y la solidaridad del mundo ante la tragedia, eso es el amor de Dios. Al momento en que estas catástrofes ocurren, hay personas que se preguntan porque será que pasan estas cosas? Otros juzgan y tratan de encontrar un culpable, pero el que conoce el amor de Dios en su corazón, simplemente ayuda y socorre al que necesita sin importar como y cuando las cosas han pasado. La tragedia ha tocado ahora a Chile, y en medio de una situación difícil vemos con alegría como antes que los países del mundo manifesten en ayuda, la gente de todo Chile se ha volcado a las calles en solaridad y compasión para cubrir con las necesidades de sus propios hermanos. Ese es mandamiento numero 11 que nos dejo nuestro Señor Jesucristo en Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
Saludos,
José, Nueva York, USA
Mateo 23, 13-33, tal vez ha olvidado este sabio pasaje de la escritura, lealo! Le revelara su verdadera naturaleza. Atte., Saulito.
Quisiera recordar esta próxima Semana Santa, donde Jesús llega en un pollino de asno y una gran multitud le sale a recibir con hojas de palmas y le adoraban, pero cuando vieron que Jesús no cumplía el perfil que el pueblo Judío esperaba, le dieron vuelta la espalda y todos unánimes pidieron a Barrabás y crucificción a Jesús.
Así hasta estos tiempos, mucho pueblo se une en esta fecha para recibirle con hojas de palma, vigilan, y hacen diversos servicios pero pasando aquellos días, vuelven al mundo y sus placeres, como la puerca al lodo. No hay un cambio en sus vidas, no hay una entrega genuina, Dios no necesita que hagan de El una tradición mas que el mundo celebra, Dios busca verdaderos adoradores que le adoren en espíritu y en verdad, busca hombres y mujeres que no esperen una fecha en especial para buscarle, sino todos los días sean de buscarle, de adorarle, y de mostrarle con nuestros hechos que El es Señor y Dios de nuestras vidas. Es tiempo de un cambio verdadero pues como está establecido que el hombre muera una sola vez y despues el juicio, porque es necesario que todos comparezcamos ante el Tribunal de Cristo para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo, por tanto no os engañéis Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare, eso también cegará, pues si no perdonó al pueblo antiguo rescatando a Noé predicador de justicia junto a otras siete personas, cuando trajo el diluvio sobre el mundo impio, y si condenó a destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra reduciéndolas a cenizas y dejándolas como ejemplo a todos aquellos que gustan de vivir impiamente, así hoy Dios sabra rescatar de la ira venidera a todos los que se guardan para Cristo cobijados en Su preciosa Sangre, honrándole con el testimonio y el buen vivir, como así también reservar para castigo eterno a los que gustan de vivir impiamente cometiendo injusticia y dañando al prójimo en la final carrera. Por tanto buscad a Dios mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Para Dios honra y gloria desde ahora y para siempre. Amen y amen