Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
20 May 13
Lucas 9, 11b-17
Multiplicación de los panes
Cuando regresaron los apóstoles, le relataron a Jesús lo que habían hecho. Él se los llevó consigo y se retiraron solos a un pueblo llamado Betsaida, pero la gente se enteró y lo siguió. Él los recibió y les habló del reino de Dios. También sanó a los que lo necesitaban. Al atardecer se le acercaron los doce y le dijeron:—Despide a la gente, para que vaya a buscar alojamiento y comida en los campos y pueblos cercanos, pues donde estamos no hay nada. —Denles ustedes mismos de comer —les dijo Jesús. —No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a comprar comida para toda esta gente —objetaron ellos, porque había allí unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos: —Hagan que se sienten en grupos como de cincuenta cada uno. Así lo hicieron los discípulos, y se sentaron todos. Entonces Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, los bendijo. Luego los partió y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y de los pedazos que sobraron se recogieron doce canastas.
Jesús busca un momento a solas con sus apóstoles para ver cómo les ha ido en su misión, pero el pueblo lo persigue y no lo deja solo, todos quieren verlo y sentir su gracia y que ésta no sea sólo para unos cuantos. Lo quieren para TODOS.
Es un Hombre carismático y vienen de a miles para escucharlo, en aquel tiempo sin los altoparlantes que ahora necesitamos, pero el sitio que se recuerda hoy en esta lectura es una pequeña colina que se eleva del lago y parece ser propicio para que lo vean y tal vez transmitan entre sí lo que iba diciendo…
Absortos pasan el tiempo y evidentemente hay hambre en las filas. Los dubitativos apóstoles no saben qué hacer cuando Jesús les pide que les den de comer…
Pero nadie sale a pasar un día en el campo sin alguna provisión. Aquí en el altiplano boliviano cuando se reúne la comunidad, se separan en grupitos, ponen una llijlla[1] en el suelo y cada familia va colocando lo que ha traído para su “cocawi”[2], su coquita, la papa huaykco, el chuño, el choclo, habas y quesillo y no puede faltar algo de chicha o alcohol… Pero, primero, se “challa” a la Pacha Mama, se le convida el primer chorrito de la bebida, a modo de pedir permiso y agradecer. Y todos comen de todo y siempre sobra. El Ajtapi se dice aquí. El compartir en comunidad.
¿Sería algo así lo que pasó en aquel monte? El milagro que se produce es que todo el mundo comparte y entre sus pancitos y pescados se alimentan y llega a sobrar. Antes de comenzar, sí, Jesús hace la bendición y luego se reparte y comparte y sobra hasta 12 canastos.
Esta semana nos pasó algo igual en una gran reunión familiar en el campo… Cada quien llevó su pollo y aderezos y sus bebidas también y entre todos comimos y comimos, y casi podrías imaginar que varias canastillas de alimento sobraron…
Y es que este buen Señor siempre andaba celebrando entre comidas, gozando con la gente. Hasta parece cochabambino! que si no está comiendo está hablando de comida… Pero no hablamos sólo de pan y pescados, como comida material, sino también de la palabra, ejemplo y obras del Señor, como alimento espiritual! Palabras sobre ese Reino de Dios al que Él siempre se refería.
Compartamos, pues, lo que tenemos. Creo que es lo que quiere el Señor y no que cada uno compre y coma solito lo suyo, aunque el vecino no tenga con qué comprar!
Qué hermoso sería así nuestro mundo, sin egoísmos y todos velando por todos…¿no?
Salve,amigo Lucho!
Profunda, humana, espiritual y concreta tu comentario, mejor diciendo, tu reflexión/meditación. Así deberíamos vivir siguiendo el ejemplo de Jesús, bendecir y compartir, gozando la alegría de estar juntos y en comunión/comunidad.
No parecen solamente cochabambinos, sino también «cariocas»…