Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
26 Sep 20
Lucas 9:1-6
Los envió a proclamar el Reino de Dios y curas a los enfermos
Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad para expulsar todos los malos espíritus y poder para curar enfermedades. Después los envió a anunciar el Reino de Dios y devolver la salud a las personas. Les dijo: «No lleven nada para el camino: ni bolsa colgada del bastón, ni pan, ni plata, ni siquiera vestido de repuesto. Cuando los reciban en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Pero donde no los quieran recibir, no salgan del pueblo sin antes sacudir el polvo de sus pies: esto será un testimonio contra ellos». Ellos partieron a recorrer los pueblos; predicaban la Buena Nueva y hacían curaciones en todos los lugares.
En este trozo del evangelio, Lucas nos presenta a los apóstoles ya no como discípulos, sino que ahora comparten la Misión de Cristo ejerciendo autoridad sobre los espíritus impuros, curando infecciones y proclamando el Reino de Dios, viviendo sus valores.
Lo que más me impacta es la orden “no lleven nada para el camino”. Tienen que evangelizar con su estilo de vida, dependiendo de quien los recibe, o no lo hace, en sus casas, experimentando la generosidad del pueblo.
Pero, Jesús también los alerta de los posibles rechazos: les dice si no los reciben, “sacudan hasta el polvo de los pies…” y sigan su camino. Esto significa que siguieran adelante con su obra de declarar las “buenas nuevas” y no perderían el tiempo en discusiones acaloradas que sólo irritarían al dueño de casa.
La clave es un corazón disponible. Incluso en nuestro mundo altamente racional, que busca la eficiencia sobre todas las cosas, la opción de relacionarnos con humildad o en pobreza es mucho más efectiva, ya que toca el corazón de la gente, incluso de los más poderosos. Muchos ejemplos lo confirman. Solo recordemos el ejemplo de la Madre Teresa o de nuestro Padre Hurtado.
Jesús envió a los apóstoles dándoles reglas claras, precisas. Los desafía con una serie de actitudes y comportamientos, que nos pueden parecer exagerados o absurdos. Actitudes de con mayor facilidad podrían ser simbólicas. Pero Él es bien claro. No les dice “hagan como que…” o “hagan lo que puedan”, les da el “poder” de la palabra, que es auténtica y coherente. Les da autoridad, empezando por tener respeto y servicio, además del “poder de curar”, no a herir y acoger sin juzgar.
Hay que destacar los cuatro puntos básicos de la misión:
- Ir sin nada, confiando en la hospitalidad
- Hospedarse en la primera casa hasta retirarse del lugar, conviviendo en forma estable.
- Curar enfermos y expulsar demonios, señal de que el Reino de Dios ha llegado.
- Comer lo que el pueblo les da, actitud con la que critican las leyes de pureza en vigor.
No es exagerado pensar que Jesús usó los medios de comunicación disponibles de su tiempo. No tenían periódicos, audios, Internet o cualquier medio de comunicación como los que tenemos hoy en día. Sólo decir que usó lo que tenía disponible y lo uso bien, sobre todo pensando que los discípulos habían convivido durante tres años con ËL, eran simples pescadores.
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