Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
18 Feb 17
Marco 10, 1-12
“Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”
“Y levantándose de allí va a la región de Judea, y al otro lado del Jordán, y de nuevo vino la gente donde él y, como acostumbraba, les enseñaba. Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: ¿Puede el marido repudiar a la mujer? Él les respondió: ¿Qué les prescribió Moisés? Ellos le dijeron: Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla. Jesús les dijo: Teniendo en cuenta la dureza de su corazón escribió para ustedes este precepto. Pero desde el comienzo de la creación, Él los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre. Ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. Él les dijo: Quien repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”.
“Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y los dos se harán una sola carne” … y así lo hicimos hace más de 50 años y celebramos nuestras bodas de oro entre hijos y nietos, felices las dos palomitas. No hay cosa más grande que mantenerse juntos en el tiempo, acompañarse y mirarse a los ojos con mensajes de amor. Se les recomienda a todos, así como él nos recomendó y así lo han entendido muchos parientes y amigos que han pasado por sus bodas de oro ya. Claro que eso no se da todo el tiempo y para todos, lamentablemente hay casos donde simplemente las parejas no se entienden y en vez de vivir un infierno se tienen que separar… también vemos cada vez más estos casos entre los nuestros. Y aunque lo lamentamos, no lo podemos condenar, pues no somos quién para juzgar, cosa que a menudo hacemos. Por esto mismo nuestro Papa Francisco también va alivianando las normas sobre el divorcio. En nuestras vidas hemos visto muchos cambios en la sociedad, en sus usos y costumbres. y cómo será, entonces, en tantas vidas y tantos siglos que han pasado desde que se escribió todo esto, dirigido en un momento, a una sociedad específica, con sus propias costumbres y normas.
Llama especialmente la atención aquello que entonces se escribió, aquello de “repudiar a la mujer”. Y entonces, ¿no se les ocurrió preguntar si podían también las mujeres “repudiar” al hombre que se va con otras mujeres, lo que en realidad es un caso más generalizado? ¡Las costumbres de entonces llevaban incluso a “apedrear” a las mujeres adúlteras! Evidentemente van cambiando los tiempos y también tenemos nosotros que adaptarnos a estos nuevos días.
Jesús mismo va cambiando el mensaje, reinterpreta lo que dijo Moisés y hace énfasis en que “lo que Dios unió, no lo separe el hombre” explicando más adelante que quien repudia a su mujer y se casa con otra, también comete adulterio. Ya no es solo la mujer, sino él, por igual, el que debe cuidar sus actitudes.
Yo me quedó con lo positivo de esta lectura, con lo maravilloso del amor entre el hombre y la mujer, por esa vida que perdura en los tiempos, por esa compañía que se confunde entre dos almas gemelas… con esa felicidad, que aunque tendrá sus tropiezos en el tiempo, se mantiene.
Cochabamba, Bolivia
Me toca de cerca este evangelio, en la familia cercana la mujer se fue con otro hombre(no se casó),en la práctica, repudió al marido, lo grave es que él encontró otra pareja que le devolvió la vida, osea, también comete adulterio
¿el adulterio es un pecado mortal?