Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
02 Ene 12
Marcos 1, 7-11
Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto
Juan proclamaba este mensaje: «Detrás de mí viene uno con más poder que yo. Yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias, aunque fuera arrodillándome ante él.» Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo.» En aquellos días Jesús vino de Nazaret, pueblo de Galilea, y se hizo bautizar por Juan en el río Jordán. [10] Al momento de salir del agua, Jesús vio los Cielos abiertos: el Espíritu bajaba sobre él como lo hace la paloma, [11] mientras se escuchaban estas palabras del Cielo: «Tú eres mi Hijo, el Amado, mi Elegido.»
Marcos cuenta en su Evangelio “lo que le oyó decir a Pedro, cuando éste hablaba de Jesús”. Fue escrito muy pronto, en los años 60. Pedro lo tenía como a un hijo, lo siguió de cerca en sus viajes y andares apostólicos. Estuvo con Pablo, poco tiempo, todo indica que no se entendieron. Autores consideran lo más propio de su Evangelio: decir lo esencial del Mensaje de Jesús. Es el más breve. Sus días terminan en Egipto, evangelizando.
El momento principal del relato se sitúa en el río Jordán donde Juan, primo de Jesús, “predicaba el Bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados”. Allí llega Jesús y, al salir del agua “vio abrirse los cielos, y al Espíritu, como paloma que descendía sobre El. Y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi hijo amado, en Ti tengo complacencias.”
El hecho y las palabras que contiene, tienen reminiscencias en toda la tradición judaica: “el Mesías que está por venir, tendrá todo el Beneplácito de Dios.” el Bien Amado, en quien mi alma tiene contentamiento” Isaías 40 y 42. El Pastor bueno y definitivo, verdadero y misericordioso, que entrega la vida por el rebaño. Ezequiel 34. “El Varón de dolores, experimentado en quebrantos, despreciado por los hombres, que sin embargo… Salvará a muchos” Isaías 53. Hay otros relatos similares, así Mateo 3., Lucas 3, y Juan 1,19-34, que nos permiten complementar la narración.
En realidad, todo el dato bíblico, dice que Jesús es TODO. Santo Tomás, decía que “es la Riqueza (tesoro) de la Iglesia”. Es el referente único. “en ningún otro hay Salvación, porque no hay otro Nombre, dado a los hombres bajo el cielo, en el que podamos ser Salvos” Hechos 4. Pablo lo dice en otra parte “que nadie ponga otro fundamento que el que ya está puesto, Jesucristo” I Cor. 3. El primer Mensaje que oían los primeros discípulos era categórico: sólo Jesucristo…más que la Ley y la Tradición, más que la Riqueza y la Sabiduría, solo Jesucristo… y la gente lo creía…y le seguía, compartiendo sus bienes con los necesitados y dando la vida, sin miedo, en el martirio. Lo extraordinario es que esto sigue a lo largo de los siglos…y a pesar de todo.
¿Qué le falta a la Iglesia para hacer real este Mensaje? Modestamente… ponerlo a Él como su único referente, Modelo, Guía y… desde Él, o a partir de Él…mirar a su interior y a la sociedad que le rodea…con audacia y transparencia (“con denuedo”, dice Hechos 4.31 que predicaban Pedro y los discípulos)… y actuar. A veces siento que los Mensajes de los Pastores, no difieren en nada de algún Analista Social, neutro, o un Rector de Universidad, un Periodista destacado u otro Político. Más que consideraciones psicológicas, culturales o institucionales, echo de menos, hablar y actuar…en el Nombre de Jesús. El Padre Hurtado lo entendió, y se preguntaba… ¿Qué haría Cristo en mi lugar? ¿Cuál sería su juicio sobre lo que ocurre en la Iglesia y en Chile? “y decirlo, con denuedo, en el Nombre de Jesús.”
¿Qué le falta a la Iglesia para hacer real este Mensaje? …solo Jesucristo…el único Referente. No hay otro Mediador ni Fundamento. A nosotros nos falta: poner solo en Él la confianza y que todo, todo y a pesar de todo, lo que ocurre es para nuestro bien (un canto de Iglesia lo dice…”ten paciencia si demora, porque si no viene por la noche, tal vez venga por la aurora”) Aquí hay que hacer un homenaje a esos viejos creyentes que en medio de quebrantos… no dudaron, creyeron.
En la mente y en imágenes, aparecen los rostros de esos judíos creyentes que animaban a sus hermanos en los campos de exterminio, ó esas abuelas de sectores vulnerables que reciben otros niños abandonados que requieren pan y abrigo y que sabe que su Dios no le fallará, ó ése campesino, que mirando al cielo espera una lluvia que mejorará su cosecha… también ése dirigente social que, a pesar de incomprensiones y la venalidad de muchos, sigue creyendo. Seguramente, tú conoces a más de alguien.
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