Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
25 Ene 20
Marcos 3, 1-6
Jesús sana al hombre de la mano seca – Marcos 3:1-6
Otra vez entró Jesús en una sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca. Y lo observaban para ver si lo sanaba en el día de reposo, para poder acusar a Jesús. Y Jesús le dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte aquí en medio».
Entonces Jesús dijo a los otros: «¿Es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal, salvar una vida o matar?». Pero ellos guardaban silencio. Y mirando con enojo a los que lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: «Extiende tu mano». Y él la extendió, y su mano quedó sana. Pero cuando los fariseos salieron, enseguida comenzaron a tramar con los herodianos en contra de Jesús, para ver cómo lo podrían destruir.
Tres evangelistas repiten esta historia en forma muy similar. Aquí encontramosdos elementos básicos: 1 -Jesús se dedicó mucho a curar enfermos; 2 -Para Él era más importante hacer el bien al prójimo que encuadrarse en las normas de su Religión.
Hay muchas curaciones en la Biblia y normalmente de gente pobre, venida a menos. Su mensaje aquí es atender a los enfermos y más débiles, donde la enfermedad o padecimiento también significaba a menudo su segregación de la sociedad. Jesús vino por todos y especialmente por los más pobres y despreciados y enseñó a amar al prójimo y preocuparse por él. Darle siempre de lo que uno tiene… Él buscaba un mundo donde todos sean iguales, donde el amor basado en la justicia y la equidad, sea la norma. Pero, ¡qué poco hemos avanzado con esta su enseñanza!
Además se usa este pasaje para resaltar la importacia de hacer el bien, aunque sea contra las normas o legalismos del momento. Los Judíos entonces prohibían toda actividad en el Sábado, día sagrado para ellos. Y aquí nos encontramos con Jesús que se enfrenta a esta disposición y que ve más importante el curar a un enfermo que el seguir la norma y dejarlo lisiado y, además, hacerlo frente a los Fariseos, estrictos cumplidores de la ley…
Sin manos secas ni milagros, en nuestra vida, muchas veces nos vemos enfrentados a este dilema. Ahorita en Chile, buena parte de la población se ha levantado contra leyes, normas y prácticas que se ven contrarias al bienestar del pueblo. Las autoridades se enfrentan a este pueblo con la ley en la mano, con la fuerza, los carabineros y el ejército contra el pueblo. ¿Será lícito enfrentarse a estas normas si lo que se busca es mayor justicia y equidad para los olvidados? El Evangelio de verdad nos hace pensar… Pero en la Iglesia también, existen normas, dogmas, ritos anticuados, que ya no calzan con nuestros días. ¿Podremos también adecuarlos al presente?
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