Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
21 Feb 11
Marcos 8,34 – 9,1
El que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará
Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. Y añadió: Yo les aseguro que algunos de los de aquí presentes no morirán sin haber visto primero que el Reino de Dios ha llegado ya con todo su poder».
El texto que hoy nos presenta Marcos está colocado inmediatamente después de la llamada “confesión de fe de Pedro” (8,29). El apóstol, adelantándose a los demás, ha reconocido al Señor como el Mesías, el ungido… Jesús explica entonces en qué consiste ese mesianismo: padecimiento y muerte… y Pedro rechaza tal idea. Jesús increpa a Pedro por no entender lo que Él está diciendo (83,3), y luego propone una serie de sentencias sobre el seguimiento del Mesías.
La primera hace referencia a la cruz, cuyo travesaño los condenados tenían que cargar hasta el patíbulo. Es una imagen muy dura, pues no se trata de un sufrimiento o “cruz” simbólica, sino de un suplicio real. Se trata de ir en contra del instinto básico de conservación y seguir al Maestro hasta las últimas consecuencias.
No se trata de ser masoquistas y aguantar cualquier sufrimiento. Cargar la cruz es vivir las consecuencias de una vida coherente con el proyecto del Padre. Seguir a Jesús es hacer lo que Él haría, si estuviese aquí, ante los desafíos de nuestra sociedad actual. El seguimiento de Jesús lleva a la cruz, pues nos pone en conflicto con los poderes opuestos al Evangelio.
Con su vida, Jesús entró en conflicto con las autoridades políticas, religiosas y económicas de su época. Sus actitudes, sus palabras y sus opciones le llevaron a ser ajusticiado. De la misma manera, los seguidores de Jesús, si realmente cargan con su cruz, entrarán en conflicto con los grupos que hoy representan los intereses de los poderosos.
Desgraciadamente vemos hoy que el temor al conflicto nos lleva a muchos cristianos a la tentación de vivir una religión y un Evangelio “light”, sin grandes exigencias ni grandes compromisos. Una religión intimista e individualista, sin consecuencias políticas.
La vida cobra sentido cuando se sigue un propósito superior: Jesús y el Evangelio. Examinémonos y veamos si estamos realmente dispuestos a seguir a Nuestro Señor asumiendo su compromiso o si buscamos a un Jesús que no sea exigente, que no nos traiga problemas…
Oremos para tener la fortaleza de seguir el camino de la cruz, de hacer la opción real por el Reino, por la construcción de una sociedad e Iglesia sin exclusiones, donde todos tengan las mismas posibilidades de vivir dignamente como hijos e hijas de Dios.
Muy interesante y desafiante en relación a la comodidad a la que muchos cristianos optamos, hace remecer nuestro estado muchas veces de letargo, Ecxelente.
Evelyn V
Muy certera, valiente y desafiante la reflexión de esta semana, la cual comparto plenamente. Los católicos, tanto en el ámbito eclesial como laical, vivimos con discurso erróneo, voluntario o involuntario, consciente o inconsciente, hipócrita o acomodaticio, entre nuestra Fe y nuestra en el quehacer diario. Corina, lo llama: vivir un evangelio «light». Gracias, Corina, por tu reflexión e invitación a salir de esa “cómoda” actitud.
Cuando la extrema pobreza, la exclusión, la discriminación, la vergonzosa desigualdad de la distribución de los ingresos y de la riqueza, prima hoy en el mundo, especialmente en nuestra América Latina, en donde está la mayor población de fieles católicos, es un testimonio de lo poco que se practica el mensaje de Cristo.
Hoy dia el reto de toda persona es ser auténtico en sus principios, gracias a Dios pienso que estoy en los cada día se cuestionan y espero actuar coherente con los valores cristianos. Sí Corina es todo un lío estar contra corriente, ser parte de la cultura light, Iglesia light, profesionales light,hijos light…pero sabemos que nosotros construimos sobre roca no sobre arena.
Felicito tus palabras y en mis oraciones!!!
Si alguno quiere venir tras de mi, que… (cada uno complete con lo que requiere dejar o negarse)
Fraternalmente,
David Rivera
Vivimos en una sociedad «light», que no incentiva a las personas a asumir compromisos, sobrevaloriza el éxito personal sin sancionar el uso de medios incorrectos y considera a los demás como enemigos o competidores y no hermanos. Adicionalmente ahora todo es relativo y toda ley o norma se flexibiliza o se acomodo al interés particular y no al interés común. Lo mío es mío, no le deba nada a los demás.
Es en ente mundo real, egoísta, cruel y deshumanizado en donde los cristianos, como bien dice David Rivera, debemos actuar los cristianos con ejemplo y testimonio: ser semilla fértil, ser constructores sobre roca y no sobre arena. Difícil, pero es nuestra Cruz.
¿Un Señor sin problemas? Ha sido esta pregunta que en un proceso de reflexión y en oración confirma mi más profundo sentimiento que no es nuestro Señor un problema, muy por el contrario pasa a ser nuestro más fiel amigo, buen compañero y buen Padre.
El hombre en su esencia de criatura de Dios con plena libertad para elegir y hacer uso de elementos que podrían contribuir a ayudar a nuestros hermanos genera un uso inadecuado provocando un rol de victimas o victimarios en nuestra sociedad.
Son estos roles generadores de grandes y fuertes experiencias, que a ratos requieren de un esfuerzo enorme para generar caminos de liberación en el individuo, procesos por lo demás, que provocan dolor, desgaste, sufrimiento, falta a la verdad, seguimiento, crucifixión y otros. Claras situaciones que presenciamos hoy a nivel mundial, en nuestra sociedad actual y en nuestras propias y personales experiencias.
Pues bien, es justamente donde nos encontramos con Él, sintiendo su presencia, que empuja, motiva, abraza y cobija a nuestro ser por completo para albergar y entregar amor en nuestras vidas y a quienes nos rodean.
Con esto deseo con mucha humildad expresar conclusiones en reflexión: caminar en la doctrina de Dios no es un proceso fácil pero no representa un problema sin solución y no desear problemas debe representar buscar caminos de liberación para el hombre. Por ello pedir…. pedir con fe por las necesidades de nuestros hermanos y las propias. Pedir con fe para generar fuerzas cuando nos sentimos derrotados o cansados al seguir el camino del Señor. No caer en el desconsuelo por daño recibido en cualquiera de los roles antes citado. Pedir para seguir viviendo bien con Él, por Él, para Él, por nuestros hermanos y por nosotros mismos. Orar….. porque a través de la oración podemos provocar grandes cambios tal vez no en los tiempos que quisiéramos, pero la oración sigue siendo un elemento fundamental en el ejercicio de la vida cristiana.
dar gracias…., dar gracias porque en cualquier rol que nos encontremos, podemos ser capaces de darnos cuenta que dios nos ama, que podemos avanzar y crecer y con ello seguir acompañando a quienes mas nos necesitan.