Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
21 Dic 19
Mateo 10, 17-22
Tengan cuidado con la gente
Tengan cuidado con la gente; los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. Por mi causa los llevarán ante gobernadores y reyes para dar testimonio a ellos y a los gentiles. Pero, cuando los arresten, no se preocupen por lo que van a decir o cómo van a decirlo. En ese momento se les dará lo que han de decir, porque no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes.
El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten. Por causa de mi nombre todo el mundo los odiará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.
El relato de Mateo, de primera mano, da cuenta de un momento clave para la vida del Cristianismo naciente: aparecen los nombres de los primeros discípulos, con nombre y apellido, los hermanos Andrés y Pedro, Juan y Santiago de la familia de los Zebedeo, todos pescadores, junto a otros de diversos oficios… gente conocida. Algunas recomendaciones acerca de la Misión encomendada: dónde ir primero, cómo ir… qué y cómo decir. En nuestro texto, anuncios de lo que les irá ocurriendo a lo largo de su caminar por el mundo. El contexto es el Lago de Genezareth, lugar de muchos otros eventos en la vida de Jesús. El tema es importante, eso explica que todos lo mencionan. Aquí es Mateo 10, también lo hace Marcos 3. Lucas 9 y Juan 1,35. Vale la pena repasarlos.
Antes (de nuestro texto) les ha dicho…”les envío como corderos en medio de lobos, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas.” Aquí, describe situaciones críticas frente autoridades religiosas y civiles de Israel, incluso al interior de sus propias familias y cercanos. Les advierte: una presencia del “Espíritu de vuestro Padre Dios, en esa hora, eliminará toda preocupación en cuanto al qué decir y cómo actuar”. Esas palabras tienen actualidad al hoy que vive la Iglesia. ¿Cómo no encontrar en ellas una advertencia o un significado? El contexto del lago me ayuda… seguramente ese día era apacible, tranquilo, sin embargo hay días y noches que el lago se sobresalta. He estado allí. Se dice que tiene olas que, a veces alcanzan hasta los 3 ó 4 metros. Los Apóstoles lo experimentaron. ¡sálvanos que perecemos! gritaron a Jesús, que dormía. Me duele nuestra Iglesia, no sé cómo mejor expresarlo y a quien decirlo. La veo “amedrentada”. Es cierto que sus “asuntos internos”, tan postergados en “verlos y resolverlos”…la han debilitado y sin “espaldas” para recuperar su profetismo…y poder “decir una palabra de aliento al que está cansado y levantar al caído”, son de Isaías. Echo de menos en el contexto de hoy, modestamente lo digo, una presencia (palabra y acción) más viva de la Iglesia. ¡tenemos tanto que anunciar (no vociferar, ni menos violentar) en medio de tanta mentira y pequeñez.! Pareciera, que los tiempos del laicado, junto a nuevos tipos de Pastores apremian para mejores días…si esa fuera la decisión del Padre,” que hablará por ustedes”. Vienen bien las palabras del Señor a sus Discípulos y hoy a “los hombres “de buena voluntad”…”Se los he dicho para que tengan Paz en Mí. Van a sufrir mucho en este mundo, pero sean valientes. Yo he vencido al mundo” Con un homenaje al Papa Francisco, que incansablemente “dice y hace “por un mundo y una Iglesia “como Dios manda.”
Muy bueno y profundo el comentario. Con mucho para reflexionar