Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
14 Jul 18
Mateo 10, 24-33
No tengas miedo a los que matan el cuerpo
Jesús les dijo: “No está el discípulo por encima del maestro ni el siervo por encima de su amo. Al discípulo le basta ser como su maestro y al siervo como su amo. Si al amo de casa lo han llamado Belcebú, ¡cuánto más a los miembros de su casa! Por tanto, no les tengáis miedo. No hay nada encubierto que no se descubra, ni escondido que no se divulgue. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día; lo que escucháis al oído pregonadlo desde las azoteas. No temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; temed más bien al que puede acabar con cuerpo y alma en el fuego. ¿No se venden dos gorriones por pocas monedas? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin permiso de vuestro Padre. En cuanto a vosontros, hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. Por tanto, no les tengáis miedo, que vosotros valéis más que muchos gorriones. Al que me reconozca ante la gente yo lo reconoceré ante mi Padre del cielo. Pero al que me niegue ante la gente, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo”.
¿Tengo miedo? ¿Miedo de qué? ¿Por qué?
El evangelio que presentamos hoy muestra diferentes instrucciones de Jesús respecto al comportamiento que los discípulos tienen que adoptar en el ejercicio de su misión. Lo que más me llama la atención es su insistencia en “no tener miedo”.
Para responder a las tres preguntas del comienzo de esta reflexión empezaré por “¿miedo a qué? Muchos de nosotros tenemos miedo a perder el prestigio, o el bienestar, nuestra posición social, la inseguridad de perder nuestro dinero, pero lo que nos paraliza es tomar decisiones o el temor a no ser acogidos, a quedarnos solos, sin la amistad o el amor de las personas. Nos preocupa demasiado quedar bien, tememos las críticas y el rechazo de los demás y llegamos al punto de no confiar en nadie, por lo que nos da miedo hacer el ridículo, confesar nuestras convicciones y especialmente a dar testimonio de nuestra fe.
Por otro lado, está la tentación de buscar la religión como el refugio de nuestras inseguridades y nos aferramos a una “fe” que nos lleva a huir de los conflictos o responsabilidades.
El miedo es un sentimiento producido por un peligro, ya sea presente o inminente. La psicología lo define como una emoción negativa, una advertencia de un daño, o la incapacidad para manejar una situación amenazante.
Si bien el miedo es humano, propio de la fragilidad humana, la firmeza en la fuerza del AMOR, que Dios nos regala, no morirá nunca, porque Jesús sigue diciéndonos hoy, como lo hizo con los discípulos SOY YO, NO TENGAS MIEDO.
Las palabras de Jesús son un estímulo para que no seamos disuadidos al enfrentar los desafíos o la oposición. Así, el texto de Mateo nos llama a no tener miedo de la verdad, ni a los que puedan matar el cuerpo, torturan o hacen sufrir; a no tener miedo, sino tener confianza en Dios; a no tener vergüenza a dar testimonio de Jesús. A convencernos que estamos en las manos de Dios. Si su cuidado abarca incluso a los gorriones, ¿cuánto más estaremos protegidos, si somos de mucho mayor valor que los gorriones, porque fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios?
Este texto me hizo recordar las palabras de Helder Cámara. 1909 – 1999. Arzobispo brasileño: «No le tengas miedo a la verdad por dura que pueda parecerte y por honda que hiera, sigue siendo auténtico. Naciste para ella. Sal a su encuentro, dialoga con ella, ámala, que no hay mejor amiga, ni mejor hermana».
Y me hace pensar en la humildad, el respeto y la verdad -que hoy en día son valores que no los tenemos tan firmes- y así los vemos en nosotros mismos y en quienes nos rodean. Y me pregunto, ¿en mis acciones y en mis palabras diarias se ve reflejada la humildad, el respeto y la verdad?
Isabel Margarita Garcés de Wallis
《Cristo está vivo! ¡Cristo salió victorioso de la lucha contra la muerte! En general, hace muchas cosas que las personas no están preparadas para reconocer sus obras. Aquí y ahora él ordena no alejarse de Jerusalén, sino esperar «poder de arriba». No dice todo de una vez, pero lo que dice no está inmediatamente claro. Sus pensamientos no son nuestros pensamientos. ¡Pero lo principal es que Él está vivo y prometió estar con nosotros hasta el fin del tiempo! Y si es así, entonces nada da miedo.》