Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
05 Dic 20
Mateo 11, 28-30
Vengan a mí todos los que están cansados
» Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar. Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas. Porque Mi yugo es fácil[ y Mi carga ligera».
Marcos “tiene calle”, era cristiano “desde chico”, en la casa de su madre, María. El Apóstol Pedro se refugia al ser liberado de la cárcel, en Jerusalén. De allí su amistad y cercanía espiritual: le llama su hijo, reconoce que “le es muy útil en el Ministerio del Evangelio”. Bernabé, su primo y Pablo le piden los acompañe visitando y animando a las primeras Comunidades que se han ido formando en Asia y Grecia. En estos trajines Marcos fue aprendiendo y conociendo la realidad de esas nacientes Iglesias. Su Evangelio es un poco así. Escribe lo que vio y oyó de la Predicación de Pedro. Su escrito es directo, muy conectado con lo que pasa. Para él, Jesucristo es la Verdad y la Vida. Aquí narra lo que le ocurre a Jesús en Jerusalén, después de su entrada triunfal (nuestro Domingo de Ramos) y su “trabajosa” tarea de convencer a los jefes religiosos que Él es el Hijo de Dios anunciado desde Moisés y los Profetas. Su Venida, responde a una universal Esperanza Humana de Redención, y un llamado a construir un nuevo hombre en una nueva humanidad.
La Iglesia hoy, y nosotros, tenemos la Misión de repetir “estos afanes” de Jesús. Evangelizar con un lenguaje claro y convincente. Es el arriesgado esfuerzo del Papa Francisco por humanizar la Iglesia y su Mensaje. A menudo nos damos vueltas en fundamentar el Anuncio en razones técnicas, pragmáticas, filosóficas, etc. A modo de un simple ejemplo: el debate de hoy sobre el Aborto. Pedro, el mentor de Marcos, dice en una de sus Cartas que debemos “dar razón de nuestra Esperanza.” Echo de menos, una revisión y “puesta a punto”, del lenguaje de los líderes religiosos y nosotros los creyentes “de a pie”, en esa Misión de “dar razón de la Esperanza” En el caso del aborto “las razones” son discursos y fundamentaciones bioéticas. De Jesús se decía que “hacía y enseñaba” Faltan gestos e iniciativas en favor de las mujeres y jóvenes en riesgo de abortar. Me gustaría oír una declaración oficial …” Estamos abriendo en todas las Comunas de Santiago Centros de Orientación y Apoyo Interdisciplinarios. El aborto pone en riesgo la vida humana. Creemos en la vida del que está por nacer. En nombre de Jesús y su Evangelio, apostamos por ella.” Aunque tenemos dos grandes Centros de Salud que son de la Iglesia, no conozco iniciativas en esa dirección: dar razón de la Esperanza, en la línea del Papa que sueña con una “Iglesia Samaritana”. Jesús hacía y enseñaba. Iniciativas y enseñanza.
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