Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
19 Jul 10
Mateo 12, 38-42
«Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará»
En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: Maestro, queremos ver un signo tuyo.» Él les contestó: -Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará mas signo que el de Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra. Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.»
“Maestro, queremos que nos hagas un milagro” ¿Qué sucedió aquel día, que Jesús se molestó tanto y se negó a responderles? Él sabía bien que aquella gente “especialista en religión” no escuchaba el mensaje sino que le pedía cuentas. Gente perversa e infiel, que alababa a Dios con los labios, pero que tenía otros ídolos en su corazón, al igual que yo, al igual que ustedes. ¿Cuántas veces nos hemos sorprendido pidiéndole señales antes de escuchar la Palabra? A mí me pasa a menudo, que me ahogo en un mundo materializado y no veo con claridad la presencia del Señor que está a mi lado a cada instante. Permanentemente ando en busca de un encuentro: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”. (Aparecida. Documento conclusivo, 243).
He pensado que el Señor nos da muchas señales o milagros todos los días para que reaccionemos. Sin embargo, cuando rogamos por la presencia de Dios en algún hecho que nos preocupa y se nos concede aquella gracia, la gratitud nos dura poco, se desvanece muy pronto y no experimentamos “un real cambio interior”. ¿Por qué nos pasa eso? Tal vez porque no nos entregamos del todo, y siempre nos guardamos un poco de egoísmo que nos impide dar el gran salto. ¿No sería ya el momento de tomar en serio lo que significa ser Cristiano en el mundo de hoy?
Esta semana en Chile, se revelaron los resultados de la última encuesta C.A.S.E.N. (Caracterización Socioeconómica Nacional) encontrándonos con un incremento inesperado de la pobreza, hecho que nos debe hacer reaccionar.
El Señor nos habló duramente a través de esas cifras, que no solo son números, sino que detrás de ellos están personas, familias, niños, hermanos nuestros, que están sufriendo las graves insuficiencias de la pobreza y la padecen desde hace un par de años sin que sociedad lo hubiese observado. Se han dado diferentes argumentos, pero lo que me parece claro que es una señal de que como sociedad debemos hacer una autocrítica de lo que hemos hecho por los pobres y debe traducirse en propósitos concretos como nación y a título personal para manifestarnos cristianamente por los más necesitados.
En ello, la tarea es mucha, pero no olvidemos que también son muchos “los operarios” para enfrentarla. Lo que falta es mayor disposición y compromiso. La cuestión es que nos pongamos a trabajar dejando el egoísmo y la autocomplacencia a un lado para cumplir la Misión.
He recibido en mi casilla, el siguiente comentario de un lector de la V Región:
Siendo importante relacionar y plantear el problema de la pobreza con la lectura del Evangelio, me parce que una reiteración de esta problemática que centra la orientación del mensaje nos hace, muchas veces, perder el foco en las otras miserias. Esas que dan cuenta lo alejados o separados que estamos de nuestras raíces divinas.
Nunca me parecerá una reiteración mirar la pobreza desde el punto de vista evangélico…no creo que eso en verdad deje de lado la mirada de nuestras propias miserias.
El comentario del Dr. Luis Lira integra muy bien la realidad nuestra, las palabras y sentimientos de Jesús, invitándonos al verdadero seguimiento de aquél que nos guía e inspira. Nos sentimos llamados por la fe, la esperanza, la caridad a ESCUCHAR VER REFLEXIONAR ACTUAR, actitudes que también se integran.
Deseo citar unos breves pensamientos al respecto, del santo P. Alberto Hurtado:
Se engaña si pretende ser cristiano quien acude con frecuencia al templo pero no al conventillo para aliviar las miserias de los pobres. Se engaña quien piensa con frecuencia en el cielo, pero se olvida de las miserias de la tierra en que vive. No menos se engañan los jóvenes y adultos que se creen buenos porque no aceptan pensamientos groseros, pero que son incapaces de sacrificarse por sus prójimos. Un corazón cristiano ha de cerrarse a los malos pensamientos pero también ha de abrirse a los que son de caridad.
Al buscar a Cristo es necesario buscarlo completo. El ha venido a ser la cabeza de un cuerpo cuyos miembros somos, o estamos llamados a serlo, nosotros los hombres, sin limitación alguna de razas, cualidades naturales, fortuna, simpatías… Basta ser hombre para poder ser miembro del Cuerpo Místico de Cristo, esto es para poder ser Cristo.
La ley del amor no es para nosotros una ley muerta, tiene un modelo vivo que nos dio ejemplos de ella desde el primer acto de su existencia hasta su muerte y continúa dándonos pruebas de su amor en su vida gloriosa: ese es Jesucristo, «que pasó por el mundo haciendo el bien» (Hch 10,38). Jesús nos muestra su amor con los leprosos que sanó, con los muertos que resucitó, con los adoloridos a los cuales alivió. Consuela a Marta y María en la pena de la muerte de su hermano…; en fin no hubo dolor que encontrara en su camino que no aliviara.
Buenas noches! Gracias a Nelson Velandia por comunicarme este camino. No sé si es el de Colombia o es otro Nelson, de todos modos, gracias. Quería comentar que me parece muy bueno que haya personas dispuestas a compartir su experiencia y visión de fe, desde su condición de a pie. Así ella se encarna más en la vida… Me alegra también que se tome una actitud crítica frente a puntos de vista que tienen su valor, pero que en el fondo no permiten descubrir a la Persona de Jesús ni su Palabra. En este caso, la espera de milagros para poder creer o para resolver situaciones que son responsabilidad nuestra. Los milagros son parte del mensaje-acción de Jesús, pero representan un desafío de lenguaje que, en medio de la ignorancia, la necesidad o la ingenuidad, pueden enredar y hasta esconder lo más importante. Entendidos como magia,contradicen la actitud de Jesús respondiendo a las tentaciones del maligno. Entendidas como aciones misericordiosas de Dios en medio de su Pueblo, convidan a la esperanza, a la fe y, sobre todo, a una respuesta de amor. El Señor los bendiga e ilumine en esta tarea de evangelización. Poncho Villa
Asunto: agradecimiento
Buenos Días
Les escribo desde la V Región, Chile.
Junto con saludarles muy afectuosamente, motiva la presente la necesidad de felicitarlos y agradecerles por todo lo bueno que nos entregan.