Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
29 Jul 17
Mateo 13. 54-58
¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?”
En aquel tiempo viniendo Jesús a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?» Y se escandalizaban a causa de Él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio». Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.
El pasaje del evangelio de Mateo que comentamos hoy nos regala gran cantidad de temas a reflexionar.
Partamos por el rechazo de los parientes y conocidos de Jesús al volver a Nazaret. De hecho, muchos tenemos a flor de labios el término “nadie es profeta en su tierra”. Al releer el texto hoy me hago dos preguntas: ¿por qué nos resistimos a reenviar los Whatsup de corte religioso a nuestros más cercanos y apenas nos llegan otros bastante superficiales no dudamos en esparcirlos por personas que apenas conocemos? O, ¿por qué nos cuesta tanto atraer a nuestros más cercanos a nuestro movimiento, o a nuestras creencias?
La reacción de la gente de Nazaret puede ser la respuesta a mis dos preguntas. La gente normalmente no acepta el misterio de Dios presente en una persona común como conocían a Jesús. Para poder hablar de Dios, tenía que ser diferente. El conflicto no existía con los de fuera de casa, sino que con los parientes y con la gente de Nazaret. En ningún lugar es un profeta peor recibido que en su propia casa. Es difícil para los hombres ver que alguien, que antes era como ellos, es ahora un reflejo de bondad, una persona que ha cambiado para bien. ¿Por qué, por qué les cuesta tanto aceptarlo? Tal vez sea porque en esa persona ven a alguien que ellos mismos podrían imitar y seguir si se esforzaran. El problema es que muchas veces el esfuerzo es lo que menos gusta y por ello creen que el cambio es una mentira o simplemente no quieren pensar más en él. Ellos no aceptan, porque no consiguen entender, los prejuicios lo impiden. En general somos escépticos. Por eso es muy difícil que nos sorprenda alguien que conocemos. No estamos dispuestos a admitir que puede haber cambiado.
Otro punto que me gustaría comentar es el de “hermanos de Jesús”. Sabido es este que este término causa mucha polémica entre católicos y protestantes. Basándose en éste y en otros textos, los protestantes dicen que Jesús tiene hermanos y hermanas y que María tiene más hijos, pero los católicos aseguran que María no los tuvo. ¿Qué pensar de todo esto? En primer lugar, las dos posiciones, tanto de los católicos como de los protestantes, tienen argumentos sacados de la Biblia y de la Tradición de sus respectivas iglesias. Se trata de convicciones profundas, que tienen que ver con la fe y con los sentimientos de ambos. Argumento que aun cuando no estemos de acuerdo con la opinión del otro, hay que respetar. En las lenguas semíticas la palabra “hermano” tiene una significación muy amplia. Se emplea para designar al hermano, al medio hermano, así como a los parientes y aún a los mismos compatriotas y en este texto designa a los primos de Jesús.
Y por último, ¿por qué se le atribuye a Jesús el termino de “hijo del carpintero”? Según la Iglesia Católica, José, el padre terrenal de Jesucristo fue un carpintero y su hijo le siguió los pasos en el oficio como era costumbre en la época. ¿En qué se basa la Iglesia para afirmar esto? Las únicas menciones que los evangelios canónicos hacen sobre el oficio de Jesús se encuentran en Marcos y en Mateo, y los dos hacen referencia al mismo suceso. Jesús regresa a Nazaret para iniciar su ministerio publico. La gente al reconocerlo dice: ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? Recordemos que los manuscritos originales de los evangelios canónicos fueron escritos en griego. La palabra griega que hace mención al oficio de Jesucristo en los pasajes citados de los evangelios de Marcos y Mateo es: TEKTON. Pero la palabra griega TEKTON no se refiere exclusivamente a un carpintero. Cuando se quería especificar el tipo de trabajo que se realizaba, la palabra TEKTON iba seguida de otra palabra griega que definiría el rubro del obrero.
Por lo dicho, a la pregunta, ¿cuál fue la ocupación de Jesús?, con honestidad sólo podemos contestar “carpintero o constructor”. O mejor, podemos decir que seguramente Jesús fue “más que un carpintero”. Palabras hay muchas para definir su labor en la tierra, ¿cual le pondrías tú?
Deja una respuesta