Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
31 Jul 21
Mateo 13, 54-58
¿No es el hijo del carpintero?
Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?
¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?
¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?
Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
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Muy sencillito este evangelio… ¿qué podemos decir de él? Parece no tener nada significativo, pero algo siempre nos enseña. Aquí tenemos a un Jesús que después de caminar mucho por muchos pueblos, enseñar con parábolas y predicar y curar entre mucha gente, le dio ganas de volver a su tierra… A ver si algo podía hacer por los suyos. A muchos nos pasa eso, soñar en volver al terruño…
Pero, ¡caramba que lo maltratan en su propia casa! ¿Quién es éste? Es el hijito del carpintero, ni estudiado es y quiere enseñarnos… Si es nuestro vecino. Ni siquiera es un genio gringo que sabe todo, así como cuando tenemos algún mal, nos escapamos de nuestros doctores para ir a buscar a grandes doctores que hablan inglés lejos de nuestra tierra, ¿no? Este era un chi’ti*, no más un llokalla*, jovenzuelo del vecindario. ¿qué siempre nos va a enseñar él? Como que no se valora al semejante, o peor, al hijo de un simple carpintero. ¿Cómo te sentirías tú ante una reacción así de tus vecinos, donde habías vuelto para ver qué podías hacer por tus propios vecinos? Como que parece cierto aquello de que nadie es profeta en su propia tierra, ¿no? Cómo pues, ¿un simple campesino nos va a dirigir? ¿Qué, siempre, ha estudiado?, ¿cómo va a saber qué hacer? ¿O un maestrito rural en Perú ahora cree que va a poder dirigir a todo un país? ¿qué sabiendo pues? ¿Con ese su sombrero de campesino, por dónde nos llevará?
Igual nos pasa aquí en Chile, que hemos emprendido la tarea de preparar una nueva Constitución para el país. Pero, ¿quiénes lo va a hacer? Y ¿qué hacen todos esos chicos que vienen de los barrios, y esos indiecitos que viene del sur y del norte? Y, ¿los va a dirigir una mapuche? ¿Qué sabiendo, pues?
Aquí tenemos un Jesús que después de enseñar a mucha gente y ser alabado y perseguido para escucharlo, decide volver a su tierra y no le resulta el experimento. Éste es un momento de inflexión para él. Se irá de su pueblo que no lo escucha, hacia otros rumbos, como quién dice, si no te escuchan déjalos, sacude el polvo de tus sandalias y vete a otro lado…
Después de este pasaje ya no seguirá hablando a las muchedumbres, se dedicará a enseñar y adiestrar a sus discípulos, a sus voceros, pues una sola persona no puede hacer mucho, ante tantos problemas, ante tamaña tarea… Tendrá que apoyarse en sus amigos para seguir la tarea más adelante y en muchos más, incluso en nosotros, para llevar su palabra por el mundo…
Ya ven, y el hijo del “carpinterito”, 2000 años después sigue enseñándonos y ¡sigue siendo el modelo de vida! No desdeñemos a nadie, por su apariencia o su origen. Pongámosle atención también, al vecino humilde, que algo podemos aprender de él.…
Miamsi, Bolivia y Chile
*chi’ti, llokalla = niño, en quechwa
Que excelente puesta al dia de este Evangelio, me has dado argumentos para un pequeño intercambio de ideas que he tenido. Gracias por hacer vida un Evangelio de hace 2000 años, que, como siempre, descubrimos que siempre es actual. Gloria a Dios¡¡¡
Yo veo otra perspectiva, el profeta que no fue reconocido tampoco es reconocido en el mundo de hoy, en Chile antes de la Pandemia 65% CATOLICOS y otro tantos evangélicos. (creo que un 15%). Pero verdaderamente los que ibamos al templo, no pasabamos del 17%… de todos ellos ¿cuantos creen que verdaderamente permanece en la ostia consagrada dentro del templo? ¿Cuántos pasan a verlo a la iglesia a conversarle a pedirle por las necesidades? ¿Cuántos son conscientes de que la verdadera lucha para ser santos es combatir contra el demonio con actos de amor y practicando la caridad? ¿Cuántos rezan el rosario a diario?
Yo creo que hemos perdido la fe, no oramos, nos envuelve el mundo y sus ruidos, no rezamos, no leemos su palabra a diario. En resumen, desdeñamos al profeta y su presencia viva, no cultivamos su cercanía, nos bastamos a nosotros mismos, le abandonamos, hemos perdido la fe en confesarnos, no ayunamos, decrecemos en la fe y POR TANTO, DISMINUÍMOS EL PODER TRANSFORMADOR DE LA IGLESIA, tengo la idea que nos mantenemos como país pacifico, gracias a la memoria de nuestros mayores que aún sobreviven y son fieles cristianos, pero falta un movimiento de creyentes jóvenes que vuelvan rezar el rosario, para que Regrese con su potencia renovadora en todos los ámbitos del país, Yo diría nuevas multitudes que vuelva a rezar ¡VIRGEN DEL CARMEN REINA DE CHILE SALVA A TU PUEBLO QUE CLAMA A TI!