Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
12 Dic 20
Mateo 15, 29-37
Multiplicación de los panes
De allí Jesús volvió a la orilla del mar de Galilea y, subiendo al cerro, se sentó en ese lugar. Un gentío muy numeroso se acercó a él trayendo mudos, ciegos, cojos, mancos, y personas con muchas otras enfermedades. Los colocaron a los pies de Jesús y él los sanó. La gente quedó maravillada al ver que hablaban los mudos y caminaban los cojos, que los lisiados quedaban sanos y los ciegos recuperaban la vista; todos glorificaban al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de esta gente, pues hace ya tres días que me siguen y no tienen comida. Y no quiero despedirlos en ayunas, porque temo que se desmayen en el camino.» Sus discípulos le respondieron: «Estamos en un desierto, ¿dónde vamos a encontrar suficiente pan como para alimentar a tanta gente?» Jesús les dijo: «¿Cuántos panes tienen ustedes?» Respondieron: «Siete, y algunos pescaditos.» Entonces Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó luego los siete panes y los pescaditos, dio gracias y los partió. Iba entregándolos a los discípulos, y éstos los repartían a la gente. Todos comieron hasta saciarse y llenaron siete cestos con los pedazos que sobraron.
En el texto que comentamos hoy, encontramos otro de los grandes milagros que nuestro Señor Jesucristo realizó durante su ministerio, -la multiplicación de los siete panes y unos pocos pececillos, con los cuales alimento a cuatro mil-. Hasta el momento hemos visto el intento de Jesús de retirarse por un momento de las grandes multitudes que lo seguían con el fin de restaurar las fuerzas de su humano cuerpo y estar a solas con sus discípulos para darles las últimas instrucciones ya que se encontraba al final de su ministerio.
Este milagro es muy similar a otro en el que alimenta a cinco mil con cinco panes y dos peces; pero como lo veremos se trata de una situación muy diferente.
Cuando se piensa en el ministerio de Jesús, se cree que ÉL se enfocó solamente en el pueblo judío, pero no es así. Según Mateo, Marcos y Juan podemos ver que Jesús desarrollo principalmente su ministerio en la región de Galilea, que era una región densamente poblada de judíos de baja condición social en su mayoría, poblada por obreros, pescadores y otros oficios humildes. Así mismo según Juan sabemos que también desarrollo su ministerio en Jerusalén, la capital de los judíos, aunque no con libertad por la fuerte oposición que sufría. También en Juan vemos a Jesús desarrollando su ministerio en samaria donde muchos creyeron y se quedó con ellos como 10 días. Ahora por estos pasajes del evangelio de Mateo vemos como Jesús desarrollo también su ministerio entre los gentiles sanando a muchos y trayendo el evangelio seguramente a estas personas.
Ahora, Jesús está a punto de abandonar las regiones gentiles para volver a los territorios de Israel, pero antes de eso ocurre este maravilloso milagro que seasemeja al que había realizado con los judíos. Después de haber estado en la región de Decápolis, muchas personas habían creído en el Maestro y como consecuencia eran multitudes los que lo seguían, en este caso eran cuatro mil, (sin contar las mujeres y los niños), los cuales ya tenían tres días de andar con Él. Por lo que cuando llegó a las fronteras de Israel era necesario despacharlos, pero sintió compasión de ellos porque estaban en ayunas y se podían desmayar en el camino.
En este pasaje encontramos algunos detalles que nos muestran que este evento es diferente al de la alimentación de los cinco mil. En primer lugar, vemos que esta gente que no era judía, a diferencia de la multitud de cinco mil, habían estado con Él durante tres días, mientras que los otros habían llegado aquel mismo día después de haberlo buscado por todos lugares. En segundo, lugar, en la alimentación de los cuatro mil vemos a Jesús comentándole a sus discípulos la compasión que sentía por esta gente y su deseo de alimentarlos para no mandarlos en ayuna; mientras en la alimentación de los cinco mil, fueron sus discípulos los que le pidieron a su Maestro que despidiera a la gente para que se retiraran a las aldeas a comprar algo de comer. Lo que si encontramos en común en ambos pasajes es la gran compasión que nuestro Señor sentía por las personas. Estos cuatro mil no eran judíos, pero Jesús nunca se detuvo a discriminar su nacionalidad o cualquier barrera racial o ideológica que a veces separan a los hombres, fuera judío, samaritano o gentil, nuestro Señor siempre estuvo dispuesto a hacer misericordia porque para eso vino a esta tierra y ahora todos podemos gozar de esa misericordia gratuita
Jesús llamo a sus discípulos acercarse a El. También a nosotros nos llama continuamente a seguirlo. Si, lo buscamos, pero también Él nos llama para que lo sigamos.
Nuestro amor es una respuesta al amor preexistente que Él nos da.
¿Puedo ir hacia Dios con la confianza, de que tiene compasión por mí como la tuvo con las multitudes?
Y, que Él nos va a amar, alimentar y sostener como lo hizo entonces con esa infinidad de gente?
Jesús no conjuró los panes y los peces por medio de un acto de magia, más bien, tomó lo que le ofrecieron: el pan y los peces y los multiplicó.
Nunca debemos pensar que tenemos poco para dar, como nos recuerda Santa Teresa de Ávila “Cristo no tiene ahora más cuerpo que el de ustedes, ni manos en la tierra, sino las de ustedes. De ustedes son los pies con los que camina a hacer el bien, y finalmente, de ustedes, son las manos a través de las cuales ÉL bendice a todo el mundo”
En todo caso, para mi lo mas importante de esta lectura es el «Sígueme» que nos dice Jesús.
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