Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
16 Ago 10
Mateo 19, 16-22
«Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, así tendrás un tesoro en el cielo»
“En esto se le acercó uno y le dijo: ‘Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?’ El le dijo: ‘¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.’ ‘¿Cuáles”?’ – le dice él –. Y Jesús dijo: ‘No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.’ Le dice el joven: ‘Todo eso lo he guardado: ¿qué más me falta? Jesús le dijo: ‘Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven y sígueme’. Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes”.
Ahora soy yo la que pregunta: ¿por qué ese texto de Mateo, también presente en Marcos y Lucas, me conmueve todavía, a punto de que lo he elegido entre muchos otros? Creo que necesito “perdonarme” por “malos sentimientos” hacia los ricos y muy ricos. Necesito profundizar mi fe y mis respuestas al llamado de Dios.
El texto ha sido muy utilizado ideológicamente, muchas veces bajo ideas teológicas, a favor de los ricos y contra ellos. Supongamos que la intención de Jesús, por lo que conocemos de él, era ayudar al joven a encontrar su camino y su paz interior, porque obviamente él no se sentía seguro y tranquilo.
Jesús lanza mano de su pedagogía predilecta, preguntar al contrario de contestar para que su interlocutor pueda reflexionar. Y así hace. El muchacho, por sus respuestas por lo menos, parece creerse casi perfecto porque cumple todos los mandamientos de la ley/tradición judaica.
Jesús le da una lección, a él y a todos nosotros: conocer la ley y sus mandamientos y cumplirlos como regla de vida no significan que uno esté totalmente agradando a Dios. ¿Qué le falta? Le falta cambiar la obligación por la gratuidad. Le falta no hacer “hacer negocios”, yo hago eso y gano lo otro.
Es con el corazón puro y humilde que podemos seguir a Jesús. Dios no tiene, o por lo menos no usa, algo para medir qué leyes y mandamientos hemos cumplido. Su justicia es misericordia, o sea, su justicia no es retributiva sino restaurativa. Dios quiere gestos de amor y compasión. En ello están resumidos los mandamientos. Dios no retribuye lo que hagamos, El restaura, para nuestra vida eterna a Su lado, lo bueno y amoroso que hicimos.
Por supuesto mientras más bienes materiales tenga alguien más difícil despojarse. Y muchas veces despojarse puede significar poner a servicio y uso de los demás, especialmente los que necesitan, especialmente para los desposeídos. Es la “regla de oro” para todos y todas.
Tal vez la exigencia de Jesús nos suene exagerada, poco práctica, inútil con el tiempo, etc. Para quien se presenta como ejemplar sólo el seguimiento radical serviría de respuesta. Distinto, por ejemplo, de lo que pasa con Zaqueo a quien Jesús no pide cosa alguna, sólo se le acerca. Zaqueo que se conocía muy bien siente el llamado de Jesús y le acoge con el gesto de devolver a los pobres y a los que defraudó.
El seguimiento es radical, seguir a Jesús, ser discípula y discípulo exige de nosotros una entrega total de nuestro ser y hasta de nuestros bienes, como lo hizo Madre Teresa de Calcuta, P. Hurtado y tantos otros. Sin embargo, no dejaremos de seguirle y de servir a los hermanos y hermanas si no podemos despojarnos totalmente.
Es importante que tengamos en la razón, en el corazón, en el espíritu, escrito en la frente y en la mano, lo que nos pide Dios, quien es considerado “padre de los huérfanos y tutor de las viudas”. (Sl 68, 5) Dios nos pide que “aprendamos a hacer el bien, que busquemos lo que es justo, que demos sus derechos al oprimido, justicia al huérfano, ayuda a las viudas” (Is 1, 17).
Mientras haya una persona hambrienta, desnuda, enferma, etc la Creación estará enferma dependiente de nuestro actuar como cristianos, discípulas y discípulos de Jesús, el Cristo.
Recemos. Amén.
Gracias Davina, por esta hermosa reflexion y mensaje de entrega completa para el Senor. Yo veo en Lucas 12:34 Y Mateo 6:21 que dice: Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Si invertimos esta frase, diremos que ahi donde esta vuestro corazon, estara vuestro tesoro. Y donde esta nuestro corazon? Solo nosotros sabemos, y eso que mas queremos es nuestro tesoro. Anhelemos pues la vida eterna y el servicio a Dios, que todo lo demas vendra por anadidura. Si somos hijos de Dios, seremos siempre ricos y millonarios en nuestro corazon, porque lo que amamos es servir y dar lo que tenemos. En las arcas de Dios no hay miseria, y cuanto mas damos mas recibimos. El que nada da, nada recibe, ese si que es verdaderamente pobre, y termina en la calle.
Demos gracias a Dios por lo que tenemos, pero todo es de El.
Saludos.
Jose, Nueva York, USA
Llama la atención que Marcos y Lucas, en relación con el mismo encuentro,tienen un signfificativo addendum al vs. 16-17 en Mateo. Ambos dicen verbalmente: «(El joven) arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro b u e n o ¿qué he de hacer, para heredar la vida eterna?» – Jesús le respondió: ¿Porqué me llamas b u e n o ? Nadie es b u e n o sino sólo Dios» (Mc 10, 17-18; Lc 18, 18-19). Téngase presente, que según los historiadores, Marcos es el más confiable. Compresible que Mateo quiso borrara toda duda sobre lo intachable de su maestro …
exelente