Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
12 Ago 17
Mateo 19, 3-12
Por lo terco que sois, os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres, pero al principio no era así
Y se le acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: “¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera? Él respondió “¿No habéis leído que el Creador , desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, Dícenle: “Pues ¿por qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?” Díceles: “Moisés, teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer – no por fornicación – y se case con otra comete adulterio. Dícenle sus discípulos: “Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse”. Pero él les dijo: “No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos hechos por los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender que entienda”.
Tengo ganas de decir lo mismo que Jesús: “quien puede entender que entienda”. No les voy a hacer eso, sino comentar que este trozo de Mateo es mucho más rico, digamos, que lo que está dicho, hay mucha teología y enseñanzas bajo lo que está dicho. No es solo, como lo trata, de modo general, la iglesia hoy un “tratado” sobre el divorcio. Nos encontramos una vez más ante una disputa teológica entre Jesús y los fariseos. A veces, nuestra primera impresión en una lectura más superficial es de sorpresa: ¡Jesús contra las mujeres permitiendo repudiarlas! Absolutamente no. Jesús comprende el drama de Moisés frente a la dureza del corazón de muchos y del pueblo que se formaba para enfrentar otra batalla. Y Jesús va más allá de lo que decía Moisés y se refiere al Dios de la Creación y Liberación que determinó que el hombre se unirá a su mujer y se harán una sola carne.
Recordemos el evangelio de la adúltera en Juan que todos se retiran, Jesús perdona a la mujer, aunque le diga para no pecar más. Y la Samaritana, también en Juan, no le critica, sólo se presenta como Mesías y ella se hace apóstol que va a anunciar la buena nueva Los discípulos aún estaban viviendo en su época con su cultura patriarcal y no aceptan muy bien lo que dice Jesús. Viene el tema de los eunucos que tiene su expresión máxima siglos después con Orígenes. La sexualidad ya era un tema tabú, el mismo Pablo en una frase infeliz dice que es mejor casarse que abrasarse.
Vivían todos en una época en que se creía que el fin del mundo estaba cercano y que la dedicación TOTAL al Reino de Dios era lo que deseaban y conseguían muchos como Juan, el Bautista y Jesús. Los tiempos van a cambiar, los mismos discípulos lo sienten y la Iglesia de Cristo va creciendo no sin dificultades.
Reafirmamos que Jesús sigue ante todo lo que Dios crea y dice sobre el matrimonio. No se deja llevar por las leyes que determinaban los fariseos.
Saltemos siglos y veamos que pasa hoy. Es como si la observación estricta de la ley pasara por encima del amor, de la misericordia, de las circunstancias, de lo mejor para el Reino de Dios. Hay expertos para discutir eso. “Hasta que la muerte los separe” no toma en cuenta los cambios violentos, crueles, difíciles que se presentan para un matrimonio. Y lo que piensan para toda la vida cuando tienen entre 20 y 30 años sufre presiones de todo tipo y lugar.
Nueva pareja que se forme con toda dignidad y fe está excluida del momento máximo de nuestra fe: la EUCARISTÍA. ¿Quiénes son los que juzgan que hay personas que no la merecen, mientras muchas de ellas hicieron anulaciones dudosas? La EUCARISTÍA es el cuerpo y sangre de Cristo entregado a nosotros para la vida con y en él.
Personas buenísimas se alejaron de la iglesia porque no les permiten ir a la Eucaristía. Trabajan en varias misiones de la Iglesia pero no pueden comulgar. ¿Cuál es el escándalo más triste? ¿Que tengan “situación irregular” según las leyes del magisterio o que no puedan acercarse a la mesa eucarística?
El 17 de agosto sería el cumple de mi padre que vivió feliz con mi madre por 59 años. Que de donde estén, bendigan a todos que sufren y que nosotros miembros de la iglesia consigamos más misericordia.
Este evangelio me interpela en dos momentos, el primero «repudiar a la mujer» (no por fornicación) entiendo que el espíritu es mantener la unión conyugal» pero si la mujer se comporta en forma adultera y se va de la casa ¿Cuál es el pecado del esposo? ¿Es lícito que busque otra?
La segunda «hay eunucos que nacieron así desde el vientre de la madre», ¿se refiere a los homosexuales o a los trans que tanto juzgamos en vez de acoger? No obstante, me cuesta entender que a pesar de no tener cromosomas cambiados, es decir son naturalmente hombres o mujeres, se comportan o sienten lo contrario