Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
22 Ago 20
Mateo 20, 1-16
Los trabajadores de la viña.
»En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: «Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido.» Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: «¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?» Le respondieron: «Nadie nos ha contratado.» Él les dijo: «Id también vosotros a mi viña.» Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: «Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.» Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: «Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno.» Él replicó a uno de ellos: «Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?» Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»
Son más de cuarenta las parábolas de Jesús colectadas por los autores de los Evangelios. Este, de los trabajadores de la viña, trata, como muchas, del Reino de Dios. Se podría llamar mejor la «Parábola del sueldo igual».
Durante la Antiguedad el cuidado de la viña era considerado como el trabajo más duro pero con más ganancia. Son muchas las variaciones del trabajo de la viña segun las temporadas : corte de las ramas en invierno, vendimia en verano, cuidado todo el tiempo. Por eso se necesitan obreros temporarios. Emplear gente era fácil en el tiempo de Jesús; cada día se podía encontrar gente, porque siempre estaban presentes brazos disponibles para emplear.
El llamado a trabajar por parte del dueño se repite varias veces durante el día hasta la última hora de trabajo. Eso sorprende. Parece que la preocupación del dueño no es tanto la cosecha sino la del desempleo de la gente.
El sueldo acordado con los primeros trabajadores desde el alba es un denario. Es un sueldo corecto, normal no tan generoso. Este sueldo va generar una decepción grande por parte de los primeros empleados de la mañana. Aquí entra una sorpresa, porque no se dieron precisiones en cuanto al sueldo de los demás llegados más tarde, pero al final es el mismo sueldo para todos sin considerar el tiempo trabajado.
Eso es el centro de la parabola : el sueldo recibido. Para nosotros, como para los trabajadores de la viña parece una injusticia, una locura que va al revés de la lógica del trabajo y de lo que tiene que ser un sueldo. Estamos en una lógica de rendimiento y de justicia distributiva.
Al final el patrón genera una incomprensión en su manera de ver la justicia salarial. A los que reclaman el patron dice: cumplo con mi compromiso de sueldo inicial, utilizo mi dinero como quiero a mi modo de ver.
Pero desata un rechazo a su vision de bondad para todos.
El ve la justicia de otra manera : igual para todos como sea su participacion a la producción final.
Como siempre en sus parabolas Jesus va desarollando una visión subversiva del mundo desde Dios que no corresponde a la justicia común del mundo del negocio.
La parábola se vuelve rara por esta visión de justicia igualitaria frente a una retribucion dominada por la idea de proporción en la distribución.
Entonces el Reino de Dios descrito de esta manera muestra la abundancia de vida entregada a todos de igual manera sin importar su condición, su estatuto, su religión o su cantidad de trabajo.
Esta parabola descabellada muestra también la manera libre de vivir de Jesús fuera de la lógica puramente humana.
Por una parte nos sentimos protejidos por la parabola ya que no sabemos bien que cantidad sera nuestra participación al trabajo del Reino.
Por otra parte nos genera un malestar típico del mundo al revés que es el mundo de Dios donde los primeros son los últimos y los últimos primeros.
¿Que sera de nosotros ? ¿Como convertir nuestro mundo a la vision de Dio ?
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