Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
14 Dic 09
Mateo 21, 23-27
Controversia sobre la autoridad de Jesús
Jesús entró en el templo y se puso a enseñar. Se le acercaron los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo y le preguntaron: ¿Con qué autoridad haces eso? ¿Quién te ha dado tal autoridad? Jesús les contestó: “Yo a mi vez les haré una pregunta, si me la respondéns, les diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan, ¿de dónde procedía?, ¿de Dios o de los hombres? Ellos discutían la cuestión: Si decimos que de Dios, nos dirá que por qué no le creímos; si decimos que de los hombres, nos asusta la gente, porque todos tienen a Juan por profeta. Así que respondieron a Jesús: —No sabemos. Él les replicó: —Pues tampoco yo led digo con qué autoridad lo hago.
En muchas ocasiones, ya sea por la muerte de un ser querido, la enfermedad o la llegada de cualquier otra calamidad a nuestra familia o cercanos, nos preguntamos: ¿por qué Dios nos ha mandado esto? y luego, reflexionamos y nos preguntamos: ¿qué mal habremos hecho o qué mal paso hemos dado para recibir tamaño castigo?
Este año no ha sido el mejor para nuestra familia. Se nos presentaron serios problemas de salud, situaciones o problemas que creíamos insalvables. Pero nunca llegué siquiera a preguntarme: ¿con qué autoridad está actuando Dios sobre mí o en mi contra, o sobre mis seres queridos?, o bien ¿quién se habrá creído que es? En forma milagrosa y luego de mucha oración los problemas se fueron subsanando.
Estas preguntas así presentadas, tan descaradas y, que además hasta suenen a blasfemias son, en el fondo, las que surgen de nuestra soberbia, eso de no dejar a Dios ser Dios. Pensando tal vez que, por creernos intachables, solo merecemos premios. ¿Dudamos acaso que “el Señor es bueno y recto”, y que, a pesar de nuestras rebeliones, su ternura y misericordia son eternas?.
Propongo que repitamos despacio, pensando en lo que estamos afirmando: “el Señor es bueno, recto, bondadoso y su misericordia es infinita”. Acércate a Dios así como lo hizo María, desde la humildad, dejándole hablar a Él que seguramente tiene mucho que decirte, pues “El enseña su camino a los humildes”.
A propósito, que importante es eso de dejarlo hablar a Él. Cuando rezamos, generalmente, hablamos sólo nosotros. Dejémosle hablar a Él, guardemos momentos de silencio para darle oportunidad a Él para que nos responda y nos hable y diga lo que nos tiene que decir. Al principio cuesta pero, a la larga se logra la comunicación y les aseguro que vale la pena.
Ahora volviendo a la lectura, resulta que el Sumo Sacerdote y los Ancianos se preguntaban “con qué derecho Jesús había echado a latigazos a los mercaderes del templo”, cuando para ellos no hacían otra cosa que trabajar, y además de darle vida y movimiento al templo, eran los que, en último término, pagaban impuestos por trabajar allí.
Hagamos memoria, y recordemos el número de veces en que nos hemos preguntado el motivo que ha tenido Dios de mandarnos tal o cual situación.
Reitero que no debemos actuar como lo hicieron los escribas y fariseos, Dios sabe porqué hace las cosas, a nosotros solo nos corresponde acatar.
Estimado amigo Percy, gracias por tu reflexión que mucho me ha ayudado e iluminado para las próximas horas que serán una gran prueba.
Hasta pronto, un abrazo
davina
…”Dios quiso hacer un mundo donde tuviera en los hombres interlocutores libres, capaces
de decisión, o sea cooperadores creativos en un proyecto común a ambos”, palabras de Juan Luis Segundo, teólogo uruguayo, de su libro
“Dios y los hombres” p.122
Prefiero esta concepción de Dios donde el hombre vive de acuerdo a coordenadas naturales… a creer que desde arriba Dios decide paso a paso nuestras vidas, castigándonos o premiandonos… es mi humilde opinión…
Adelante con este emprendimiento tan importante que nos obliga a pensar, reflexionar, nos hace sentir parte de una iglesia de base que aunque virtual… tiene su presencia, seguro es otra forma de presencia.
Un abrazo Magdalena
A medida que pasa el tiempo, vamos entendiendo a costalazos y penurias lo que tan sabiamente nos dice Percy hoy en relación a su propia experiencia de vida. No debemos preguntarnos más el por qué de las cosas…sino el para qué…y saldremos fortalecidos dándole sentido a nuestro andar. Felicidades a todos en Adviento
Magdalena y Percy
Creo que hay espacio para ambas concepciones. Ciertamente, comparto la idea de la libertad del hombre como esencia del Creador, de lo contrario sería un Dios manipulador en lo positivo y negativo, y eso me haría sentir condicionado y temeroso. Sin embargo, hay algo esencial en el cristianismo que es la fe, esa energía y confianza vital que Jesus tenía en su Padre para que interviniera cuando manifestaba el amor a los demás. «El que cree en Mi hará lo mismo que yo, y aún cosas mayores» (Jn. 14, 12-13)
Un abrazo
Miguel
Es curioso, pero me imaginaba que más de alguien se iba a referir a la última frase en mi comentario «a nosotros solo nos corresponde acatar». Al decir esto no pienso que esté en juego la liberta del hombre, más bien me refiero al «dejemos a Dios ser Dios».
Una vez más me ha llegado directamente al corazón la reflexión esta semana. Me recuerda el día en que nos entregan el resultado de una biopsia de la operación de un quiste sinovial de mi hijo menor que en esos momentos tenía 11 años. Sarcoma sinovial grado 3, es decir cáncer y muy agresivo. Demás está decir el dolor que sentimos como familia y la rebelión que se me produjo, pero básicamente porqué a él este cáncer y no a mí que ya he vivido suficiente
Fueron días terribles pero sólo la fe en Dios y en Santa Teresita nos hizo salir adelante. Hablaba con Dios y le decía que aceptaba su voluntad y que si quería llevárselo a su lado entendería, pues mi hijo era un ángel que seguramente el necesitaría a su lado. Pero también, le pedía que si nos lo dejaba a nuestro lado, hiciera de él una buena persona y además le pedía que si El lo quería fuera sacerdote
Mi hijo sanó y hoy tiene 29 años, es una excelente persona, con un tremendo corazón y que esperamos siga siéndolo. Pero la historia no termina allí. Un compañero de trabajo me invitó a almorzar un par de días antes que tuviera que viajar fuera de Chile y en momento que mi hijo llevaba un par de meses en tratamiento. Me preguntó cómo ha sido todo este tiempo y yo le dije que debía agradecer a nuestra fe que nos permite tener un tronco al cual abrazarse para poder aceptar la situación con resignación. Me contestó: ojalá nosotros tuviésemos esa fe. Me contó que él y su familia eran agnósticos y que un hermano suyo era esquizofrénico, por lo que sus padres y familia lo estaban pasando muy mal.
En la tarde de ese mismo día, fui con mi hijo a visitar al padre Juan Vicente González de la congregación de los SS.CC. quien hizo oraciones de sanación muy intensas a mi hijo enfermo. Le conté al padre González mi conversación con mi compañero y su deseo de tener nuestra fe para enfrentar la difícil situación con el hermano.
El padre, abrió el cajón del escritorio desde donde sacó una copia de una carta escrita por un soldado alemán el día antes de una gran batalla en la 2ª. Guerra Mundial y que encontraron en su guerrera, pues murió en esa batalla. Es una carta dirigida a Dios que en resumen le cuenta que él no cree en Él, pero que sus compañeros le han contado de Dios y en la medida que transcurre la carta se va produciendo una transformación de este hombre agnóstico quien termina la carta expresando: “Dios, si realmente existes como dicen mis amigos, sólo te pido que si mañana muero, me recibas en tus brazos”.
El sacerdote amigo, me dijo: entrégale esta carta a tu amigo y verás el efecto que tendrá en ellos. Me fui de viaje y al volver me acordé que le había hecho llegar esta carta a mi amigo. Lo llamé para preguntarle como estaba. Me contestó que muy bien y que realmente ahora la vida de sus padres y de ellos como familia había cambiado, pues tenían una esperanza. A la madre le impactó tanto la carta que la mandó a enmarcar, la colocó sobre la cabecera de su cama y en ese tiempo la leía todas las noches antes de acostarse.
Realmente los caminos de Dios tienen muchos recovecos. ¿Habrá sido la enfermedad de mi hijo el conducto para llegar a esta familia agnóstica y hacerla finalmente creer en Dios?
Sólo sé que con fe podemos hacer cambiar las cosas. Siempre hay que tener confianza en Dios pues Él es bueno, justo y generoso.
Quiero entender lo que quiere decir Percy, pero creo que algunas palabras que pueden inducir a confusión teológica. Dios nos pone en un entorno donde las leyes físicas están dadas y en ese sentido no podemos modificarlas, ni El lo hará tampoco porque sería hacer trampa, y en ese sentido si nos corresponde acatar, como dice Percy. Lo que si podemos pedirle al Señor es que cambie los sentimientos (corazón) del hombre, que modifique las decisiones que tomamos dentro del marco de la leyes naturales en que vivimos (y morimos). «Mover montañas» no es cambiarlas físicamente, sino hacer grandes esfuerzos para imponer el bien sobre el mal. Eso es fe.