Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
16 Dic 08
Mateo 21, 28-32
Vino Juan y los pecadores le creyeron
“¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: ‘Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña’. Él respondió: ‘No quiero’. Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y éste le respondió: ‘Voy, Señor’, pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?” “¿El primero?” le respondieron.
Jesús les dijo: “Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo se han arrepentido ni han creído en él”.
El hecho que narra Jesús al comienzo de este trozo tiene que ver con la distancia entre nuestros dichos y nuestras obras. La ligereza y la liviandad para aceptar compromisos de uno de los hermanos es parte de nuestra cultura. Pero también lo es la reflexión posterior y el arrepentimiento, que es un paso hacia la madurez que lleva a asumir un compromiso duradero.
Cuando relata este Hecho de Vida, Jesús acaba de ser interpelado, por los sumos sacerdotes y los ancianos, por predicar en el Templo. Jesús no les lanza invectivas ni los juzga a priori, sino que los induce a verse reflejados en el espejo de un hecho, que revela la forma de reaccionar y de actuar de dos hermanos. Es un recurso pedagógico del que parte todo un proceso de reflexión grupal que conocemos como Revisión de un hecho de vida, o revisión de vida, simplemente. A la gente sencilla Jesús le enseña con parábolas, narraciones bien aterrizadas en lo concreto de su vida. A quienes vienen a preguntarle quién le ha autorizado a predicar les responde en forma más sutil, más intelectual, dejando que el autocuestionamiento surja de ellos mismos: de su propia experiencia como seres humanos, de reconocer la incoherencia entre su discurso y su obrar. En las actitudes contradictorias de ambos hermanos aparece retratado este doble discurso.
Podría citar numerosos hechos concretos donde se dan actitudes similares. Me limitaré a uno: mi propio espanto al escuchar una frase que me resultó “políticamente incorrecta”: en esta isla no cabe un migrante más; además tenemos miedo al Islam”. Esto, dicho en el contexto de un trabajo que se proponía afirmar la riqueza de la diversidad y la acogida del Otro, del migrante, ya sea peruano en Chile, Mexicano en Estados Unidos, africano subsahariano en Europa…
Pero luego, tuve que volver sobre mí misma el dedo acusador y preguntarme: ¿Cómo me sentiría yo en el lugar de la persona que se atrevió a hablar? ¡Qué fácil que es tener un discurso “políticamente correcto” cuando una realidad no nos toca de cerca!… lo que no es una vuelta atrás, porque hoy sabemos que migrante ha sido el hombre desde que salió de África para poblar la tierra y porque el mundo intercultural, multirreligioso hacia el que vamos no sólo es imparable sino que es una riqueza para todos los seres humanos…
La pedagogía de Jesús nos ayuda a discernir, a motivarnos para ponernos en camino con humildad, buscando transformar una realidad muy compleja, sabiendo que las soluciones mágicas no se dan y reconociendo que es más fácil transformar el corazón de la gente sencilla que la mente de los letrados.
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