Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
17 Jun 08
Mateo 5, 43-48
Amen a sus enemigos
También han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo; pues Él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos. Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué premio recibirán? Hasta los que cobran impuestos para Roma se portan así. Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los paganos se portan así. Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto.
El lenguaje en que se expresa Jesús tiene a veces la dureza de las piedras y la sequedad del desierto donde el pueblo judío tuvo que batallar por su pedazo de tierra apto para la agricultura y por conservar los pozos de agua que le aseguraban un oasis donde vivir y para hacer pastar a sus animales. Sus enemigos naturales fueron, históricamente, las tribus vecinas que amenazaban su supervivencia como pueblo.
En tiempos de Jesús, los enemigos eran los representantes del imperio que los sojuzgaba y agobiaba con impuestos. Sin embargo, les dice Jesús, el Padre hace salir el sol y caer la lluvia para aprovechamiento de todos, no solamente los buenos y justos, sino también los malos e injustos.
Esta paradoja resultaba difícil de entender para el pueblo de Israel. Entre los Salmos encontramos cánticos de victoria que agradecen los favores del Señor y también gritos angustiados, por sentir que su Dios los abandona y no cumple sus promesas, culminando con deseos de ver el aplastamiento de sus enemigos.
La ley de la retribución por las buenas obras no se cumple automáticamente en el Antiguo Testamento. Job no logra comprender el misterio del sufrimiento del inocente, pero no por eso deja de tener esperanza y Dios lo recompensa al final.
Jesús trajo una verdad que los sabios biblistas no habían logrado discernir: amar a tu prójimo incluye amar a tu enemigo. ¿Qué nos dice hoy este mandamiento? ¿Por quiénes nos sentimos invadidos? Sin llegar a la permisividad ante el abuso, la explotación, la deshonestidad, la crueldad, ¿somos capaces de separar las conductas equivocadas, dañinas y peligrosas, del ser humano que se encuentra detrás?
En este momento del caminar del MIAMSI, todos nuestros movimientos a nivel mundial están reflexionando sobre las migraciones como “una oportunidad para construir puentes” ( ). Aquí en Chile el enfoque se centra en los migrantes llegados para mejorar sus condiciones de vida. Reflexionar en grupo nos hace tomar conciencia del grado de xenofobia, del racismo innato de nuestra cultura. De la estigmatización del otro, de cómo nos encerramos a lo diferente. El diferente, que no necesariamente es el llegado desde otro país, pero del que la realidad actual nos hace tomar conciencia. Conciencia de lo que llamamos patria e identidad chilena.
Amar al otro, según el mandamiento de Jesús, es un desafío a amarlo como es, no como yo desearía que fuera. Es escucharlo y ponerse a su servicio, es dignificarlo y permitir que nos haga ser más persona.
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