Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
22 Jun 13
Mateo 7, 21-29
“La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena”
“No todo el que me diga ‘Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial’. Muchos me dirán aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’ Y entonces les declararé:’ ¡Jamás os conocí, apartaos de mí, agentes de iniquidades!’
Así, pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó porque estaba cimentada sobre la roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.
Y sucedió que cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas”.
Muy conocido es este trozo del evangelio por la “casa construida sobre la roca”. Y ¿dónde se encuentra la enseñanza sobre ello? En el primer párrafo: “él que haga la voluntad de mi Padre celestial”. Creo que casi todos los días nos preguntamos cuál es la voluntad de Dios para nosotros. ¡Cómo es difícil la respuesta y aceptarla!
Permítanme un testimonio personal de la historia de mi vida en esos tiempos. Quería mucho que una relación empezada en noviembre siguiera adelante, rezaba, hacía novenas sin pensar o sentir si construía la casa en la roca o en la arena. Quería solamente ser feliz. ¿Y la voluntad del Padre para mi vida? ¿Dónde quedaba? ¡Cómo es difícil rezar para que se cumpla Su voluntad!
Como dice Jesús metafóricamente hay que construir la casa sobre la roca. En palabra más sencillas para nosotros. Hay que buscar la voluntad del Padre. Hoy día es más que común pensarse que construir la casa sobre la roca es preparar el futuro juntando plata, comprando departamentos, trabajar hasta decir basta, enriquecer. El mundo está comandado por el dinero, las ganancias, los autos más poderosos y modernos, etc. Las profesiones son elegidas por la facilidad de ganar mucho, los sueños quedan como utopías baratas y sin mucho sentido porque no llenan la cuenta en el banco.
¿Será eso? Busquemos las palabras de Jesús, su ejemplo de vida, como dice San Pablo en la epístola a los Filipenses: “El cual siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres y se humilló a sí mismo obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz”.
¿Es difícil construir la casa sobre la roca? Sin duda. ¿Es difícil conocer la voluntad del Padre? Sí. Sin embargo Jesús nos lo dice claramente y lo hace: dar de comer a quien tiene hambre, visitar a los enfermos, abrigar a los que tienen frío. Servir, ser siervo de las hermanas y hermanos.
Vivir según el Evangelio de Jesucristo. Que él nos ayude, que su Espíritu nos guíe e ilumine, nos dé fuerzas, fe, esperanza y caridad.
Agradezco a Dios haberlos conocido y tener la oportunidad de compartir mis sentimientos más hondos, agradezco a Dios por la vida de todas y todos ustedes que me dan la mano, me ayudan a reconstruir la casa que estaba sobre la arena.
Este Evangelio comentado por mi querida amiga y hermana Davina, tiene una significación muy profunda para mi esposa y para mí. Fue la lectura elegida para nuestro matrimonio hace 31 años atrás, y cada vez que lo volvemos a leer sentimos la fuerza de nuestro compromiso frente a Dios. Es que todo este tiempo hemos hecho nuestra casa sobre la solidez inconmensurable del Señor, que nos ha enseñado a edificar nuestro destino familiar sobre la «ROCA VIVA» de Dios. Gracias Davina