Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
28 Jun 10
Mateo 8, 18-22
«Sígueme»
Jesús, al verse rodeado por la multitud, dio orden de cruzar a la otra orilla. Entonces se le acercó un maestro de la Ley y le dijo: “Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.” Jesús le contestó: “Los zorros tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del Hombre ni siquiera tiene dónde recostar la cabeza.” Otro de sus discípulos le dijo: “Señor, deja que me vaya y pueda primero enterrar a mi padre.” Jesús le contestó:”Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.”
En este corto evangelio, Jesús nos enseña que si estamos decididos a seguirlo, tenemos que cambiar nuestra cómoda actitud y estar dispuestos a entregarnos generosamente para vivir y compartir la Buena Nueva.
El texto nos muestra dos características que debemos tomar en cuenta en este “seguimiento”: No buscar acomodarse o conseguir beneficios y el desapego a las costumbres instauradas por la sociedad.
Nuestra pregunta a Jesús ahora, debe estar relacionada a la realidad que nos rodea y sobre todo a tomar en cuenta sus enseñanzas con respecto al amor al prójimo.
¿Qué esperamos “recibir” al seguir a Jesús? ¿Qué nos atrasa o impide asumir el compromiso?
En nuestros días hay tanto por hacer que faltan obreros en la Viña del Señor…..
Los seres humanos estamos siempre en búsqueda, habría que saber lo que buscamos, dónde buscamos y con qué criterio lo hacemos.
Los gobernantes buscan nuevos modelos políticos, sociales y económicos para mejorar las condiciones de vida de las mayorías. Los empresarios intentan ampliar sus ganancias o mantenerse activos sin pérdidas y así, podríamos seguir enumerando los diferentes grupos de nuestro tiempo….
Y nosotros, ¿a qué exigencias respondemos como bautizados? ¿qué nos mueve a actuar con firme decisión ante tanta necesidad circundante?
Las “pobrezas” no son sólo económicas….Hay tanta falta de afecto, de justicia, de cercanía, de escucha, de respeto hacia el semejante, hacia toda la creación.
Actualmente Jesús nos sigue llamando a seguirlo, nos está dando una nueva oportunidad para que colaboremos con Él. Debemos transformar el mundo en su nombre y de acuerdo a sus enseñanzas.
Creo que debemos enriquecer nuestra vida comunitaria para evitar el individualismo en que estamos cayendo debido a los nuevos modelos de familia y de vida que nos impone el mundo actual.
¿Hasta qué punto “engancharse” en la realidad y buscar el compromiso de dar con generosidad y de acuerdo a nuestros dones que gratuitamente Dios nos concedió?
Pienso que Jesús fue muy claro….. para la entrega no hay horarios, no hay límites, no hay excusas
Hagamos un análisis y reflexionemos sobre nuestra respuesta a Jesús y hasta dónde hemos cumplido nuestra tarea para intensificarla y continuarla.
Coincido con la reflexión de Ketty. Para mi esta lectura del Evangelio, es una lección de desapego. Para ser libres, debemos desapegarnos de las cosas de este mundo que nos impiden hacer la voluntad de Dios y responder a Su llamado. «El Hijo del Hombre ni siquera tiene dónde recostar la cabeza» –> libres de los apegos materiales (hoy pasamos la mayor parte del nuestro tiempo «asegurando» nuestro futuro. Tenemos miles de excusas. La educación de nuestros hijos, para partir. Pero la línea entre ser previsor y el excesivo apego a lo material es muy fina)
«Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.” –> Libres de los apegos afectivos y psicológicos. Cuántas veces somos esclavos de nuestras emociones y vaivenes. O esclavos de nuestra historia pasada, nuestras trancas, nuestras heridas. También podemos volvernos esclavos de los afectos hacia las creaturas, como bellamente lo describía San Agustín. Me parece una invitación a reflexionar sobre el primer mandamiento: Amar a Dios por sobre todas las cosas. Sabemos que no podemos amar a un Dios que no vemos, si no amamos primero a nuestro prójimo que sí vemos. Pero, qué alertas tenemos que estar para discernir cuándo algún afecto humano nos está impidiendo ser libres interiormente, o derechamente, nos aleja de Dios.
Para mi este tema es un desafío pendiente. Dar el salto definitivo; abandonarse a la Providencia sin reservas; volverse la «sierva» de Dios. Ya que sólo semejante esclavitud, encierra para nosotros la libertad plena.
He recibido en mi casilla personal (desde la cual envío aprox. La Cartilla a 2 mil casillas, otras 3 mil la hace Isabel Margarita Garcés), lo siguiente, lo cual deseo compartir con nuestros lectores:
Es primera vez que me llega este mail de Uds. con la Cartilla del Evangelio de un día de la semana. Con mi esposa conformo un matrimonio cristiano alejado de la Iglesia. Una institución que nos ha desilusionado con malos ejemplos desde su propia jerarquía y por lo lejana de su palabra de la vida diaria espiritual como práctica
Normalmente rechazamos estos envíos vía correos electrónicos, muchas veces tan autoreferentes y alejados de la realidad que nos rodea. Pero esta vez he leído con atención la lectura del Evangelio y el comentario de Ketty Arce que lo acompañaba y esta vez, por primera vez, me ha logrado tocar y despertar un poco de mi modorra individualista y sobrecrítica.
Les agradezco mucho el mail y les agradecería que me los siguieran enviando. Reciban un saludo afectuoso en la esperanza de retomar el camino siguiendo a Cristo algo olvidado.
En pocas palabras Jesús le dice a su discípulo tu que eres salvo y conoces mi verdad preocupante de mis asunto.y dejas que ellos sigan en su ignorancia.