Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
20 Feb 12
Mateo 9, 14-15
“Cuando se lleven el novio, entonces ayunarán”
Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?»
Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?»
Para los fariseos la ley era su religión, cumpliendo todas las normas estaban bien con Dios. La pregunta que le hacen es un reproche para Jesús, la religión de Jesús es compartir la comida en la mesa de la misericordia, el perdón y la cercanía de Dios, especialmente a con los mas alejados.
La respuesta que provoca en Jesús es: “¿pueden guardar luto los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?” Jesús nos hace ver que lo suyo es radicalmente opuesto, la vida no es un funeral, es paz y alegría y cuando percibimos o creemos que Jesús desaparece nos aferramos a la Fe.
En aquellos tiempos se designaba al pueblo de Dios como la “Novia”, estaba por venir el esposo. Jesús estaba muy consciente de ser Dios-hijo venido a los hombres.
En nuestros días el ayuno es la ausencia del Novio, Jesús, pero la Fe nos dice que Jesús, el Cristo, permanece siempre con nosotros, desde el momento de su resurrección y ascensión, momento en que comienza la era mesiánica.
La palabra orada frecuentemente nos impide el ayuno, que es su ausencia, así su presencia es una continua manifestación de amor y luz, fortaleciendo nuestra Fe y dándonos el único alimento que es El mismo.
Vivamos en la alegría del sabernos amados, salvados, acompañados y sabiéndonos habitados por la Trinidad que siempre está actuando en nuestro interior y nos regala al Padre, al Hijo, al Espíritu y María ejerciendo su tierna Maternidad por siempre.
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