Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
24 Feb 18
Mt. 5, 43 -48
“Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial”
Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?
Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.
Leer este trozo del Evangelio de Mateo, puede provocarnos inquietud sobre lo que quiere decirnos en una primera lectura sobre la perfección. En esta línea los invito que hagamos una reflexión sobre el mensaje que nos envía Jesús en este aspecto, a nosotros, seres humanos tan básicos e imperfectos. En nuestra condición humana, estamos invitados a seguir el camino de la perfección que va por la línea que nos señala Jesús.
La perfección del hombre se vislumbra en la toma de conciencia del plan de Dios en nosotros y su puesta en práctica. El Antiguo Testamento dice: “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. (Job 1,1.) Según la cultura judeocristiana, el temor de Dios consiste en un sentimiento de profunda reverencia hacia el Creador, y es un temor sano por el aprecio que se tiene a su amor leal y bondad, y debido también al reconocimiento de que es el Juez Supremo y el Todopoderoso.
Como dice la parábola, a cada uno de nosotros se nos dio ciertos talentos, tal como el dueño de la hacienda se los entregó a sus siervos, cuando emprendió un viaje y a su regreso les consultó como los habían utilizado. (Mt 25, 14 30) Cada uno de nosotros ha recibido ciertos talentos y estamos llamados a hacerlos rendir y con eso podemos aspirar a la santidad de acuerdo a la voluntad de Dios. No se nos pide nada extraordinario, “sino hacer bien la pega” y con ello estamos aportando nuestra contribución al Reino de Dios.
¿Cómo crecer en este aspecto?
Debemos orar, reflexionar y estudiar día a día; eso es lo que está faltando en el mundo cotidiano que nos rodea de la inmediatez sin una pausa para discernir. El teólogo suizo Jean Zurcher dice: “Toda la Biblia es una insistente invitación a la perfección”; que extraordinario sería que todos empezáramos el día haciendo una lectura de “La Palabra” y nos preguntáramos: ¿Señor que quieres de mi en este día? Dice Zurcher: “Al final del trabajo se pueden sacar algunas conclusiones. En primer lugar la perfección es una enseñanza bíblica, es un mandato y un llamado divino, una meta para la vida del creyente. El creyente debe desear la perfección, la madurez espiritual, el desarrollo del carácter durante toda su vida”.
En su epístola a los Filipenses, Pablo nos dice sobre esta búsqueda de perfección: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3, 12 -14 )
Les propongo trabajar este tiempo de Cuaresma en relación a tres preguntas que debemos responder sin “autoengaño” ni justificaciones:
- ¿Tengo claro a estas alturas de mi vida, cuál es el plan de Dios en mi vida persona
- ¿Hasta dónde he sido consecuente en lo que digo (mi discurso ) y en lo que he hecho?
- ¿Qué me falta para lograr este plan?Un abrazo fraterno junto a sus familias.
- ¿Hasta dónde he sido consecuente en lo que digo (mi discurso ) y en lo que he hecho?
- ¿Qué me falta para lograr este plan?
Un abrazo fraterno junto a sus familias.
Ok La invitación a se mejores cristianos, pero hay asuntos terrenales que se deberían intervenir con acciones también…ejemplo en Israel habrán nuevas leyes que harán la vida imposible para los cristianos que viven y trabajan en torno a la iglesia del santo sepulcro…en protesta ha sido cerrada por los administradores cristianos….Los hermanos Mayores (Juan Pablo II) no hacen mérito de caridad si no de dominación y apropiación
de territorios y lugares que en realidad no les pertenecen. Sabemos que Dios permite los acontecimientos y las persecuciones, en parte para que los que estamos cómodos y prósperos también nos humillemos, nos sacrifiquemos, le busquemos en el fondo del alma, pidiendo caridad para los que sufren, como EL y pidamos perdón por nuestras omisiones y nuestra cómoda fé de día domingo…. ¡Perdona a tu pueblo indiferente Señor! y mi infidelidad,,,