Una invitación semanal a darse un espacio para leer un trozo del evangelio y compartir una reflexión sencilla a partir de nuestras experiencias de la vida diaria.
Caminando Juntos
Cartillas de Reflexión
Un espacio abierto e interactivo, que pretende enriquecer a un número creciente de personas, especialmente quienes buscan respuestas para sus inquietudes espirituales.
27 Feb 14
Mt 9,14-17
Cuando se lleven al novio entonces ayunarán
Un día se le acercaron los discípulos de Juan y le preguntaron: —¿Cómo es que nosotros y los fariseos ayunamos, pero no así tus discípulos? Jesús les contestó: —¿Acaso pueden estar de luto los invitados del novio mientras él está con ellos? Llegará el día en que se les quitará el novio; entonces sí ayunarán. Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva, porque el remiendo fruncirá el vestido y la rotura se hará peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, se reventarán los odres, se derramará el vino y los odres se arruinarán. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así ambos se conservan.
Los discípulos son buena gente, observantes y disciplinados, gozan de la seguridad que brota de la ley. Una ley con demarcaciones muy bien definidas. Siguen los senderos marcados por esa ley y quedan fuera de su alcance experiencias como el asombro o la gratuidad.
El ayuno como práctica religiosa es bueno, si tiene a Dios y al prójimo como protagonistas, pero el ayuno como práctica religiosa no es bueno si me pongo yo mismo como protagonista y menos si ayuno por cumplir una obligación y sentirme satisfecho conmigo mismo y menos aun si mi ayuno me hace sentir superior a otros.
El seguimiento de Jesús no tiene que ver con semblantes apesadumbrados, tristes y severos: ¿es que pueden guardar luto los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Jesús asocia el ayuno a la ausencia del novio, ausencia que todo seguidor experimenta en algunos momentos de la vida. Como El ayunó, sobre todo, con la ausencia del Padre desde Getsemaní hasta la cruz.
El seguimiento de Jesús tiene que ver con el ambiente del banquete de bodas en el que reinan la armonía y la alegría. Es que la salvación no se trata ya de que el hombre vaya con sus buenas obras al encuentro de Dios, sino que se trata de dejarse abrazar por el Padre y dejarse inundar por el Espíritu, el vino nuevo no puede ser contenido odres viejos. Ante la Buena Noticia, la ley revienta por todos lados, no cabe en la antigua ley: la superabundancia, la gratuidad y la generosidad. El amor no puede ser regulado por la ley. En el seguimiento a Jesús no podemos actuar como si nuestra salvación fuese nuestra propia conquistas, fruto del esfuerzo ascético y personal, así es como caemos en la dureza de corazón y en la intransigencia. Si sigo a Jesús lo haré en la alegría, agradecimiento y comprensión hacia los demás, sabedor de que todo lo que soy me viene dado sin necesidad de pagarlo, gratuitamente. Seguramente a todo discípulo le llegará el día del ayuno, cuando el novio parece haberse ausentado o se hace el dormido en un rincón de la barca.
Pues he aquí que yo creó cielos nuevos y tierras nuevas y habrá gozo y regocijo por siempre jamás por lo que voy a crear. (Is 65, 17-18)
El ayuno base de la oración dicen los que comentan los mensajes de la Santamadre de Medjugorge
El ayuno es la práctica que hemos perdido, entre otras tantas, pero que debemos recuperar(miércoles y viernes comer solo pan y beber solo agua pide la Madre del Señor)
y confiarnos absolutamente en el Señor (último mensaje)